Soledad y Natalia Pastorutti (Instagram)
CARAS TV

Soledad Pastorutti habló de las diferencias con su hermana y del trato de su padre con cada una de ellas: “Él siempre apostó por las dos"

En una charla con +CARAS, la cantante recordó sus primeros pasos, el empuje de su papá y las supuestas diferencias que hacía entre una y la otra.

En una charla mano a mano con +CARAS, Soledad Pastorutti abrió el corazón y recordó cómo empezó todo mucho antes de los escenarios, cuando cantar era más un juego familiar que una vocación definida. Con una sinceridad despojada, contó que el motor de esa primera etapa fue su papá, que siempre las impulsó por igual. “Mi papá apostó a las dos, nunca hizo diferencia con mi hermana”, dijo a Héctor Maugeri, dejando claro que la igualdad entre ellas fue un mandato de casa.

La Sole reconoce que con Natalia son muy distintas: ella es más extrovertida y su hermana más tranquila. Pero a pesar de eso, sus padres siempre buscaron tratarlas igual. “Somos muy diferentes de carácter, pero mis papás nos criaron iguales. Hasta a veces nos vestían iguales”, recordó entre risas. Esa idea de equidad fue tan constante que hoy la valora como uno de los pilares de su familia.

Soledad Pastorutti en +CARAS

Soledad Pastorutti: “Yo empecé cantando para mi papá”

Aunque hoy cueste imaginarla sin un micrófono, Soledad asegura que no tenía claro si quería dedicarse a la música. “Yo no sé si quería ser cantante. Lo mismo mi hermana”, confesó. Todo empezó casi como un juego: su papá veía en ellas un histrionismo natural y aprovechaba cada visita, cada reunión familiar, para hacerlas recitar, cantar o contar chistes. Maugeri le recordó aquella frase que su padre repetía una y otra vez: Canta para papá, canta para papá. Y ella lo confirmó sin dudarlo.

Cuando el público era escaso, o directamente no había nadie, la situación la tiraba un poco abajo. “A mí me molestaba mucho cantar para sillas vacías… me bajoneaba un montón”, reconoció La Sole. Ahí entraba él, firme en la primera fila, casi como un ritual: No te preocupes, canta para mí. Su papá también cumplía otro rol clave: “Era mi telepronter humano”. Desde abajo del escenario, le soplaba las letras cuando ella se dispersaba o los nervios la jugaban en contra. Ese acompañamiento, tan artesanal y tan de familia, fue marcando un vínculo que hoy sigue intacto.

Natalia y Soledad Pastorutti

Soledad Pastorutti: un comienzo que todavía la emociona

Hoy, después de giras, discos y escenarios enormes, Soledad sigue mirando hacia atrás con una mezcla de ternura y gratitud. Su papá fue quien vio la chispa, quien la alentó sin imponerle nada, y quien siempre sostuvo que las dos hermanas tenían lo suyo. Lo que empezó como un juego puertas adentro terminó siendo su vida entera, pero la emoción de cantar “para papá” , admite, todavía la acompaña.

EN ESTA NOTA