miércoles 24 de abril del 2024
ACTUALIDAD 10-05-2016 11:16

Natalia Oreiro debutó como entrevistadora

"Una diva renace del dolor". Galería de fotosGalería de fotos

Transcurre una Feria del Libro agitada y movediza en una fría y despejada noche de mayo de 2016, en el predio central de La Rural. La gente se aglomera cerca del salón José Hernández porque la celebración está en el centro de la escena y dará comienzo en pocos minutos. La excusa ideal es la presentación que tendrá por protagonista a “Divas” el libro de entrevistas de Héctor Maugeri, vicedirector CARAS “la revista de las celebridades, la única autorizada” como pregona el spot publicitario, donde con una pluma filosa, desnuda la intimidad de las mujeres más representativas de la Argentina. Sobre el escenario exquisitamente calibrado por Martín Roig, se darán cita Alberto Amato, el reconocido periodista y autor del prólogo del libro. “Un entrevistado y un periodista no salen jamás indemnes de un reportaje, porque un reportaje es, a su modo, una joya de orfebre. Y Maugeri nos regala diecisiete de éstos en “Divas”, en los cuales ustedes van a descubrir esa química tan especial que se da entre periodista y entrevistado. “Divas”, es también y éste es otro de sus logros, un libro levemente engañoso. Tiene apariencia de frivolidad, pero en su interior, cala hondo en la sensibilidad, la emoción, la fuerza de las personalidades de las entrevistadas” anticipa Amato. A su lado, la Directora de CARAS, Liliana Castaño, quien con su habitual simpatía marcará el ritmo de la velada. Junto a ella Jorge Fontevecchia, el CEO de Editorial Perfil, la casa periodística que aprobó y acompañó este lanzamiento realizado por Editorial Planeta. Y a su lado, visiblemente nervioso y asombrado por la convocatoria que su libro ha generado, el propio autor. Más de mil personas se dieron cita en esta función. Esto es lo que se vivió con la presentación de “Divas” que por sus propios particularismos (ninguna otra convocó tantas figuras del espectáculo y a todas juntas: Susana Gimenez, Mirtha Legrand, Graciela Borges, Nacha Guevara, Moria Casán, Araceli Gonzalez, Naalia Oreiro, Florencia Peña, Valeria Lynch, Andrea del Boca, Cecilia Roth, Liza Minnelli, Patricia Sosa, Isabel Sarli, Sandra Mihanovich, Marilyn Monroe, Elena Roger y “La Mary”) quebró esquemas autoimpuestos de solemnidad y cadencia literaria. Todo era posible: las lágrimas de emoción, la risa, la complicidad, la vuelta atrás en el tiempo y el repensar viejas ideas, así como el asombro ante el relato mismo, inesperado por sorprendente y sorpresivo por onírico. La presencia estelar de Natalia Oreiro, en su rol de entrevistadora, sellaría una noche de impacto – on glamour, estilo y charme– y profundo reconocimiento.

“Él siempre ostentó ese fuego sagrado por la profesión y una curiosidad y devoción por las celebridades que lo llevaría a especializarse en ese género. - inició su discurso Castaño- Alimentado por la pasión y sustentado por la disciplina de los más de 8.000 días que hemos transitado en esta aventura épica de Revista CARAS, hizo del género de las celebridades un verdadero laboratorio de recortes que antes que existiera la memoria virtual, lo llevó a encuadernar -en tomos colorados- a sus personajes, por fechas, por producción, por bodas, etc. Siempre fue un coleccionista devoto para que ningún dato pudiera quedar sepultado por el olvido. Hoy “Divas” nos permite escuchar las voces de esas mujeres que Maugeri conoció y estudió a lo largo de sus 30 años de carrera. Y es muy interesante porque nunca escucharemos más de lo mismo, con una vocación única para navegar en sus vidas, en sus dolores, en sus miedos, en sus amores y en sus desamores. Maugeri se internó en aguas profundas, en las vidas de todas ellas. Pudo exorcizar aquellos recuerdos que a veces el cenital de las celebridades prefiere olvidar u oscurecer. Como una sesión terapéutica ellas terminaron por abandonarse y quedar en carne viva” confió Liliana frente a una audiencia en total silencio, expectante. “Siento una profunda alegría y un enorme orgullo como Directora de Caras de presentar este libro, un merecido broche de oro para este artesano de las celebridades. Y culmino, tomando las palabras de Gabriel García Márquez, para quien una entrevista es como hacer el amor. Y Héctor, conocedor de sus almas, especialista de sus atajos, es el amante preferido de las Divas” concluyó la Directora de CARAS. Seguidamente le fue cedida la palabra al CEO de Editorial Perfil, el Sr. Jorge Fonteveccia.

