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ACTUALIDAD 04-07-2018 23:40

Laurita Fernández: "Hoy tengo ganas de estar sola"

La bailarina reveló detalles de su ruptura con Fede Bal y abrió su corazón. "Necesitaba estar sola para crecer", dijo. ¡Detalles en la nota! Galería de fotosGalería de fotos

Un hit nacional suena en FM Vale 97.5 y Laurita Fernández (27) lo presenta divertida, cálida, a pocos minutos del final de su programa radial. Cerca de las 14 del viernes 29, el invierno porteño regala una tarde primaveral de 15 grados y la bailarina llega puntual a la producción con CARAS luego de conducir “Dale que Vale” de 10 a 13.

Con poco maquillaje, jeans y zapatillas, la bailarina acepta tomar sólo una lágrima y aclara que comerá rápido un sándwich al finalizar las fotos para llegar a tiempo al teatro. Desde abril, cuando debutó como protagonista de “Sugar” en el teatro Lola Membrives, la figura de la agencia “Chekka” no hace otra cosa más que trabajar.

“Es el último mes de la obra y en agosto empiezo una etapa nueva como jurado en Showmatch, mientras los fines de semana sigo con la conducción de “Combate” por Canal 9. Jamás renegué de salir del ‘Bailando por un Sueño’, es un privilegio ser popular, eso no te hace más o menos capaz. Amo lo que hago, tampoco podría quejarme por cansancio. Ojalá toda mi vida pueda hacer musicales y conducir en TV y radio. Cada día celebro el camino recorrido, agradezco que mis padres me hayan inculcado la capacitación desde chica: a los cuatro años empecé mis clases de baile y, a los dieciséis, de canto. No me siento protegida por nadie en el medio, sino bendecida”, asevera Laura.

—¿Cuál es su vara profesional para este año?

—Siempre trato de crecer artísticamente y como mujer. Estoy permanentemente en búsqueda de la perfección, de que aquello que hago sea impecable. Soy muy autoexigente. Acepté el desafío de ser jurado en el “Bailando...” para no ser repetitiva, para ofrecerle algo nuevo al show. Fue un halago la propuesta porque yo nací de un casting de ellos de cinco mil chicas, donde fui a acompañar a una amiga. Afortunadamente, el paso del tiempo vino acompañado de un crecimiento profesional. Pero hoy veo las cosas diferentes a cuando empecé en el medio a los 19 años: aprendí a aceptarme, ya sea desde lo físico y artístico. También hoy elijo y necesito estar sola.

—Entonces, ¿no hay reconciliación con Federico Bal?

—No, nada de eso. No hay reconciliación. Simplemente coincidimos en un lugar y tomamos un café antes de irme a la función. Celebro que pese a separarnos podamos llevarnos bien y tener un lindo vínculo. Será siempre alguien importante para mí, tuvimos una relación muy especial. Nunca perdimos el contacto porque nos interesa saber del otro. Nuestra separación fue de la mejor manera, entendiendo que no podíamos seguir juntos por determinadas circunstancias que quedarán en nosotros. La ruptura no fue porque alguien dejó de amar, aún hay mucho, mucho, amor de ambas partes. Por eso fue difícil separarnos. Pero los dos decidimos que en este momento era lo mejor, no sé qué pasará en el futuro. Nunca le pondría un título a nada.

— ¿Lo extrañá?

—Sí, aunque uno también extraña la vida en pareja, el compartir actividades, salidas, encuentros. A mí me encantaba estar de novia con él. Pero sabemos que la separación fue para nuestra mayor tranquilidad. Ambos tenemos muchas cosas para experimentar por separado. Si en otro momento nos reencontramos, será diferente a como vivimos antes el noviazgo. Fue todo muy intenso, estuvimos poco más de dos años juntos pero pareció más tiempo. Hoy tengo ganas de estar sola. Sería un error apresurarme a estar otra vez en pareja, primero tengo que soltar y cerrar una etapa. Me cuesta abrirme ante alguien. Te pueden escribir y podes conocer nuevas personas, pero de ahí a comenzar un vínculo hay un largo camino. Igual no me pasó todavía, salgo poco: cuando tengo espacios libres, los uso para dormir, descansar o ver a mis afectos. Los lunes a la noche me junto con mis amigas de toda la vida, vamos a comer y tomar algo. Igualmente nunca fui de salir mucho a bailar porque como mi trabajo se basa en eso, a la noche me gusta hacer planes más tranquilos.

—Quizás le toca puntuar a su ex como participante...

— ¡Será un placer porque él me encanta artísticamente! Disfruté mucho bailando juntos y pienso que también lo haré como jurado. Si Fede acepta, muchas veces me van a dar ganas de estar ahí en la pista bailando con él.

— ¿También puede puntuar a su madre Inés Stork Banquer?

— ¡No quiero ni pensarlo! Está analizando la propuesta del Bailando y veo que se acerca más al sí que al no. No quiero que acepte, no es por egoísta, es porque no puedo correrme del lugar de hija: será fuerte ver a mi mamá producida y expuesta en la pista. No es del medio y me da miedo porque al ser tan auténtica y picante, ¡puede decir muchas cosas que sabe mías! ¡Le pondría un cero para que se vaya rápido! Ja,ja. Más allá de lo que prefiera, apoyaré su decisión, ella lo ve como un juego y para salir un poco de su rutina.

