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Su majestad, la reina Isabel II murió a sus 96 años. Fue en el castillo de Balmoral en Escocia donde ha viajado su círculo más íntimo para despedirla. Su hijo, el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, viajó de inmediato tras enterarse que su madre recibía atención médica, según informó Clarence House.
Es necesario recabar la importancia del reinado de Isabel II, uno de los más longevos y representativos de nuestros tiempos. El pasado 6 de febrero, la reina cumplió 70 años en el trono de Gran Bretaña.
Su reinado comenzó al fallecer de forma inesperada su padre, el rey George VI. Una joven Isabel recibió la novedad en la lejanía: se encontraba en Kenia con su marido Felipe representando a la monarquía inglesa en una gira oficial que incluía otros países de la Commonwealth. Isabel se convirtió inmediatamente en reina, con tan solo 25 años.
Una vez transcurrido el periodo de luto, el 2 de junio de 1953 se llevó a cabo su coronación, ante la vista del mundo entero, ya que el evento se transmitió en vivo por televisión, marcando un punto de inflexión hasta lo que en ese momento se conocía sobre estos rituales de sucesión.
Entre los acontecimientos históricos que marcaron su reinada estuvo el hecho de la separación de las colonias cuando en 1957, Ghana fue la primera colonia británica en África en independizarse. Un puntapié que marcaría la irrefrenable voluntad de los puebloes quienes para 1970, se habían independizado.
Otro de los hitos de la monarca fue que inauguró los paseos públicos que acercaron a los miembros de la Familia Real con el público. El primero de ellos se llevó a cabo en Sidney, Australia en 1970, una práctica que se ha convertido desde entonces en una de las estrategias clave de la realeza y que fue la princesa Diana de Gales su principal exponente. En este sentido, el casamiento de Carlos I, el primer hijo de la reina, fue otro gran acontecimiento.
En 1981, el príncipe Carlos se casa con Diana Spencer en una boda en Londres que pareció de cuento de hadas. La llegada de Lady Di a la familia causó más revuelo y notoriedad, también sumió al clan en varios escándalos previo a que el matrimonio terminara en divorcio, un hecho que llevó a que la monarquía fuera duramente criticada en base a sus tradiciones.
Los 90 y el nuevo milenio: drama y decadencia de las tradiciones de la Corona
Fue en ese contexto que el 25 de diciembre de 1992, año de la separación definitiva de Carlos y Diana, la reina brindó el “annus horribilis” en donde describió su tristeza por los acontecimientos del año, entre los cuales también resaltaron las separaciones del príncipe Andrés y el divorcio de la princesa Ana, y un devastador incendio en las inmediaciones del Castillo de Windsor, el 24 de noviembre de 1992.
Luego, llegaría uno de los momentos más sonados de la monarquía en cuanto a hechos trágicos y este fue la muerte de Lady Di el 31 de agosto de 1997 en un trágico accidente automovilístico mientras era perseguida por paparazzis en el túnel del Puente del Alma, luego de que intentara escapar a la prensa junto a su novio, Dodi al-Fayed. La fría reacción de la soberana, contrastó con el dolor del pueblo que no le perdonaron su silencio.
Luego, en 2002, se sucedieron dos muertes que golpearon a Isabel: la partida de la princesa Margarita y la Reina Madre. La rebelde hermana de la monarca murió a causa de un accidente vascular cerebral, a la edad de 71 años. Dos meses después, el 30 de marzo, la Reina Madre falleció a los 101 años.
El renacer por el interés sobre la Familia Real
Para el 2011, la reina evidenciaría un renacer en la emoción del público con su reinado tras la boda de William y Kate Middleton. El nieto de Isabel II y segundo en la línea sucesora, se casó con su novia de años convirtiéndose en los Duques de Cambridge. La ceremonia se llevó a cabo en la Abadía de Westminster, y contó con la amplia presencia de la realeza. La pareja es una de las mayores representantes de las actividades que realiza la Familia Real.
En ese mismo año, Isabel también demostró su valía, siendo la primera monarca en visitar Irlanda luego de su independencia en 1922. El viaje de la reina significó un momento positivo entre ambas naciones y una señal clara de reconciliación.
Un año después, la royal celebraría su Jubileo de Diamante, uno de los más fastuosos hasta la fecha puesto que en ese entonces cumplía 60 años en la Corona británica. Esta época ha sido de gran crecimiento y redescubrimiento de la realeza, en especial con sus nuevos exponentes. En este contexto, el 9 de septiembre de 2015, Isabel II se convierte en la monarca británica más longeva de la historia
En medio de la exposición del príncipe Harry en los tabloides británicos, al ser conocido como el royal "fiestero", se comenzó a encaminar al joven para que sentara cabeza. Fue la boda de Harry con Meghan Markle uno de los acontecimientos más sonados de los últimos años, además de ser una boda ideal y mágica por cuanto mostraba lo enamorado que estaba el joven de su prometida, también fue el principio del fin para los duques de Sussex en su rol en la Corona.
A dos años de su unión se produce lo que los medios ingleses titularon como el "Megxit", un juego de palabras que se relaciona al Brexit, por el cual el Reino Unido abandonó la Unión Europea (UE) tras haber llevado a cabo un referéndum que aún divide a los ingleses, y por el cual Isabel II debió entregar su “consentimiento real” para que se llevara a cabo.
Tras la partida de Harry y Meghan a los Estados Unidos, la imagen de la Familia Real estuvo sumida en la polémica por cuanto fueron tildados de discriminadores debido a las infidencias que contó la duquesa sobre los comentarios raciales que surgieron del entorno más cercano a Harry, sobre su descendencia.
A esto se sumó la muerte del duque de Edimburgo, el esposo de la reina, el 9 de abril de 2021, quien fuera su compañero por 73 años. La monarca quedó desconsolada al perder a su apoyo más fuerte. En medio de este dolor, la nación celebró sus 70 años en la corona el pasado abril en un festejo que duró una semana con diferentes homenajes.
