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ACTUALIDAD 15-11-2016 14:42

Compromiso de amor entre Oriana y Julian

En Playa del Carmen celebraron 27 meses juntos. Galería de fotosGalería de fotos

En octubre de 2013 Cris Morena los convocó para protagonizar una nueva tira para adolescentes. En la historia de “Aliados”, Oriana Sabatini (19) era Azul y Julián Serrano (22) se ponía en la piel de Franco. Sin embargo, por aquel entonces sólo cruzaban sus miradas cuando el libreto lo requería y una vez que se apagaban las luces de los estudios de grabación, no volvían a dirigirse la palabra.

“Al principio cada uno estaba en la suya y éramos mala onda. ¡Mal! Yo no me la quería ‘chamuyar’ porque sabía que eso era normal para ella... Así es que no le bada bolilla. Después, de a poco, nos fuimos haciendo amigos. Pero no fue por una estrategia mía, por algo planeado por mí. Simplemente salió así”; recuerda Julián, el actor y músico entrerriano que hoy es uno de los youtubers que superó las 100 millones de reproducciones de sus videos en su propio canal, número que, aseguran, le permite embolsar varios miles dólares al año y que superó el millón y medio de seguidores en Twitter.

Y lo que comenzó sólo siendo parte de una historia de aventuras y amor entre “teanagers” terminó consolidándose, primero como una gran amistad y luego, como una sólida pareja a partir de junio de 2014, cuando decidieron ponerse de novios.

“Julián me conquistó con su carisma. El mismo que le sirvió para que mi familia lo adore. Yo siempre le digo que lo veo parecido a mi papá porque es un chico re tranquilo, de bajo perfil y súper compañero”, supo asegurar la hija de Catherine Fulop (51) y “Ova” Sabatini (51). Los mismos que ya dieron “la bendición”, como la propia actriz venezolana confesó, a la pareja.

“¡La vemos muy bien a ‘Ori’ y eso nos hace muy feliz!”, repitió Cathy con una gran sonrisa al ser consultada por el noviazgo de su hija. Y a tal punto apuestan por la pareja que no dudaron en brindarle todo su apoyo cuando decidieron irse a prefeccionar y trabajar a Miami. “Allá convivimos pero primero hicimos nuestra prueba de convivencia durante 20 días en Buenos Aires para ver cómo nos iba. Y estuvo todo más que bien. Nos dimos cuenta que podemos estar juntos porque hay química entre nosotros y no discutimos nunca”, contó Julián, el más “charlatán” de la pareja.

Frente a un pequeño y nuevo break en sus agendas profesionales, la pareja decidió regresar a su lugar preferido: el Paradisus Playa del Carmen. Un verdadero paraíso a sólo 45 minutos del aeropuerto internacional. Allí, luego de hacer el ‘checkin’ en el lobby privado de La Perla, la  exclusiva zona para adultos del resort, fueron escoltados hasta la suite principal en la que su mayordomo personal les había hecho decorar la gran cama con miles de pétalos de rosas. Después de instalarse hicieron una larga caminata por la playa, entre el mar y el exhuberante manglar. Más tarde recorrieron la reserva natural, sobre la que el Paradisus renueva su compromiso ecológico a diario. También fueron a la bahía privada, una verdadera joya en la Riviera Maya, ubicada a pocos kilómetros de las ruinas arqueológicas de Tulum, Chichén Itzá y Cobá. Como buena pareja “fashion” tuvieron sus momentos de shopping en la denominada “Quinta Avenida”, comieron en algunos de los 14 restó, degustaron tragos en otros de los 16 bares y hasta vivieron su romántica noche probando los exquisitos platos preparados por el chef Martín Berasategui en Passion by MB.

“No somos de andar mucho. Como en la anterior visita que hicimos, nos quedamos todo el día en el hotel. Parecíamos dos viejitos de más de 80 años. Aunque también es lo que hacen las parejas que están casadas y viajan de luna de miel. Aunque para nosotros esas son vacaciones. Cuando no teníamos ganas de recorrer, nos quedábamos en el lugar”, confesaría el actor y cantante.

“¡Es un ser hermoso y sencillo! Mi familia adora a Juli. Yo lo veo parecido a mi papá porque es tranquilo, de bajo perfil y muy compañero. Por momentos me sorprendo yo misma porque nunca pensé que iba a estar más de tres meses con alguien y con Julián ya cumplimos veintisiete meses juntos”, repite Oriana a la hora de definir a su novio con quien, algunos aseguran, ya planea su boda. Y, hasta, murmuran, que vivieron su firme compromiso frente a sólo un testigo, el tranquilo mar caribeño.

“Ya no soy soltero. Cuando conocí a Ori me enamoró su forma de ser. ¡Quedan muy pocas chicas tan sinceras, humildes y tranquilas como ella. ¡A veces la cargo y le digo que parece una chica de hace doscientos años, de Francia... Porque es de otro tiempo. No le gusta mucho salir, es muy fiel, sencilla y súper amable. Es la chica ideal para novia en todos los sentidos. Y yo, mi primer sueño lo cumplí antes de los 20 con mi trabajo, ahora quiero cumplir el segundo que es tener un hijo antes de los 30...”, supo afirmar el actor con su simpatía y gran sonrisa.

Oriana, dueña de un bello rostro y de un físico privilegiado, hoy vive su amor con total libertad gracias a la previa aprobación de sus incondicionales amores: Cathy y Ova. Precisamente de quienes, para demostrar sus sentimientos, se tatuó sus iniciales “O.C”, en el cuello, al costado de su oreja. “¡Cuidame la nena!”, bromean que fue la única advertencia de un papá tan cuida como Ova.

Rodeados por la embriagante belleza de un mar turquesa, la frondosa vegetación y el calor de los rayos del sol, “Ori” y “Juli” dan rienda suelta a su pasión. Al amor que celebran cada día y que ya proyectan en pareja. “Necesitábamos unos días de relax para recargar las energías. Somos una pareja muy pasional y ¡el mar nos relaja pero también nos hace más fogosos!”, concluyen sin poder evitar sonrojarse.

Agradecimientos: Hotel Paradisus Playa del Carmen (www.paradisus.com) Flavia Girolimini y Federico Akerman para F+F Comunication (PR y Comunicación para Meliá Hotels International).

Fotos: “Chino” Moro

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