jueves 28 de marzo del 2024
ACTUALIDAD 22-10-2018 08:19

Susana Giménez reveló los secretos más importantes de su vida

La máxima diva se confesó : "Aprendí a que las cosas malas no me dejen secuelas". Mirá la entrevista Galería de fotosGalería de fotos

Quiso que viera el renacer de su jardín francés. Cientos de flores blancas y rosadas le daban una pincelada de color a una primavera que ella venera porque ama la brisa tibia y el aroma a verde. Me esperó en su mansión de Barrio Parque. El respetuoso silencio del living principal se quebró cuando apareció ella: Susana Gimenez, con todo lo que es y representa. El abrazo, las ganas y la desmesura de una mujer que está dispuesta a contar su intimidad y adelantar los secretos de una miniserie acerca de su vida, producida por Gustavo Yankelevich. Tomamos un té, atrás quedó el brindis con vino tinto porque dice que dejó de tomar alcohol, y se entregó al cuestionario en donde no faltaron las exclamaciones, los gritos ( el mismo que usted conoce tanto como yo) y los guiños de confianza y fraternidad. “Con todas las notas que me hiciste a lo largo de mi vida podrias escribir el guión de la serie”, dice al tiempo que se desploma en el sillón, acomoda unos almohadones de terciopelo y se zambulle al diálogo. Porque más allá del tiempo que nos conocemos y las miles de notas realizadas a lo largo de su carrera y de su vida, siempre en ella hay algo nuevo para escuchar, algo nuevo para repasar: en definitiva, y como alguna vez escribió un autor francés acerca del género de la entrevista, cuando dos almas se juntan, y se unen a través de la verdad, más allá de las heridas o las lágrimas, el resultado siempre estará empapado de luz. Como si se tratara de un cenital que atraviesa el alma. Como el último aplauso al caer el telón. Como cuando un artista apaga las luces del camarín sin restos de maquillaje. O cuando ella camina por el parque de “La Mary”, sola, o con sus perros, cerca de la laguna dorada donde están sus peces de colores y el tiempo parece detenerse porque sólo allí, se siente única y verdadera.

—¿De qué manera atraviesa este acercamiento tan personalizado que tiene con sus entrevistados, compartiendo su intimidad, gustos y debilidades?

—Me parece que es un formato nuevo de encarar el género de la entrevista, que yo lo hago en la tele desde hace treinta años. Esto es diferente, tiene más cercanía con el entrevistado, porque comparto con él todo su universo y sus vivencias, y por otro lado, también siento que el público lo percibe de esa manera, más cercana, más real. Pero te confieso que al principio, cuando el canal me lo propuso, no quería. Ya había finalizado el mundial y me parecía que era muy poco el tiempo que teníamos para hacer el formato original. Por otro lado, me estaban armando el nuevo estudio, que por lo que sé, es brutal. Con la última tecnología en cámaras y sobre todo, con luces frías… ¡Ya no voy a terminar empapada! Tengo un contrato firmado y me convencieron para hacer estos especiales que me encantan. Las idea fue siempre entrevistar a personalidades, no sólo reconocidas, sino amadas por el público.

—¿Podría entrevistar a alguien reconocido popularmente pero que no tenga afinidad con usted?

—No, una persona que a mí no me gusta no le entrevistaría. Tiene que haber feeling, y por sobre todo, humor. En la tele se ve todo, y todo lo que se ve traspasa la pantalla y la gente lo siente. Cuando alguien miente en televisión yo me doy cuenta enseguida. Y lo que creo y estoy convencida, es que la gente se da cuenta de todo.

—¿De qué se da cuenta la gente de usted? ¿Qué cree que logró hacer traspasar la pantalla de su personalidad y su vida?

—La gente siempre me agradece que los hago reír.

—¿Hacer reír a la gente es algo forzado?

—No, porque yo soy graciosa, normalmente. Siempre tengo buen humor y códigos muy propios y personales. Sé cuando parar una situación, tengo mi propio timing. Y eso no te lo da la experiencia. Eso lo tenes incorporado o no.

—¿Se prepara antes de entrevistar a sus entrevistados?

—Mi equipo de producción estudia toda la vida de quien tengo que entrevistar y luego me pasan todo escrito para que yo lo lea y lo estudie. Después coordinamos las actividades y los lugares que vamos a recorrer con cada uno de ellos. Cuando estuve con Carlitos Tevez conociendo el Fuerte Apache fue muy conmovedor y emotivo, y con Veronica Castro en Acapulco, fue fabuloso, no pude parar de reírme. Hicimos todo tipo de actividades de riesgo, que a mí son lo que más me encantan. Todo lo que sea peligro me fascina…Fijate que Vero nunca lo había hecho. Y se animó. Jamás se había subido a una lancha. Y eso que le pasó de todo, se cayó dos veces de un helicóptero y una vez la tiró un elefante…Tiene toda la espalda de platino.

