jueves 28 de marzo del 2024
ACTUALIDAD 18-04-2017 08:43

Panam presenta a Bautista y festeja el cumple de Sofía

"La maternidad es mi mayor aprendizaje". Galería de fotosGalería de fotos

Acostumbrada a recibir milagros, toma en brazos al nuevo integrante de la familia y llora de alegría. Una vez más agradece a Dios y tiene motivos. Laura Panam Franco (41) no deja de mirar a Bautista, su tercer hijo que nació el 24 de febrero, con apenas 35 semanas de gestación, pesando 2,400 kilos, en el Sanatorio Otamendi, y que debió permanecer 18 días en neonatología. “Cuando quedé embarazada nuevamente, al tener el diagnóstico de la Trombofilia, enseguida recurrí a Hilda Ruda Vega, que es mi obstetra de cabecera y realizó más de 12 mil partos de alto riesgo. Bajo su supervisión y la de mi hematóloga, Adriana Sarto, pude llevar el embarazo con más tranquilidad. En realidad, el nacimiento de Sofi hizo que los fantasmas y temores que me quedaron luego de la experiencia que viví con Chiara, se alejaran de mis pensamientos. La llegada de Sofía fue pura alegría, y si bien una pérdida no te la olvidás nunca, me liberó de tantos miedos... Eso me permitió disfrutar un poco más los siguientes embarazos y partos”, afirma Laura, que junto a su marido Ricardo Pini (42), además son padres de Luca (7) y Sofía (2), y en 2013 sufrieron la pérdida de Chiara, beba que estaba a punto de nacer.

Panam irradia luz y lo celebra.“Me siento plena, soy feliz porque llegó más vida a mi familia. Miro para atrás y lo único que pienso es que la maternidad es, sin lugar a duda, mi mayor aprendizaje. Luca me regaló el título de mamá, y con eso empecé a descubrir mi prioridad en el mundo. Con Chiara comprendí en cuerpo y alma el sentido y el significado de la resignación, y al mismo tiempo potencié mi fe, ya que frente al dolor más grande que un ser humano puede sufrir, me enseñó a renacer. Sofía y Bautista, al nacer por precaución médica de forma prematura, me hicieron aprender a esperar para disfrutar de lo mejor que nos puede dar la vida, que es el milagro de un hijo—afirma Franco, aludiendo a que su hija también debió terminar de formarse en una incubadora—. A los dos los tuve en neonatología, y la verdad es que ese lugar emana toda la paciencia necesaria que jamás pensás que tenés. Te convertís en una mamá leona porque sacás a relucir toda la fortaleza, el coraje, la garra, para acompañar segundo a segundo la mejoría de tu hijo, ese pequeño gladiador. En la ‘Neo’, el temor es contrarrestado por la fuerza vital de esperanza y valentía. Lo experimentan todas las madres que están ahí, por eso te sentís muy identificada. La mamá que no pasó por ahí, no lo puede entender”, agrega.

Lunes 10, 16:30 horas. El SUM del edificio donde vive Panam, en Palermo, es la cita para otra gran celebración: el cumpleaños número 2 de Sofía. Colores pastel, pétalos de rosa sobre una gran “Casa de Princesas”, dulces y caballos de fantasía animan la decoración de ensueño. En la previa, Luca ayuda con los preparativos y Bautista descansa en brazos de su papá. Durante el gran festejo, predomina la música, la alegría y un ambiente de risas y diversión. “Fue una tarde hermosa, Sofía estaba feliz viviendo su propio Cuento de Hadas y, como ama los caballos, cuando vio la decoración estaba muy emocionada. Fue un festejo muy íntimo y en familia, el primero con Bauti”, cuenta Laura a CARAS, tras cortar la torta de cumpleaños. Y retomando el tema de los nacimientos, profundiza sobre las gloriosas vivencias que transitó cada vez que dio a luz.

—Al tener más experiencia, ¿posee “rituales tranquilizantes” durante los partos?

—En vez de dejarme ganar por el miedo, apuesto por la vida, por el creer, el confiar, el volver a intentar. Trato siempre de rezar, de poner toda mi mente en positivo y de rodearme del amor de mis hijos, de mi familia, y siento que así puedo disfrutar mejor de la experiencia. La felicidad al dar a luz a un hijo es indescriptible, imaginate que hace apenas casi dos años la familia se sentía bendecida y acariciada por Dios al darle la bienvenida a Sofía, nuestra “chancletita” hermosa que vino a sanarnos y a multiplicar la alegría y la fe en nuestros corazones.

—El nacimiento de Bautista fue otro motivo de celebración...

—No estaba en los planes hacer remodelaciones en nuestra casa, pero volvió el milagro a mi vida. El Arquitecto llamado Dios nos cantó que nuestro hogar puede ser mucho más grande, y así fue que llegó Bautista. Lo que siento es agradecimiento a Dios, llegó a nuestra familia más vida, más bendición.

—¿Cómo vivió el período en que estuvo en incubadora? ¿Le hablaba?

—Una mamá se conecta con su bebé desde el día número uno, todo el tiempo te estás comunicando con él, cantándole, rezándole, hablándole, eso es muy importante para el bebé.

—¿Luca, que ayudó a crear una canción para su hermanita, ya pensó en un tema para Bautista?

—Empezamos a jugar con que Bauti era “muy movidito” en la panza. En los últimos dos meses de embarazo, comenzó a jugar con su hermanito. Yo le decía: “¿Viste cómo se mueve? Para mí que está pensando en lo que va a ser cuando sea grande”. Y Luca decía: “Sí, mirá mamá, sube y baja, sube y baja, sube y baja... Me parece que mi hermano Bautista quiere ser ascensorista” (Risas). Y a partir de allí no paró más, al otro día me decía que se movía como un tenista, otro como un futbolista, obvio que jugaba conmigo a hacer rimas. Y siguió... como un automovilista, pero la conclusión era que, en todos los casos, “deseaba ser Bautista”.

