sábado 20 de abril del 2024
ACTUALIDAD 06-10-2015 11:58

Gisela Bernal y el futuro de su pequeño hijo Ian

“Solo quiero un poco de paz”.

Lejos de la polémica y las críticas, Gisela Bernal (29) pasó los últimos meses refugiada en su hogar y en el amor de su pequeño hijo Ian (2).  Vaticinó a Francisco Delgado (30) como ganador de “Gran Hermano 2015” y aguardó ansiosa el íntimo reencuentro de los tres. Nerviosa vivió su paso por los tribunales porteños junto a sus nuevos abogados, Gonzalo Fernández y Francisco Oneto, y con un dejo de tristeza recbió el pedido de “supresión de identidad” del pequeño que le enviara su ex pareja Ariel Diwan (40).

“Llamaría a la sociedad a hacer introspección, porque seguramente cada uno tiene mucho para autocriticarse como para seguir agrediéndome. Sólo quiero que me den un poco de paz para continuar con mi vida. Será mi hijo el día de mañana el que tenga que preguntarme por su historia. Hoy hago las cosas lo mejor que puedo. Sólo quiero dignificar a una mamá que trata de salir adelante sola con su hijo”, aseguró Gisela. El primer fin de semana de octubre en el hogar de Palermo que habita la bailarina junto a su madre y a su hijito, se vivió un clima especial. Francisco se reencontraría con el pequeño por primera vez desde que estallara el escándalo. Muchos aseguran que el gran parecido físico entre el hombre y el niño es asombroso. Su cabello, sus ojos claros –como los de la madre de Francisco– y su sonrisa permanente los acercarían más allá de los análisis. “Hoy sólo quiero cuidar a mi hijo para que no viva todo ésto con dolor. Gracias a Dios no es consciente de lo que pasa pero igual me asesoro sicológicamente para protegerlo. Los pasos en la Justicia ya fueron dados. Está en trámite la impugnación de paternidad y continuaremos con el ADN que hay que hacer. Quiero despejar todo tipo de dudas. Quiero que pase rápido esta tormenta terrible”, confesó. Y, con su tesoro más preciado bien protegido, concluyó: “Francisco es una buena persona. Confío en él y en que podamos transitar juntos este camino, que es el de ser padres. Me sentí muy atacada por la sociedad hipócrita en la que vivimos que mira la paja en el ojo ajeno. Pero todos los seres humanos tenemos equivocaciones y errores y para mí ésto, es una herida muy abierta todavía”.

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