viernes 29 de marzo del 2024
ACTUALIDAD 07-12-2017 07:44

Agustina Kampfer presenta a Juan su hijo de 1 mes y medio

“Haber elegido ser madre soltera es mi desafío más grande.” Galería de fotosGalería de fotos

Dice que cada día es diferente, que la adaptación es mutua y gradual, de feedback entre ella y su hijo. “Los dos vamos cambiando juntos. Es impresionante cuán distinto es Juan día tras día, todo lo que aprende, cómo va desplegando muestras de su personalidad. Yo lo dejo ser y me amoldo a lo que me demanda”, expresa Agustina Kämpfer (36) mientras el bebé que tuvo con su amigo, Agustín Badaracco, reposa plácido entre sus brazos. Desde hace poco más de un mes, la periodista cambió sus horas de sueño, su forma de vestir y hasta se olvidó de las agujas del reloj. Y lo celebra: “Ahora sé parar. Si antes de ser madre hubiera tenido una vida más pasiva, tal vez el cambio no sería tan drástico. Esta quietud es totalmente novedosa pero el aprendizaje me hace más sabia. Y, con la ropa, si algo no es práctico, no me lo pongo. ¡Ahora tengo una sola mano para todo!”

Lejos de sus movidas jornadas de trabajo como panelista del programa “Cortá por Lozano”, Agustina dejó su profesión en stand by y sus preocupaciones se centran en las necesidades de su heredero y en los amigos que recibe a diario. “Viene mucha gente a conocer a Juan y somos grandes anfitriones. Si en algún momento se pone medio asqueroso con alguien que lo alza, le pongo una remera mía a la visita para que él sienta mi olor y se relaje”, asegura. En esa búsqueda constante de trucos de convivencia, el padre de su hijo fue fundamental. “Si bien ‘Agus’ ya volvió a México -donde vive y trabaja como empresario gastronómico-, en las primeras semanas del bebé que convivimos me ayudó un montón. Desde su presencia en el nacimiento, él y Juan se disfrutaron mucho. Fue el primero en cambiarle los pañales porque yo estaba muy dolorida tras las siete horas de intento de parto más la cesárea. También fueron los primeros en abrazarse: Juan vino al mundo muy agotado, le puso una garra enorme para llegar al tercer canal. Así que apenas nació me dejaron darle un beso y lo llevaron a la neo inmediatamente, en brazos del padre. Recién pude tenerlo conmigo unos minutos después, que fueron los más largos de mi vida”, confiesa.

A pesar  del contexto movilizante que protagoniza, la comunicadora manifiesta que sus días son de mucha tranquilidad y disfrute. “Juan es un santo. Como está muy bien de peso, no hace falta que lo despierte para amamantarlo, él solito abre los ojos un par de veces por noche y sin escándalos. Tira unos gorgoteos divinos que me hacen reír, esa debe ser su estrategia para que no me levante de mal humor. Incluso me hace ignorar cómo las horas de teta me dejan la espalda a la miseria”, afirma. “No es del todo parecido a alguno de nosotros, tiene cositas aisladas. La boca y la nariz son muy mías, pero tiene tanta cara de varón que por momentos me cuesta encontrar similitudes. ¡Sí se parece al bebé más lindo del mundo!”, agrega entre risas quien retomó la actividad física, con bicicleta y caminatas.

Agustina alza a su bebé y se lo da a una amiga, aclara que no es una mamá obsesiva ya que no quiere un niño aséptico ni criado “en formol”. “Tengo los cuidados generales de todo recién nacido, pero nada de sobreactuaciones. Sólo por momentos no puedo evitar esa especie de angustia que provoca pensar que mis errores van a repercutir, indefectiblemente, en la persona que más amo. Ahora todo es diferente, muchas cosas ya no me dan lo mismo. Internalizar eso es un viaje a la estratósfera”, destaca y sus ojos brillosos la delatan. “Juan me trajo calma. Lo miro a los ojos, respiro y siento que todo es paz. Haber elegido ser madre soltera es mi desafío más grande. Si bien muchas cosas podrían ser más fáciles si estuviera compartiendo la vida con alguien, muchas otras podrían ser más complicadas. Ni una familia tradicional ni la maternidad en solitario son garantía de algo. Me siento protegida por mi propio instinto y eso va mucho más allá del tipo de familia que tengo. Juan llegó a mi vida para ser luz en nuestra Navidad”, concluye feliz mientras observa a su bebé tomar entusiasmado su dedo.

por Naiara Vecchio

Agradecimientos: Fotos: Gabriela Ojeda (Instagram: @gabrielaojedafotografa). Vestuario Juan: Maggie Biandratti, @noaandmiaprops. Colaboración: Yanina Ramallo.

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