—Y así nació una nueva canción...

—Dicha letra quedó registrada en una canción y ya se la dimos a Carlos Tarrío para que la musicalice. Lo que me emocionó mucho, hasta las lágrimas, fue que en uno de esos juegos en los que Luca imaginaba todas las profesiones para su hermanito Bautista, yo le pregunté qué soñaba él que sea su hermano: “Quiero que sea como yo, feliz”, me dijo. Imaginate que esa respuesta me transformó en la mamá más orgullosa y radiante del Planeta.

—¿Con cuál embarazo engordó más?

—Con el primero. Porque es como que una se relaja, se da todos los gustos por la ansiedad de no saber cómo son las cosas. Esta cuarta cesárea me encontró un poco más relajada, y en este último embarazo la pasé mejor. Yo soy de comer sano, de tomar mucha agua, no soy admiradora de los fritos, ni del pan. Mis secretos son: mucho líquido, comer cada tres horas, mucho pescado y pollo. Por la Trombofilia, en este embarazo me volví a dar 500 pinchazos de Heparina, todos como siempre en la panza.

—¿Cómo recibieron los hermanitos al nuevo integrante de la familia?

—Luca lo recibió jugando, y Sofía, que todavía no dejó los pañales, se puso un poquito celosa. Pero gracias a mi vocación traté de que todo sea como una fuente de inspiración creativa. Porque entre todos vamos participando de juegos y canciones, para que de alguna manera sientan que me están ayudando y que estamos celebrando la llegada del bebé.

—Es una forma de creación resiliente...

—Sí. Con Luca nació el clásico “Te Amodoro”... Con cada hijo me fui expresando. Chiara hizo que las cataratas de llanto que tenía por la tristeza, muten en un eterno consuelo con “Ya Pasó”, una canción para calmar a los niños. Jugando con Luca, mientras esperábamos la llegada de Sofía, nació “La Chancleta”. Gracias a los balbuceos de Sofí con su Ma, Me, Mi, Mo, Mu, cuando comenzaba a hablar, mientras me señalaba la imagen de una vaca nació la canción “La Vaca Mi, Mo, Mu”, que la vamos a presentar en las próximas vacaciones de invierno. Después, la canción “Luca elije ser feliz”. Y ahora, con los celos de Sofía, empezamos a jugar todos, con otra canción que se llama “Hermanos”. Luca no sólo ayudó con la letra sino que tal vez se anime a cantarla en el teatro. La experiencia de componer las canciones jugando con mis hijos me ayuda a pasar este momento de tantos celos. Puedo calmarlos con el juego.

—¿Cómo se reparte y se organiza para la crianza?

—Ya somos un equipo: Luca hace mucho deportes, mi suegros me ayudan mucho, y así yo me siento más aliviada para enfocarme en los bebotes, especialmente en Bauti, que en este período es cuanto más necesita a la mamá. Le doy la teta cada dos horas y media, o tres. A pesar de que trabajo mucho es importante mantener esa conexión con el bebé y amamantarlo. La leche materna es esencial, por eso siempre me hago tiempo para que Bauti tome la teta, mínimo, cuatro veces por día.

—¿Quién salió más a usted y quién más a su marido?

—No me doy cuenta, te juro. Todavía son chicos, pero por ejemplo Luca es el más mimado porque es el primero, porque es un bombón, ya está en segundo grado, lo perdimos como bebote (Risas). Sofí, más allá de que me imita a mí en todo, tiene una enorme adoración por su papá, y lo domina totalmente (Más Risas). Y Bautista es como un regalo que nos llena de amor.

—Fantasea con tener más hijos o ahora sí, se “cierra la fábrica”?

—No pará, sino seguimos el camino de Maru Botana (Risas). Por ahora estoy feliz con la familia que formé, agradecida a Dios y a la vida, y concentrada en darle lo mejor a mis hijos. Lo complemento con mi vocación de entretenedora, que desde hace 16 años me llevó a ser una de las integrantes de la época más mágica de la vida, la niñez. Esa es mi felicidad, estar criando a mis hijos y poder seguir alimentando mi maravillosa vocación. Me estoy organizando para la próxima temporada en el Teatro Astros, desde el 1 al 30 de julio, donde me va a acompañar un par de fines de semana Carlitos Balá, y La Brujita Marga (la periodista Edith Hermida) que es parte del elenco. Presentaremos la canción “Bautista Elije ser Feliz”. Por su parte, el programa de TV continúa como siempre.

—¿Qué siente cuando está a solas con sus hijos?

—Los miro y siento tanto orgullo. Más allá del cansancio, de las peleas entre hermanos, los celos, siempre deseo que tengan alegría. Musicalizo mi vida, vibro y vivo a través de lo que me va pasando. Le escribo y le canto a los caprichos, a los papelones, a los celos, mis canciones son una herramienta musical para que las mamás jueguen con sus hijos. Mi casa está llena de amor, de muchos abrazos, estoy pasando un momento de plenitud, me siento realizada. Formé la familia que siempre soñé.

por Fabián Cataldo

Agradecimientos: Fotos: @fabianablancofotografia y @gabrielaojedafotografa. Maggie de accesorios

@noa&miaprop. Onasaezkids. Decoración: Natalia Raviola de La Petite Boutique Pastry. La Melange Antiques. Gladys Andrade Make-Up y Amanda para Bebe Sanders. Laura para David Vargas.

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