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Tanto los hinchas de River como aquellos que son de otros clubes lo ven como un “hombre de hierro”. Inquebrantable, con ideas y proyectos sólidos que llevaron a la institución de Nuñez, desde que la preside en 2013, a convertirse en la más ganadora de los últimos seis años. Es más, gracias a los logros deportivos se convirtió hace tan sólo una semana, cuando los “millonarios” obtuvieron la Recopa Sudamericana, en el presidente más ganador de los 118 años de historia del club que fue fundado un 25 de mayo de 1901.
Fue él quien contrató a Marcelo Gallardo como director técnico y el “muñeco” le respondió con títulos internacionales y locales, que sumados a los que le dio Ramón Díaz, llegó a la marca de 12 torneos entre los que se destacan: dos Copas Libertadores, una ganada a Boca y en Madrid, tres Recopas, una Copa Sudamericana y una Supercopa Argentina, también triunfante ante el rival de toda la vida, entre otros.
Pero si bien para Rodolfo su vida es River, ya que desde que era un niño iba a la cancha a alentar, su cable a tierra y lo que más ama en el mundo es su familia y más aún a sus nietos, a quienes presentó en exclusiva a CARAS en una producción realizada en la casa de su hijo mayor, Rodolfo. “Mi familia es mi mayor tesoro. Junto a mi esposa Patricia hemos formado un vínculo hermoso, de respeto, confianza y libertad tanto con nuestros hijos como con nuestros nietos. Estoy muy orgulloso de todo lo que logramos juntos”, cuenta D’Onofrio, íntimo, como pocas veces se lo puede escuchar.
Padre de Rodolfo su hijo mayor, que le dio dos nietos, Rodolfo y Máximo, también tiene a Mercedes quien vive en Florencia, Italia y le dio otros tres nietos, Thiago, Felipe e Isabel, y a Clara, su hija menor quien reside en Buenos Aires, el presidente de River dice que es tan grande su fanatismo por el club, que logró que toda su familia tenga el mismo amor por los colores rojo y blanco que tiene él. Es más, su grupo familiar de Whats App se llama “River Monumental”. “A través de videos, llamados y audios puedo estar en contacto con mis amores que viven en Italia. Con mi nieto mayor tenemos desafíos al fútbol y aunque no lo crean a la Play Station, ahí se pone complicada la cosa, soy un abuelo moderno”, dice riéndose.
Hombre de palabra dice que no intentará modificar los estatutos del club para buscar una nueva reelección (cada presiente puede renovar su mandato sólo una vez y él ya lo hizo) porque cree que “un presidente no puede perpetuarse en el poder” y con respecto al presente del país asegura que la famosa “grieta” es lo peor que puede vivir la Argentina y que aún no sé ve alineado políticamente con ningún partido. “Es momento de que todos los que tienen poder se reúnan y compartan ideas y planifiquen un futuro mejor. El año que viene va a ser muy duro todo lo que hay que afrontar y tenemos que lograr una unidad, un acuerdo. En lo que respecta a mí, nunca me van a encontrar en un lugar que esté peleado con otro”, resumió y siguió jugando un disputadísimo “cabeza” junto a Rodolfo.
