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SALUD 09-04-2018 00:18

Todo sobre la cirugía a corazón abierto que recibió Arnold Schwarzenegger

 Al actor se le realizó un reemplazo de la válvula pulmonar a causa de un defecto cardíaco congénito. Sus primeras palabras al despertar fueron “estoy de regreso”. Galería de fotosGalería de fotos

“I’m back” (estoy de regreso) fueron las primeras palabras que pronunció Arnold Schwarzenegger tras recibir a sus 70 años una operación a corazón abierto para reemplazar su válvula pulmonar. La intervención estaba programada, ya que debían retirarle un injerto no permanente colocado en 1997 por un defecto cardíaco congénito e implantarle uno nuevo. Sin embargo, la técnica empleada tuvo que cambiarse a último momento por una complicación, y lo que se pensaba que iba a ser un procedimiento por cateterismo terminó en una cirugía clásica.

El doctor Carlos Nojek, jefe de Cirugía Cardiovascular del Sanatorio Finochietto, explicó a Caras Salud que por lo general los reemplazos de válvula pulmonar se hacen en los comienzos de la vida por algún defecto congénito y puede necesitarse una nueva intervención cuando un injerto deja de funcionar correctamente o, en el caso de los chicos, cuando éstos crecen, porque la válvula de reemplazo mantiene su tamaño original.

“Si se habla de defectos cardíacos congénitos, se suele necesitar un reemplazo cuando la válvula pulmonar es obstructiva, es decir, que no abre del todo, o bien cuando es insuficiente y no cierra por completo”, indicó el cirujano para luego agregar que en el caso de enfermedades adquiridas también puede requerirse este procedimiento, pero de forma lateral. Un ejemplo es la llamada “cirugía de Ross” en la cual la enfermedad se presenta en la válvula aórtica y se la reemplaza con la válvula pulmonar nativa, que a su vez es reemplazada por un injerto.

De hecho, el doctor Oscar Mendiz, quien es director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro y amigo personal del médico del actor austríaco, Saibal Kar, confirmó a Caras Salud que Schwarzenegger “sufría originalmente una patología en la válvula aórtica congética, y como ese problema se le manifestó a una edad joven, se le practicó la llamada cirugía de Ross”.

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Mendiz también conoció al actor y fisicoculturista en un congreso internacional en donde el mismo Schwarzenegger habló sobre otro procedimiento cardíaco que se le realizó para evitar que se le formen coágulos por una arritmia que sufre, la fibrilación auricular. Su impresión fue la de conocer a un hombre “muy humilde, que valora el esfuerzo y que durante su gestión como gobernador de California se preocupó mucho por la salud”.

Pero si de reemplazo de válvula pulmonar se habla “el injerto colocado se degenera a lo largo de los años y lleva a la calcificación o muchas veces a la estenosis (cuando la válvula no se abre por completo)”. Esto requiere múltiples intervenciones quirúrgicas, es decir, se reemplaza el injerto más de una vez en la vida, explicó Mendiz a la par que confirmó que estuvo en contacto con amigos personales del exgobernador de California, quienes indicaron que su evolución es favorable.

¿Cómo es esta intervención? Nojek indicó que tiempo atrás todos los reemplazos de válvula pulmonar se hacían por cirugía tradicional, en la cual se aísla el corazón y se trabaja dentro de él, implantando el injerto, mientras las funciones cardíacas son suplidas por una máquina de derivación cardiopulmonar.

En la actualidad, también puede realizarse por vía percutánea, en donde la válvula se introduce a través de un catéter (una suerte de alambre hueco que llega a la zona del corazón) y desde allí  se libera el injerto a implantar. Sin embargo, el cirujano aclaró que este procedimiento menos invasivo “tiene ciertas restricciones y no se puede realizar a todos los pacientes”, entre ellos “a  los individuos que ya recibieron una operación previa con un parche o si el orificio en el que se tiene que implantar la válvula es demasiado grande para las que hoy están disponibles”.

Con relación al material de las válvulas de reemplazo, el cirujano especificó que “originalmente eran en un 100% homoinjertos, es decir, válvulas humanas extraídas de un corazón donante y, al igual que los trasplantes, su procuración está regulada por el Incucai”. Pero con el tiempo “surgieron opciones artificiales similares a las que se colocan en posición aortica, que por lo general son de origen porcino”. Por último indicó que “aquellas válvulas que se colocan por vía percutánea son bovinas y para prepararlas, se extraen pequeños fragmentos de vena del cuello de una vaca y se los monta a un soporte capaz de fruncirse para ingresar al catéter”.

En cuanto a la duración de las válvulas de reemplazo, el cirujano cardiovascular especificó que las que más duran son los homoinjertos, con un promedio de hasta 15 o 20 años de funcionamiento sin inconvenientes, aunque no siempre están disponibles ya sea por cuestiones de tamaño o por falta de donantes.

Por último, aclaró que los tiempos de recuperación son similares a los de cualquier procedimiento cardíaco. “Si se realizó una cirugía convencional, al segundo día el paciente puede empezar a moverse y caminar de a poco, a los cinco ya tiene el alta y luego deberá esperar a que cierren sus heridas y se solidifique el esternón. Con los procedimientos percutáneos la recuperación es muy rápida y en 48 horas el individuo casi puede volver a su vida habitual”, concluyó.

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