viernes 29 de marzo del 2024
ACTUALIDAD 10-06-2017 22:32

Jorge Brito Jr. y Vaca Guzmán presentan a Napoleón en su estancia familiar

Caballos, huerta y mucho más en el refugio familiar. Galería de fotosGalería de fotos

Mientras disfruta de una bocanada de aire fresco y del relajante sonido de los pájaros, Jorge Brito Jr. (37) cuenta la historia de “Los Federales”, el campo familiar que, ubicado a sólo una hora de la ciudad de Buenos Aires, se volvió el gran refugio de los Brito. “Siempre tuvimos campos. Mi viejo compró el primero en el año 83, que se llamaba “Los Federales”, y junto con mi padrino empezaron con la cría de caballos y ganado. El negocio agropecuario se fue expandiendo y luego compraron campos en el norte del país, en Formosa, Reconquista, y Salta. Y fue hace unos tres o cuatros años que compramos este campo que es un poco la unión familiar, porque todos los sábados venimos los seis hermanos que somos, más los nietos y mi viejo. Cada uno se ocupa de algo. Yo continúo la pasión por los caballos y después de 30 años trajimos a toda la manada de yeguas, cuarto de millas y criollas que criábamos en Salta. Mi hermana Connie es la que se ocupa de la huerta. Es un lugar de dispersión”, detalla el vicepresidente primero de River Plate y director de Banco Macro.

“El campo es mi gran pasión, lo que siempre me gustó. Por más que labure es el lugar donde me desenchufo y pongo la cabeza en cero. Trato de venir los viernes a la tarde, me quedo a dormir y el sábado a la tarde o el domingo vuelvo a casa. Acá andámos mucho a caballo y siempre comemos asado. Alguno trae el cordero y mi viejo trae la carne, porque tiene la marca “Carniceria Juramento” y otro completa con algo más. Después se arman los típicos partidos de truco, porque vienen más amigos. Y en mi caso, tanto Alina (4) como Emma (2) ya el martes o miércoles empiezan a preguntar cuanto falta para ir al campo. Es el día que tengo para disfrutar con mis hijas, porque trabajo el resto de la semana y ellas van al colegio”, confiesa el empresario sobre el entusiasmo de las hijas que tuvo con su mujer, Gabriela Vaca Guzmán (37), quien también dice disfrutar mucho el campo y la actividad ecuestre.

“Nos gusta tirarnos en el jardín con mis hijas y estar en la huerta. Todo es reciente y estamos empezando a probar la lechuga, la rúcula, a disfrutar del trabajo hecho. A mi no me toca otra actividad, porque tengo un nene muy chiquito y estoy muy atada a él todavía ”, afirma Gabriela sobre el pequeño Napoleón, de sólo un mes, el tercer heredero de la pareja y a quien presentan en una producción fotográfica en el mejor y más entrañable escenario.

“La llegada de nuestro hijo fue increíble porque no sabíamos si era varón o mujer. Tenemos la tradición de esperar al momento del nacimiento para saber el sexo”, afirma el orgulloso papá. “Yo creí que no iba a poder aguantar el no saberlo, pero me dije ‘bueno si no puedo, pregunto’. Porque además me hice un test genético que te permite en la semana 12 o 14 saber el sexo, pero le dí los resultados a mi médico y le pedí que me informara si todo estaba bien, pero que no me dijera el sexo. Me encantó la idea que sea una sorpresa y sumar esa emoción. Napoleón fue muy esperado, después de dos mujeres. Teníamos elegido el nombre desde que quedé embarazada de Alina”, confiesa Vaca Guzmán, quien además de estar abocada a su bebé está trabajando en el área social, como vicepresidenta de la Fundación River, miembro del consejo asesor de Fundraising de Fundasamin (Fundación para la Salud Materno Infantil), además de sus tareas como  miembro del Club de Amigos de la Fundación Ineco y madrina de la asociación civil “Pequeños Pasos”. “Así se llamaba mi abuelo, padre de papá: Napoleón Brito, un piloto de la Fuerza Aérea. Mi padre y yo también somos pilotos, asi que esperamos que Napoleón Jr. lo sea”, agrega el empresario, también presidente de Genneia y de Adeba.

—¿Hay otras características que compartan los varones Brito?

—Jorge Brito Jr.: Todos somos hinchas de River (risas) Napoleón tuvo su carnet de socio del club antes de cumplir un día, antes de tener su DNI. Después, a todos nos gusta boxear y, hasta ahora, todos menos el más chico, Mateo, somos pilotos: tres de avión y uno de helicóptero. No se si habrá más...yo quiero tener más hijos, pero a Gaby me parece que no la veo para más.

—Gabriela Vaca Guzmán: Es mucho trabajo, son muy seguidos mis hijos y yo como mamá me dedico un montón y no soy tan relajada. Estoy muy pendiente de todo. Los quiero disfrutar bien y siento que si tengo muchos no podría. Pero es un etapa que me encanta la de ser mamá y ver a mis hijos crecer. Siempre soñé con ser mamá y tener esta vida. Pero ahora estoy agotada.

—¿La maternidad en cuanto modificó su mundo?

—G.V.G.: En muchísimo. Es una pérdida de total independencia por un lado pero por otro la de una felicidad absoluta. Creo que es lo más importante de la vida, formar una familia, eso es lo más valioso. Pienso que en un futuro podría retomar la actuación, algo que siempre me gustó. Hoy igual estoy trabajando en la fundación de River, con la que hacemos un montón de cosas para los chicos: tenemos programas sociales, culturales, deportivos. Eso me hace muy bien y me encanta.

—¿Qué balance hace de su gestión en River, Jorge?

—J.B.: Estoy muy contento de todo lo que hemos hecho en estos tres años y medio. Nosotros habíamos trazamos como objetivo volver a lograr la gloria deportiva y lo logramos y con creces, como también tener el equilibrio financiero, y tener seguridad para que volviera la familia a la cancha, otro logro alcanzado. Creo que el primer paso ya los dimos, ahora obviamente cuando uno mira el fútbol de las principales ligas del mundo todavía queda, no solamente en River, sino en el fútbol argentino, otros grandes desafío como la reconversión de estadios y la batalla contra las barras. Falta mucho por hacer.

por Diego Esteves

FOTOS: E.GIMENEZ/ PERFIL

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