martes 16 de abril del 2024
ACTUALIDAD 17-03-2016 17:35

La emotiva boda de la hija de Victor Hugo Morales

“Fue un casamiento soñado”. Galería de fotosGalería de fotos

Sin dudas fue una de “las bodas del año”. Ana Laura Morales, hija del reconocido periodista uruguayo Victor Hugo Morales, contrajo matrimonio el sábado 13 de febrero con el empresario Santiago Laborde. Luego de años de noviazgo y de haber sido presentados a través de amigos en común, la pareja decidió sellar su amor con un gran casamiento en Montevideo. La boda religiosa se realizó en la iglesia San Juan Bautista, en pleno barrio de Pocitos, a la que la novia arribó sobre las 17:00 horas del brazo de su famoso papá, mientras el coro Aparcanto entonaba la tradicional marcha nupcial. El sacerdote Henry fue el elegido para que llevara adelante la ceremonia y antes de finalizar les dio una grata sorpresa. Les dijo a los novios que tenía un regalo traído especialmente para ese día desde Roma. El Papa Francisco les envió un documento sellado y firmado desde el Vaticano, con un emotivo mensaje para los recién casados extendiendo la bendición de su unión.

Como Ana Laura es una de las más reconocidas Master Wedding del mundo de las bodas y los eventos, la organización de la fiesta se realizó con mucho tiempo y no dejaron detalle liberado al azar. La comunicadora seleccionó a Susana Fernández y Lily Gómez, dos expertas wedding planners para su casamiento. “Ambas llegaron a Uruguay con un mes de antelación. Se encargaron de todo el gran despliegue, de la logística y de la coordinación internacional entre los proveedores del Sofitel y Martín Roig. Como trabajo permanentemente en el extranjero contraté a los mejores proveedores de Latinoamérica”, aseguró Morales a CARAS.

La fiesta fue para 120 invitados y se celebró en el Hotel Sofítel Carrasco. Primero se realizó un cóctel en la terraza imperial para recibir al atardecer, allí el novio dio un emotivo discurso que finalizó con un show de fuegos artificiales. Inmediatamente todos los invitados se trasladaron al salón Doré para dar comienzo a la fiesta. Al ingresar al salón las miradas fueron directamente hacia la novia, que lució un impactante vestido color blanco, diseñado por la destacada diseñadora barcelonesa Rosa Clara. El mismo fue comprado por Ana Laura en uno de sus viajes de trabajo en el Atelier de la marca en New York. Mientras que el novio eligió un smokin de Calvin Klein que combinó con una camisa blanca y una pajarita negra.

La moderna y cálida decoración estuvo a cargo del argentino Martín Roig –el mismo ambientador de la boda de Luisana Lopilato y Michael Bublé-. “Martín fue el encargado de toda la estética de la boda y de la supervisión de los infinitos detalles que recibieron los invitados”, contó Ana Laura.

En el salón, los invitados se sorprendieron con un show de una cantante estilo años 50 que viajó especialmente para ese día desde Buenos Aires. Durante la noche, se escuchó música para todos los gustos, desde electrónica hasta cumbia, y ésta fue el motor que puso en marcha a casi todos los familiares y amigos. Sin lugar a dudas, lo más original de la fiesta fue el cotillón traído exclusivamente desde Venezuela. Uno de los más divertidos de la noche fue el padre de la novia, que estuvo pendiente de su hija en todo momento.

Al consultarle a Ana Laura cuál fue el momento más emotivo, ella aseguró que fue cuando un grupo de 5 músicos clásicos tocaron temas de las películas y canciones favoritas de ellos, mientras se cortaba el pastel de bodas. El mismo fue diseñado por la novia y tenía un metro y medio de alto. Adornado con decenas de rosas y orquídeas blancas. Los recién casados tendrán que esperar unos meses para disfrutar de su luna de miel, en Asía y Europa del Este, ya que ambos tienen muchos compromisos internacionales ya agendados.

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