“Yo creo que Héctor encarna y corporiza a CARAS como nadie. Si uno define y explica a CARAS también define y explica a Héctor. Viniendo para este evento pensaba en una clásica categoría semiótica que es la diferencia entre género y estilo. ¿Qué es lo que la hace a CARAS particular en un género donde, casualmente muchas veces el periodismo de espectáculos es despiadado, es agrio, es conflictivo, y en el caso de CARAS, es exactamente lo opuesto? Hace un periodismo de calidad que se basa en no tener golpes bajos, en la elegancia, en la estética, en la preocupación por el detalle. La excelencia está en los pequeños detalles. Y esencialmente podríamos englobar como una característica distintiva a la estética, utilizada esta palabra no como un concepto relacionado solamente con lo visual, o superficial, sino con el sentido filosófico de que detrás de la estética hay ética. En la autenticidad es donde está su ética y la confianza que genera con las personas que son nota y con la audiencia. CARAS es la única revista argentina que salió fuera de nuestro país. Se edita en varios países, en general de lengua romance, tal como en Brasil, Portugal y el idioma de esos países que también nos llevó a Angola al igual que en otros países latinoamericanos de habla hispana. Me siento orgulloso que a una revista que pensábamos hace más de 20 años, una persona como Héctor sea su arquetipo, su mejor embajador".

Luego fue el turno del autor.  “Este libro de entrevistas está dedicado a las personas que iluminan mi vida. Los que siempre me sostuvieron y me alentaron en las locuras y los desafíos. Los que me ayudaron a no tener miedo. A enfrentarme a solas con el papel en blanco y comenzar a escribir. En primer lugar están mis padres, Felipe y Elena, a ellos mi gran amor. Por educarme y darme valores. Por enseñarme a ser un hombre íntegro y a no perder la esencia de la sensibilidad. A mis tres hermanos: Graciela, Susana y Osvaldo. Inseparables compañeros de vida. Unidos por un amor aferrado a lo más puro y palpable. También a mis sobrinos: Agostina, Lucas, Laila y Jana. Todos ellos son como hijos a los que malcrié y consentí dándoles todos los gustos. Mi familia, de origen italiano y español, es el tesoro más importante que haya conservado y resguardado durante toda mi vida. Y sin ellos – lo sé y lo siento- no hubiera llegado hasta aquí. Este libro está dedicado a quien comparte mi vida, Alberto, por estar presente y acariciarme con templanza y sabiduría; a sus hijos, Maitena y Gerónimo, y a su hermosa familia, enarbolada por la dulce y sabia Isabel. No puedo dejar de nombrar a mis dos ángeles protectores: Josefa y Lucas, mis abuelos maternos, que siempre me cobijaron en su regazo y alentaron mis sueños. Y por último, a todas las mujeres que con pasión, entrega y una desbordante visceralidad se entregaron a las confesiones, las lágrimas, la alegría y el dolor. Las que me dejaron entrar en su universo y conocer con profundidad sus almas y sus laberintos emocionales. Haber compartido estas charlas me acercó a ellas y a sus vidas. Fueron horas de risas y anécdotas. Cada una y en lo suyo, supieron abrirse camino en la vida con garra y sin miedos. Enfrentaron el dolor y la gloria del éxito, conociendo la soledad y la tristeza que da el poder y las diferencias. Como si el desamor hubiera sido la excusa perfecto para renacer del despojo, con la fuerza y la libertad que las hace sentirse como lo que son: mujeres únicas.”

