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A sus cinco años, Antonia Macri ya vivió lo que muchos no experimentarán en una vida. Se sentó en el sillón de Rivadavia, saludó a una multitud desde el balcón de Casa Rosada, deslumbró al Papa Francisco y cantó en lo de Susana Giménez. Todo eso en el último año. Acostumbrada a los flashes, la pequeña transita con naturalidad su rol de hija presidencial. Cada instante queda registrado en la cuenta de Instagram de su mamá, Juliana Awada, como el festejo de sus cinco años, rodeada de sus padres, Juliana Awada y Mauricio Macri.
En una celebración íntima, la pequeña sopló las cinco velitas, el lunes 10, en Tandil, donde el presidente y su familia descansaron el fin de semana largo. Como ocurriera otros años, Antonia eligió a los animales de la granja como leitmotiv de su cumpleaños. Rodeada de globos de colores y uno especial con el número cinco, la pequeña compartió la fotografía familiar con su hermana, Valentina, fruto de la relación de Awada con el empresario belga, Bruno Barbier, quien se casó recientemente en París, Francia, con Charlotte Barbotin-Larrieu.
Oriundo de la ciudad serrana, Macri se siente muy a gusto en esas tierras, donde hasta hace algunos años solía vivir su madre, Alicia Blanco Villegas. Allí está campo de la familia materna del presidente, donde se casó con Awada en noviembre de 2010.
El Jefe de Estado y su esposa aterrizaron el viernes 7 cerca de las 15:35, en el avión Tango 10, en el aeropuerto civil contiguo a la Base Área de Tandil, provenientes de la provincia de Chaco. Se instalaron en el campo familiar y casi no salieron. Sólo abandonaron la exclusiva residencia para ir a jugar al golf en El Valle de Tandil, que posee una espléndida vista a las sierras. Fueron casi cinco horas de golf en los que Macri y Awada jugaron los 18 hoyos junto a sus amigos, Nicolás Parasuco y Marcos Paskvan.
El mismo lunes después del festejo, el presidente y su familia regresaron a Buenos Aires, donde el martes retomó la agenda oficial, mientras que la cumpleañera volvió al colegio después del fin de semana largo. Serán apenas tres días de clases para la benjamina de los Macri. El jueves partirá a Roma, Italia, junto a sus padres en visita oficial del mandatario al Papa Francisco y luego participará de la canonización de Cura Brochero. Y un día antes, el miércoles 12, la pequeña protagonizará otro hito para su corta edad: conocerá a la reina Máxima de Holanda, en el encuentro previsto en la Quinta de Olivos.
por Diego Esteves
Fotos: Presidencia de la Nación.
