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Como ya es tradición desde 1297, año en el que la familia Grimaldi asumió el trono del principado de Mónaco, diez días antes de la Navidad abren las puertas de su palacio para que Papa Noel reciba a todos los niños, les desee su tradicional “Joyeux Noel” y les entregue su regalo. En la actualidad el príncipe Alberto (58) y su esposa Charlene (38) ofician de anfitriones de esa especial jornada. Y este año se sumaron a la ancestral costumbre los mellizos Gabriele y Jaime (2).
Ya en 2015 los pequeños habían participado de la fiesta pero al ser tan chicos sólo estuvieron unos minutos. Pero este año estaba todo preparado para que vivieran a full su segunda Navidad en Palacio. Con su padre vestido informalmente con una corbata con dibujos de Mickey y Goofy, todo debía resultar una divertida reunión. Sin embargo grande fue la sorpresa cuando Gabriele estalló en un llanto sin consuelo ante la aparición de unos grandes muñecos de nieve que bailaban alrededor de Papa Noel. La pequeña se asustó mucho, sintió pánico y debió retirarse, en brazos de su “nana”, del tradicional encuentro ante la incontenible tentación de sus padres. Alrededor del gran árbol de Navidad que cada año se arma en el centro de las escalinatas de la entrada principal del Palacio, cientos de niños se reunieron a entonar los clásicos villancicos que los príncipes aplaudieron felices. Y Jaime, como un digno “mini royal”, asumió su compromiso y saludó a los cientos de monegascos que se reunieron frente al palacio para recibir su saludo navideño.
FOTOS: AFP