Y así, tras el recuerdo de los inicios en la carrera de este periodista, “Mauge” –simplemente así, como es reconocido por todos en el ámbito del espectáculo- logró lo que pocos: impactó con un relato de anécdotas y sutiles herramientas que ha puesto en práctica a lo largo de todo ese tiempo. Desnudó su alma arriba del escenario y se entregó por primera vez a la dirección periodística de otra persona, habló de sus inicios y de ese empuje, ese fuego sagrado que lo caracteriza y define como hombre de la información. Seguidamente y sin interrupciones y como si estuviéramos en un programa de televisión, Maugeri presentó un video magistralmente armado Miguel R. Carucci y Sebastián G. Orlandi de “Viditrax Audiovisuales”, un pequeño movie de 2.41 minutos, un recorrido en imágenes por cada una de las Divas que integran el libro, presentación coronada por la excelsa música de la película “Intrevista”. De Nino Rota, dirigida por Federico Fellini.

“Siento el enorme placer que una de las Divas salte de las páginas del libro y me acompañe hoy en su debut como periodista, la señora, la Diva, Natalia Oreiro” anunció quien ahora sería el entrevistado. La actriz, vestida por “Las Oreiro”, cautivó a la audiencia. Fue sagaz y dúctil, llevando su nuevo rol de entrevistadora, y junto a Maugeri crearon un clima especial, único, sin ambages uno de los momentos más intimistas que se han vivido en esta Feria del Libro. La Diva rioplatense, como dice el autor, “consigue más que asombrar porque genera que a todos se les caiga la mandíbula”, por su belleza, por la luz que ese ser encantador irradia, y fundamentalmente por su inteligencia. No es fácil debutar ante una audiencia en vivo –que conglomeró numerosos colegas- y entrevistar a quien durante 30 años se ha dedicado a eso. Pero Natalia lo logró y lo hizo con un encanto sobrecogedor y emotivo, con fuerza y sin dejar que el entrevistado, aviso conocedor de los trucos de su profesión, se le pudiera escapar con sus respuestas. Ella tuvo el control y él se dejó llevar. Hubo fuego arriba del escenario.

–¿Se puede ser periodista y amigo de una Diva?

–Sí – contundente- Yo tengo códigos y ellas también los tienen conmigo.

–¿Diva se nace o se construye?

–Para ser Diva hay que ser valiente. Hay que atravesar dolores, tener coraje. Todas los han atravesado porque la exposición es muy fuerte y existen las criticas. Cuando están muy arriba parece que todo el mundo tiene derecho a hablar de esa persona. Hay algo que las atraviesa. O naces para esto o vender tapper. Por ejemplo, cuando vos eras chica y estabas en una telenovela, “Caras” dijo: “esta chica tiene algo. Esta piba transmite algo, es simpática, es natural y las chicas la ven como su aliada”. E hicimos una tapa con vos cuando todavía no eras “Natalia Oreiro”. Lo que siempre vi en Natalia es lo que vi en cada una de las Divas, esto de poder, de atravesarlo, de animarse, del no importa, hay que seguir igual. Por eso, estas mujeres, inspiran, tienen voz, pueden ayudar, en privado, sin hacer ostentación de la solidaridad lo hacen. He visto a través de los años gente que siempre quiso tener un momento de fama y cuando lo tuvo lo despreció o lo padeció.

–¿Quién de todas te contó la anécdota más tierna?

–Es un ser que amo. Isabel Sarli. Cuando era chico iba a ver sus películas en el cine de Devoto. Cuando la entrevisté me dio mucha ternura que me recibiera con el vestido de una de sus películas. Ella desde siempre fue una mujer conservadora pero para poder relajarse, cuando la entrevisté, me invitó a tomar un vaso de whisky y yo no bebo. Me inspira un gran respeto. Es un ser muy luminoso. Me impresionó algo cuando me dijo: “mire, este cenicero tiene el último cigarrillo con la última pitada que dio Armando. Ese piloto, como está ahí, en la puerta de entrada, fue de la última vez que Armando salió un día de lluvia ”. Isabel todo lo dice desde un lugar tan amoroso, genuino. La respeto enormemente, no la tuteo, le digo de usted.

