jueves 18 de abril del 2024
ACTUALIDAD 14-03-2017 09:37

Raphael, íntimo, antes de presentar su show “Sinphónico" en Buenos Aires

“Enamoro a hombres como a mujeres". Galería de fotosGalería de fotos

Hubo un momento mágico en el que empezó su intenso vínculo con la Argentina. Fue en 1966, cuando cantó un tango por primera vez en un programa especialmente dedicado a él, conducido por Nicolás “Pipo” Mancera.“Me acuerdo que interpreté la canción ‘Nostalgia’, y hoy eso se puede ver en YouTube”. Entonces Raphael (73) empezó a sentir que nuestro país era su segundo hogar. Y ahora vuelve a Buenos Aires para presentarse el 8 de marzo en el Teatro Gran Rex, con su espectáculo llamado “Sinphónico”, una verdadera noche de gala ofrecida por única vez. “Sinceramente creo que es lo mejor que he hecho en mi carrera. ¡Y mira que he hecho mucho!(Risas). Es un espectáculo muy diferente, difícil, pero para mí es maravilloso llevarlo a cabo”, le dice a CARAS el cantante que se casó en 1972, en Venecia, con Natalia Figueroa, hija del marqués de Santo Floro y nieta del conde Romanones, mujer con la que tuvo tres hijos, Jacobo Miguel, Alejandra y Miguel Manuel, además de sus nietos Manuela (12), Nicolás (11), Carlos (9), Jorge (7) y Manuel (6).

—¿Cómo describiría esta etapa de su carrera y de su vida?

—Estoy en la mejor década de todas las que he tenido. Espero y deseo que esto continúe así de bien durante mucho tiempo.

—¿Por qué cada regreso a la Argentina es una vivencia tan especial?

—Tuve la suerte de ir de muy jovencillo, fue un gran suceso, y desde entonces vengo repitiendo el éxito a lo largo de los años. Tengo muchos amigos argentinos, casi todos mis directores musicales también nacieron en la Argentina, como Waldo de los Ríos, “Bebu” Silvetti, César Gentile, Juan Esteban Cuacci y Juan Pietranera. En este caso, con “Sinphónico”, el director es Rubén Diez, que sí es español (Risas).

—¿Qué es lo que más le gusta hacer cuando visita nuestro país? ¿Los tópicos frecuentes (asado, tango) o tiene algunos rituales secretos que desee compartir?

—No soy de mucho comer, más bien como para vivir, no vivo para comer. Cuando voy a la Argentina, me como un bife de chorizo, pero siempre con medida, porque no soy grandote (Risas). No fui a muchas milongas, pero me di el gusto de grabar un disco de tangos, que es de lo mejor que he hecho en disco.

—¿Cómo percibe al público argentino?

—Siempre ha sido fantástico, desde mis primeras visitas hasta el día de hoy.

—¿Cuál es su principal carisma a la hora de enamorar?

—Enamoro tanto a hombres como a mujeres. El carisma no me lo puedo ver yo mismo, lo perciben los demás. Realmente no sé qué ven en mí, me está dando una idea... Voy a empezar a preguntar:“¿Usted qué ve en mí?” (Risas).

—Igualmente debe ser consciente de sus armas de seducción: ¿siguen siendo las mismas de siempre, o con el tiempo fue creando otras formas más sofisticadas de generar atracción?

—Creo que lo principal está en la voz, lo demás es secundario.

—¿Es muy consentidor como abuelo? ¿Cuál es el grado de conexión que mantiene con sus nietos?

—Sí, soy totalmente consentidor. Mis nietos conmigo hacen lo que les da la gana. Eso es ahora porque son pequeños, cuando sean mayores ya hablaremos (Risas).

—Siente que cumplió todo lo que se propuso como ser humano, o hay algún sueño pendiente que esté persiguiendo o a punto de realizar...

—Cuando deseo algo, enseguida me dirijo a hacerlo. No me quedé sin hacer lo que he querido. Siempre trabajé para materializar mis ideas. Siempre tengo sueños a punto de realizar, y por lo general los concreto. Alguno que otro falló, pero no muchos (Risas).

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