jueves 28 de marzo del 2024

Doctor Saba: medicina Estética de calidad

El Dr. Saba, es médico recibido en la Universidad de Buenos Aires. Especializado en un Postgrado Avanzado en Medicina Estética, nos cuenta de la importancia del cuidado corporal y del poder verse bien. ¡No te lo pierdas!

“Me dedico especialmente a embellecer el rostro a través de la aplicación de ácido hialurónico y toxina botulínica. Hay muchos detalles sobre los que se puede trabajar: La nariz por ejemplo, que a veces tiene una pequeña giba o la punta caída”, asegura el esteticista.

El profesional cuenta cuales son los tratamientos de los que se encarga habitualmente. “Algunos de las problemáticas más comunes son: Los labios, que se van adelgazando y perdiendo su forma acorazonada que alguna vez tuvieron. Las arrugas peribucales. El contorno mandibular, que se afloja quitándole al óvalo de la cara el sello de juventud. El mentón retraído. Las ojeras, que trasmiten sensación de cansancio. Las patas de gallo y las arrugas de la frente y el entrecejo”, asegura el profesional.

Todas estas son pequeñas intervenciones que se logran en una sesión ambulatoria frente al espejo, como si se estuvieran haciendo un maquillaje sofisticado. El procedimiento es sencillo y prácticamente indoloro. El resultado es sutil pero apreciable. Se observa un franco rejuvenecimiento sin identificar el origen del mismo.

“La consigna es lograr un efecto natural que sume juventud y belleza sin alterar las facciones ni cambiar las expresiones”, asegura el Doctor, que trabaja codo a codo con su hija, Eugenia, que es cosmiatra y esteticista universitaria.

“Dispone de sus manos como la herramienta más sofisticada de su gabinete, y cuenta con moderna tecnología que utiliza según el caso: Punta de diamante, Radiofrecuencia tripolar, Ultrasonido, ultracavitación, Presoterapia, Ondas Rusas.  Es muy hábil para elegir el producto más apropiado, porque no cualquier opción logra el efecto buscado, y ella lo consigue habitualmente”, afirma.

Ella, comenzó su carrera motivada por la especialidad de su padre, pero descubrió en poco tiempo que era ésta una vocación profesional irrenunciable. “No sólo me asiste en mi práctica, sino que hace su trabajo específico, tanto a nivel facial como corporal, y de esa manera nos complementamos. Admiro sus condiciones que tanto redundan en el resultado de su trabajo. Valora el tiempo y dedicación que le brinda a sus pacientes. Estoy realmente orgulloso que podamos compartir su trabajo con el mío”, cierra Saba.

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