—En esa charla de mujeres usted confesaba que había dejado definitivamente el alcohol y a los 10 minutos se la vió probando todo tipo de tequila y mezcal…

—Si, lo tuve que hacer porque el dueño de esas bebidas era el que nos había prestado la mansión… te juro que a la mañana siguiente me levente con un dolor de cabeza sideral.

—¿Extraña el alcohol?

—Para nada. Ya van a ser cuatro meses que no bebo alcohol.

—¿Es una mujer disciplinada con sus objetivos?

—Si, siempre. Fumar deje de un día para el otro. A mí el vino tinto me encantaba, ahora no puedo ni probarlo. No se hasta cuando me va a durar, pero yo prefiero que me dure porque descubrí que sin tomar alcohol duermo mucho mejor.

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—¿Usted era la que tomaba una copita de vino antes de acostarse?

—Pero que copita (grita y se ríe)…me tomaba cuatro copas o más…Hasta que un día me hizo mal y dije basta.

—¿En esta línea de disciplina y plan de restauración saludable, también abandonó algunas comidas?

—No, comer como poco pero como lo que quiero. Para mí, esos regímenes espantosos de comerte una hoja de lechuga, no van conmigo. Igual estoy mucho mas flaca porque al no tomar alcohol, no me engorda ni me hincha.

—¿Cuál es su comida preferida de siempre?

—Yo soy bien tana para la comida, no soy como Lucia (su nieta), que es hiper gourmet. Para ella la comida es todo. A mí me da lo mismo…no me importa nada. Puedo comer una milanesa con pure, que para mi es un manjar, o ravioles, agnolotis o fideos.

—¿Qué es lo que más le gusta cocinarse?

—Yo no me hago nada. Cuando voy a EEUU, que no tengo cocinera, me voy a comer siempre afuera o no como nada (se sonríe). Ahora, aquí, me preparan comidas bien sencillas, nada de fritos o cosas con crema. Dejé los lácteos, me lo sacó el médico. Y yo que vivía a yogurt para adelgazar…

—¿Hay alguna personalidad a la que le haya quedado pendiente entrevistar? En alguna oportunidad usted confesó que soñaba con conocer a Richard Gere.

—Siempre es Richard Gere, encima ahora que se casó y fue a ver al Dalai Lama a la India. Yo lo entrevisté al Dalai dos veces y las dos veces no paré de llorar. Algo con Gere nos une.

—¿Lloró con el Dalai por lo que nunca lloró en su vida?

—Nunca lloro. Bueno, sí, este año lloré mucho cuando se me murió el Cholo, mi perro adorado weimaraner. Lloré mucho, mucho, pero mucho.

—¿Cuántos años vivió su perro a su lado?

—Diez años, Cholo era mi vida. Y los diez años los vivió conmigo. Pegado a mí, siempre. Yo salía de hacer gimnasia y él estaba en mi cama esperándome…El vivía para mí y yo para el Cholo.

—¿Está enterrado en La Mary, su chacra de Punta del Este?

—Sí, está enterrado en un Jardín de Paz de perros que tengo en el parque.

—¿Junto a su emblemático Yorkshire Jazmin?

—No, él está enterrado aquí, en mi casa de Barrio Parque.

—¿Todos tienen sus lápidas?

—Sí, todos tienen sus lapiditas, esta Clara, Rosa, Cholo, y el Indio, que también se me murió este año.

—¿Cuántos viven con usted en Punta?

—Esta Thelma…

—Thelma es su perra descontrolada…

—Pero ahora que está más grande está un poco más tranquila. Igual, como se me tira siempre encima, le compro uñas de plástico. Siempre se las compré de colores, y fluorescentes, pero este año, no sé ni como pasó, pero le compré transparentes y mil (grita)….Imaginate. Me llegaron a mi casa cajas y cajas de uñas para Thelma. No pude creer…..Ella se me abalanza para besarme sin parar cuando yo llego a la casa, después esta Kiko, que es el hijo del Cholo, y el Negro, uno de la calle que se fue quedando y quedando…

—¿Duermen todos con usted

—Solo con Kiko, bueno, ahora también se sumo Thelma.

—¿Sigue con su prédica: “Cuanto más conozco a los hombres más amo a los animales...?

—Pero por favor, ni hablar . Y cada vez más.  Precisamente porque ellos tienen mil cosas que no tiene el hombre, ellos sólo te dan amor, son desinteresados, no tienen envidia..nunca esperan nada. Sólo están a tu lado para cuidarte y amarte.