— ¿Qué le aportará al jurado?

—Le daré la visión de alguien de mi generación, que estudió clásico y sabe la técnica, pero que también está actualizada sobre lo que avanzó el baile a nivel mundial. Seré exigente como lo soy conmigo, pero analizaré la emoción que me provoque toda la demostración artística del participante. De a poco encontraré mi lugar en el certamen, como lo fui encontrando en el medio.

—En ese crecimiento artístico, ¿su gran referente fue Susana Giménez?

— ¡Sí! Admiro su versatilidad y espontaneidad. Es hipnótica, nunca pierde la alegría. Me encanta la mujer independiente y empoderada que es: todo lo logró sola, con su esfuerzo. Es un ideal para cualquier persona que se dedica al espectáculo. Para hacer “Sugar”, le pedí un consejo y me dijo que sólo me divierta y disfrute porque el personaje es un regalo. Me deseó mucho éxito y prometió venir a verme luego del Mundial.

— ¿Y qué le dijo Gustavo Yankelevich cuando la convocó para reemplazar a Griselda Siciliani?

— ¡Palabras hermosas, sabía todo lo que había hecho! No lo podía creer, es un genio. Me dijo que confiaba en mí, que me centrara en mi trabajo arriba del escenario que abajo se ocupaba él. Me dio tranquilidad, todo el elenco se siente muy contenido por él. Al principio era un desafío y una presión encabezar semejante obra, pero por suerte a la gente le gustó y sigue posicionando a “Sugar” entre las más vistas. En ese sentido, Griselda fue divina conmigo: me dijo que le consultara cualquier duda y el día del estreno me dejó una foto de Marilyn Monroe con una carta de buenos deseos. Fue un mimo hermoso porque también es alguien que respeto y admiro.

—Cuando empezó la obra la relacionaron con Nicolás Cabré, ¿Cómo enfrenta cada rumor amoroso?

— No le doy importancia. Sé que pueden relacionarme con muchos hombres pero dejo que el tiempo aclare. Estoy soltera. Nicolás es un excelente compañero, al igual que Federico D’Elía y todo el elenco que me recibió de la mejor manera y me hizo el trabajo más fácil.

— ¿Cuál es su ideal de hombre?

—No tengo. Lo comprobé con Fede que es todo lo contrario a lo que hubiese elegido, desde su personalidad o físico. Y, sin embargo, me re contra enamoré. En ese sentido, dejo que la vida me siga sorprendiendo.

— ¿Cómo es cuando se enamora?

—En el amor, soy romántica pero relajada. Me gusta soltar mi parte sensible, dejar que me abracen, que me quieran y protejan. Me gusta la vida en pareja pero también puedo estar sola y feliz porque me siento muy bien conmigo. Como mujer, soy independiente, liberal y ansiosa.

—¿Cuáles son sus tips de belleza?

—Al tener el pelo rubio, lo cuido e hidrato mucho. A su vez, trato siempre de desmaquillarme bien y usar buenas cremas para la piel. Con respecto a la comida y al gimnasio, no soy obsesiva: me doy mis gustos pero generalmente como sano porque me mantiene más liviana. Y camino una hora por día o las veces que puedo en la semana, aparte de mis clases de baile.

— ¿Qué le diría a las chicas que sueñan con seguir sus pasos?

—Con mi humilde ejemplo trato de demostrar que no hace falta tener un padrino para poder cumplir los sueños. Muchas veces me dijeron que no, pero hay que ser perseverantes hasta que llegue la oportunidad. Y si no se da, saber que uno hizo todo y no era para nosotros. Cada vez que me reconocen en la calle y elogian lo que hago, me sigo sorprendiendo porque me hace acordar a cuando era chica y quería la foto con mis ídolos. Flashear estelaridad no va conmigo. Sí me gusta jugar a ser una diva en las producciones pero en mi cotidianidad soy muy sencilla, no ando con tacos de la mañana a la noche.

—¿Encontró su mejor versión?

—¡Ojalá.. jaja! Siento que fui evolucionando y, si bien todavía me falta mucho por aprender, me gusta la imagen que me refleja el espejo.

Laura habla con la serenidad de aquella niña que escuchaba atenta a su madre cada vez que le decía que estudiara porque cuando llegara la oportunidad no iba a tener tiempo. Reflexiona con la convicción de quien construyó sus logros centrada en sí misma, sin medirse con otros. En el camarín donde la rodean portarretratos con sus afectos, a punto de comenzar una nueva función de “Sugar”, cuenta que una de sus asignaturas pendientes es viajar y conocer Nueva York. “Siempre soñé con ir a ver los musicales de Broadway: antes no tenía dinero y ahora me falta tiempo”, confiesa mientras a pocos metros una platea colmada espera ansiosa verla.

por Naiara Vecchio

F.DEBARTOLO/PERFIL

Agradecimientos: Estilismo: Mónica Sirio. Ropa:

Fabián Zitta, Luna Garzón. Sarkany. Make up:

Gabriela Águeda Romero [email protected].

Peinó: Sergio Bertrán. Prensa: Mauricio Catarain.

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