Nada le resultó fácil a Ezequiel Medina (26), más conocido como Loan, el joven que logró irrumpir con fuerza en el escenario veraniego tras un corto pero intenso romance con Charlotte Chantal Caniggia (23). Una infancia difícil, con un padre violento y una madre ausente, marcaron a fuego la vida del cantante de reggaetón que debió marcharse de su casa con apenas un puñado de años y encontrar refugio en la iglesia. Instalado en Carlos Paz, donde lucha por recuperar a la hija de Claudio Paul y Mariana Nannis, el joven reggaetonero contó a CARAS cómo vive este momento de intensa popularidad pero alejado de su ahora ex novia a quien no duda en calificar como su gran amor.
—¿En qué contexto se fue de su casa?
—Uno muy complicado. Mi papá le pegaba a mi mamá; era comisario y en alguna discusión hasta llegó a apuntarme con un arma. Y con mi madre la relación tampoco era buena. Ella tuvo varias parejas y todas me golpeaban. Por circunstancias de la vida ella priorizaba a los hombres que estaban a su lado por sobre sus hijos y eso fue muy triste.
—¿Cómo reaccionaba Ud. Loan, frente a estas situaciones de violencia?
—Me fui; me alejé de todos. Luego comencé a hacer artes marciales y eso me dio un poco más de autoridad para no dejarme golpear por nadie.
—¿Cómo surge el nombre Loan?
—Tras haber estado jugando al fútbol en Bolivia, un día el sobrino de Jesús Dátolo, el ex futbolista de Boca, me presentó a su tío y él me dijo que mi vida se iba a transformar acercándome a la Iglesia y así fue. Ahí conocí a una familia que me adaptó: Maxi y Cinthia me dieron el cariño que yo nunca había tenido y la contención que necesitaba en uno de los momentos más complicados. Ellos tenían dos hijas, Lola y Ambar, entonces con sus iniciales formé el nombre “Loam”, sólo que no sonaba del todo bien y por eso cambié la “M” por una “N”.
—¿Qué es Charlotte en su vida?
—Es “el amor” y la mujer de mi vida. La amo demasiado. Quiero formar una familia con ella pero estamos distanciados por todo lo que pasó en el medio. Discusiones, peleas y también la opinión de mucha gente, entre ellos sus padres. Eso nos distanció un poco aunque nos seguimos hablando.
—¿Un amor al que no lo dejan ser?
—Mucha gente nos quiso separar. Fueron siete meses muy intensos con demasiadas cosas en el medio que nos cansaron mucho.
—¿Siente que Charlotte aún lo ama?
—Sí, obvio. La vi hacer cosas que nunca pensé que alguien podía hacer por mí. Un día, tras una ruptura, me fue a buscar en taxi a la zona Sur de Buenos Aires y eso lo hizo dos veces. Son cosas que demuestra que está muy enamorada y lo hizo en momentos duros en los que, entre otras cosas, me acusaban de ser “Taxi boy”.
—¿Cómo tomó Ud. esas acusaciones?
—Me dolieron porque nunca me incliné ante ninguna propuesta del sistema. Soy ambicioso y me gusta ganarme las cosas por mis propios medios. Tuve muchas propuestas indecentes, tanto de hombres como de mujeres, pero jamás acepté. Me cuesta hasta que una novia me pague algo. Soy muy caballero; muy hombre en ese sentido.
por Ariel Bogdanov
(Desde Carlos Paz)
Fotos: Yanina Aguirre