–¿Envejecen las Divas?

–Una de ellas me dijo una vez: “esa es una batalla perdida. No quieras enfrentarte porque no se puede”. Luchar contra la soledad también. Si estableces una carrera exitosa y después terminas en tu casa sola, eso no te sirvió de nada. Las Divas son mujeres que se permiten atravesar eso, salen del dolor y hacen de esa incapacidad su mejor virtud. Por ejemplo, nadie puede creer que Graciela Borges de niña no hablaba porque le decían que tenía voz de varón, cuando justamente ella es la voz más increíble y emblemática del cine nacional.

–¿Qué lográs con este libro?

–Lo que se logró en este libro es contar y mostrar la verdadera piel sin maquillaje de cada una. Tuve la suerte y el amparo de conocer a “La Venus de la calle Corrientes” que fue Nélida Roca, la Diva por excelencia de la década del 50 y del 60. La mujer más bella de la Argentina con una artrosis deformante que la dejó en silla de ruedas, postrada. Nos hicimos amigos. Nada es casual. Me citó un jueves después de mucho insistir. Finalmente, cuando fui, me enamoré de esa mujer, de ese respeto que tenía por la profesión, de esa mirada. Lo más preciado para ella eran sus joyas de teatro. En Inglaterra las hacía preparar en cristales y después las usaría en el teatro. Y una vez me dijo: “mirá, nadie las va a cuidar como vos”. Y me las dio y eso para mi fue un gesto muy profundo de amor. Ella me enseñó que era otra época cuando la gente pagaba para ir a verla, a ver a la Diva. Una vez estaba cenando al lado del Maipo y el productor del teatro, Carlos Petit, golpeó la ventana y le preguntó que hacía ahí. Y ella respondió que nada, que estaba comiendo un plato de pasta a lo cual él le dijo “la gente paga para verte, anda a tu casa, ya”…Las épocas han cambiado.

–Sabemos de tu vínculo con Liza Minnelli. Haber logrado entrevistarla habrá sido cumplir un sueño.

–Lo fue, y soy un agradecido a la vida. Esto lo decreté de niño, sabia que algún día iba a sucederme. Soy un convencido que el cielo escucha. Cada vez que Liza llega al país, salimos a las tanguerias y nos divertimos juntos. Tiene el don de su madre, Judy Garland, y la perfección escénica de su padre, Vincent Minnelli. Ella sufrió hace unos años atrás una encefalitis y postrada, en su casa, sólo se propuso recuperarse. “Lo único que sé en la vida es la disciplina del ensayo, de esta manera voy a salir adelante”, se dijo. Atravesó el dolor y la desolación. Pero paso a paso, palabra por palabra, fue reconstruyendo su vida y su salud. Eso es fuerza. Eso es el poder de una Diva. También tuve  la suerte de conocer a la musa de Bob Fosse, que fue Chita Rivera, protagonista de “Chicago”, de “West Side Story”, una leyenda en Broadway. Cuando vino acá me contó una anécdota maravillosa. Dice que cuando Fosse la contrató para Chicago, ella iniciaba con el famoso tema “All That Jazz”. Tenía que venir del proscenio sola y sentirse una mujer poderosa, hermosa, fuerte, asesina, frágil todo al mismo tiempo y sola con la luz del seguidor, enfrentar a la audiencia. Ella no se sentía nada de eso. Mucho menos una Diva. Entonces en su camarín, se miraba a los ojos y se decía en voz alta: “hoy soy… hoy soy…Sofía Loren” y ahí salía sintiéndose que era Sofía: poderosa y altiva. Día tras día hasta que, en una oportunidad, le golpean la puerta del camarín y le dicen: “Chita! Chita! Está Sofía Loren en la tercer fila”. Y ella, desolada y desesperada se dijo: ¿Qué? ¿Y hoy entonces, quién soy?? Entonces se miró en el espejo y decretó : “hoy soy Chita”. A partir de ese momento su carrera cambió para siempre. Ese día nació la verdadera Diva. ”.

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