—Hablábamos de sus ganas de conocer a Richard Gere…

—Si, me encantaría. Debe ser un tipo super interesante. Y sexy. Fijate que está todo canoso y sigue siendo un hombre espléndido. Pero por el actor que yo morí por conocer durante toda mi vida fue Gregory Peck. Siempre me pareció uno de los hombres más lindos de la tierra, y luego…Alain Delon.

—Existe un mito casi ancestral acerca de un romance que usted tuvo con Delón en la época que estuvo con Carlos Monzón.

—Que quede el mito…"Never explain, never complain” ("Nada de explicaciones, nada de quejas"). No lo niego ni lo afirmo…Yo heredé los ídolos de mi mamá, Rita Hayworth y a Peck.

—¿Qué más heredó de su madre?

—Fuimos muy distintas. A pesar de que parecía una mujer muy débil, fue una mujer muy fuerte. Tuvo una vida espantosa. Si bien el matrimonio que tuvo con mi padre no fue bueno, después logró establecerse con su último compañero. Lo que fue tremendo para ella fue soportar la enfermedad de mi hermano. El tenía esquizofrenia y lo iba a ver al loquero todos los días.

—A diferencia de su madre, usted tuvo una vida decretada. ¿Fue usted la que definió su propio camino a seguir?

—Yo creo que cuando uno quiere algo y lo deseas mucho, y te compenetras en eso, sin distraerte, lo conseguís. Siempre se lo digo a la gente. Soy una convencida.

—¿Qué fue lo primero que usted pidió a la vida y decretó para si misma?

—Ser la modelo número uno de la Argentina.

—Su novio de entonces, Héctor Cavallero creyó en usted con la misma intensidad que su decreto.

—No, se reía. Cuando se lo dije me dijo que estaba loca, que no era tan fácil. Yo jamás bajé la guardia. Sabía lo que que quería y el lugar que quería ocupar. También es cierto que siempre entendí que si quería llegar a ser alguien, tenia que dedicarle la vida.

—¿Nunca fue quejosa con su vida o su trabajo?

—No, nunca fui de esas boludas que se la pasan quejándose y nunca llegaron a nada.

—¿Usted trascendió a su propia belleza de modelo?

—Yo no era la manequen tradicional. Aunque era muy flaca, tenia demasiadas formas y era muy sexy.  A mi siempre me lo decían.

—¿Siendo tan jovencita, de dónde cree que apareció toda su faceta de mujer fatal y super sexy?

—De mi personalidad…Que se yo, hay mujeres que son divinas y no son sexies. Estuvo siempre en mi genética.

—¿Y siempre avanzó a los hombres o dejó que su sensualidad los avasallara?

—No he encarado directamente pero sí he mirado fuertemente. Y los hombres se dan cuenta y avanzan.

—¿La mujer es siempre la que elige al hombre más allá de que sea el hombre el que cree que conquista o seduce a la mujer?

—Para mi sí…

—¿Usted siempre eligió o la eligieron?

—Por lo general fue mutuo.

—¿Alguna vez estuvo con un hombre sin que le gustara demasiado por el sólo hecho de estar y divertirse?

—Si, mil veces.

—Era gauchita...

—Sí, más o menos. Tan difícil no era (se ríe).

—¿Nunca fue la típica mujer que se quedaba en la casa esperando a que la llamen?

—Pero no…en aquella época salíamos con las chicas todos los días, nos divertíamos, íbamos a bailar. Buenos Aires era otra cosa, íbamos a Mau Mau, a Cocodrilo, a Regine. ¿Ahora dónde va a a bailar una persona de 30, o 40 años sin tener que ir a esos lugares con música tecno y tomarte esa pastilla que te deja la cabeza reventada…?

—Hoy la gente se relaciona a través de las redes sociales y las aplicaciones telefónicas.

—Pero escúchame, eso puede ser peligrosísimo. Yo no sé, jamás en mi vida tuve un blind date (cita a ciegas) en toda mi vida. Y jamás lo tendría. Que sabés si la foto que te manda coincide con la persona. El tipo te manda la foto de Delón y después lo ves y es un mamarracho.

—¿Que opinión le merece la serie de Carlos Monzón en la que usted esta involucrada?

