Editor de Protagonistas, música y Lifestyle.
Juan Cruz Cabral Lodoli
lodolijotace
www.instagram.com/juancruzcabrallodoli
Compartí esta nota
Hace algunas semanas explotaron los rumores de una supuesta infidelidad de el Príncipe William a Kate Middleton. El hijo mayor de Lady Di y el Príncipe Carlos fue visto muy cerca de una mujer en un bar en Londres. El problema se hizo más grande cuando se dio a conocer el nombre de la tercera que puso en peligro el matrimonio de los Duques: Rose Hanbury, ex modelo y Marquesa de Cholmondeley y además, amiga íntima de Kate.
Por el momento ninguno de los personajes en cuestión se animó a aclarar estos fuertes rumores o negar las fotografías, no obstante la pareja real se mostró de los más bien en el cumpleaños 93 de la Reina Isabel. Por su parte según la BBC y Vanity Fair, los Duques va a hacer un viaje a Gales en mayo. El destino no es nada inocente, ya que ese es el lugar donde la pareja vivió por muchos años antes de su gran boda en 2011 y ser padres.
En Gales, William y Kate solían vivir en una casa de cuatro habitaciones, donde llevaban una vida muy hogareña. Vivieron ahí durante tres años, su vida era totalmente alejada del glamour que carcateriza a la corona, según comentó un amigo cercano a la pareja.
“Sé que puedo hablar por Kate cuando digo que jamás en mi vida he conocido un lugar tan hermoso y amable como Anglesey. Sé que ambos lo echaremos terriblemente de menos. De todo corazón gracias por habernos hecho sentir tan bien recibidos a mi mujer y a mí cuando vinimos”, indicó el príncipe William cuando se despidió de sus vecinos, para iniciar su vida en el Palacio de Kensington.
En esa época de su vida, el heredero al trono iba a trabajar como cualquier persona normal, mientras Kate se hacía cargo de las tareas del hogar. Además, en sus tiempos libres, Kate y William se la pasaban viendo la serie de televisión The Killing y salían a pasear a la playa con su perro 'Lupo', detalló la fuente a Vanity Fair.
La prensa británica consideran este viaje como un grito desesperado de trabajo para recuperar su matrimonio. De hecho, en las celebraciones de pascua, la duquesa de Cambridge usó los mismos aros que el día de su boda y un vestido Alexander McQueen, la misma firma que su vestido de novia, otra supuesta "señal" de que el matrimonio aún esta vigente.
