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"La Manuela", es la lujosa mansión de ocho hectáreas en Guatapé, Colombia, la llamó así en honor a su hija, allí vivió Pablo Escobar, el reconocido "rey de la cocaína", fue destruida en 1993 por Los Pepes, un grupo paramilitar financiado por el Cartel de Cali, rival de Escobar, que detonó 200 kg de TNT en un baño en un intento de asesinar al capo colombiano.
Pero el narcotraficante no moriría en ese episodio, sino que alertado, pudo escapar.Su suouesta muerte, vendría luego, a causa de un disparo en su ciudad natal, Medellín, ese mismo año, a la edad de 44 años.
A 25 años de aquellos acontecimiento, la lujosa propiedad de uno de los líderes narcos más ricos de todos los tiempos, se usa para que los turistas jueguen al paintball en un lugar que ya perdió el esplendor que supo tener cuando en 1984, Escobar decidió comprarla para conmemorar el nacimiento de su hija Manuela.
La mansión fue construida con paredes de doble muro, para ocultar entre ellos dinero en efectivo y cocaína, y contaba con una discoteca privada, una piscina, una casa de huéspedes, un muelle de hidroaviones, canchas de tenis y un campo de fútbol, utilizado para aterrizar helicópteros.