—El otro día vinieron los productores y hablamos durante horas. Y me llamó Celeste Cid que va a interpretarme en la tira. Me encanta que sea ella, no sólo porque es una excelente actriz sino porque siento que esta muy comprometida con la historia. Me confesó que tiene dos películas que ama con locura y que siempre fue devota, una es “La Mary,” y otra “El Dependiente”, de Leonardo Favio. Ella atravesará mi vida durante la filmación de “La Mary”, donde nació el romance con Carlos, y luego me dijo que tiene una escena en la que Carlos y yo nos encontramos muchos años después, pero eso jamás fue así. Jamás volví a verlo. Y cuando Carlos se mató en la ruta yo no estaba en la Argentina, estaba en Miami. Creo que más allá de la ficción, va a ser un producto muy respetuoso.

—Finalmente aceptó autorizar los derechos para realizar la miniserie acerca de la historia de su vida...

—Yo ganas no tenía, pero cuando me lo propuso Gustavo Yankelevich lo pensé desde otro lugar, si no la hago yo, la van a hacer otros y nadie va a contar mi vida mejor que yo.

—¿Qué es lo que le gustaría que se viera de usted que la gente no sepa o no conozca?

—Como soy yo…en la intimidad. Lo que amo estar en mi casa, en mi hogar. Lo maniática que soy con la limpieza, o con muchas otras cosas que no sale en las revistas…Quiero que la gente vea mi relación con los animales, las cosas que amo.

—Quizás lo más significativo que usted pueda contar es una vida que esta signada por la superación. La vida de una mujer que se hizo sola, que atravesó historias tan espantosas como fabulosas, y siempre se mantuvo firme y positiva. Una mujer que vivió las historias de amor más profundas …

—Aprendí en la vida a que las cosas malas no me dejen secuelas. Soy una agradecida a la vida y he sido muy feliz. He vivido cosas bárbaras y no tan bárbaras. Pero siempre trato de que lo malo pase y no regodearme en el dolor que me pudiera causar una persona.

—¿Qué hace cuando no trabaja?

—Me voy a La Mary. Y estoy todo el día haciendo cosas que me encantan, trabajando la tierra, plantando las rosas, jugando con mis perros, leyendo libros maravillosos y la estufa encendida y todos los perros ahí, conmigo. Acá en Buenos Aires, los fines de semana me aburro mucho.

—¿Hace cuanto tiempo que no va a un shopping en Buenos Aires?

—Y es difícil para mi ir a un shopping acá. Porque todos quieren fotos, la selfie….Pero el otro día, en Punta, me fui al cine del shopping a ver una película del Chino Darin. Era un miércoles a la noche y me puse una gorra con visera para ocultar el pelo. Nadie me reconoció.

—¿Que más va a contar su vida de su vida?

—….

—Imagino que va a haber mucho sexo…

—Bueno, tampoco voy a aparecer como si fuera una atorranta porque no me gusta. Es horrible eso, pero…

—¿Pero si tuviéramos que poner un porcentaje a sus vínculos amorosos, sus romances y el sexo?

—Bueno, tendría que tener toda la parte de cuando empiezo… ¡¡¡Si la gente ya sabe!!!

—Mídalo en porcentajes, un 50 por ciento de sexo o un poco más…

—Bueno, suponete que sea más

—Un 80 por ciento de contenido erótico

—¿Pero que serie es esa serie, una pornográfica….? (risas)

—¿Qué mensaje le gustaría dejar a los que vean la historia de su vida?

—No hice una vida tan diferente a la de cualquier mujer, solo que soy conocida. Todas las mujeres tienen amores, desamores, amantes…

—Pero no todas las mujeres sobreviven a todo lo que a usted le tocó vivir sin salir lastimada.

—Hay que tener mucho carácter y saber decir no.

—¿Le ofrecieron drogas a lo largo de su carrera?

—No, vos sabes que droga blanca nunca me ofrecieron.

—¿Tampoco marihuana?

—Te imaginas que somos los chicos de los 70 y los 80 y probamos. Pero a mí no hay nada que me cace. Nada que me atrape o atente contra mi cuerpo o mi salud. Soy muy cuidadosa.

¿Con qué actriz sueña que la caracterice en la miniserie de su vida?

—Quiero que sea una actriz desconocida.

—¿Por qué le dijo Gustavo Yankelevich que usted tenía que contar su propia historia?

—Porque él cree profundamente en el proyecto y porque siente que todos me muestran en otros proyectos y no en uno mio propio. El es un hombre de negocios y puede verlo.

—¿Cuál sería el momento más emotivo de un capítulo de su miniserie?

—Para mí, lo que no sabe la gente de mi de mi vida privada. Las cosas que me han pasado a mí y a mi familia. El dolor de tener un hermano con esquizofrenia. Y convivir con ese dolor fue para mi terrible. Porque esa enfermedad se despierta a los 19 años…

Fotos : GABRIEL MACHADO

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