La enemistad secreta de Carolina de Mónaco con una princesa europea

Carolina de Mónaco es una de las mujeres que más se destacan dentro de la realeza europea, principalmente por sus atuendos impactantes, así como también por su buen carisma. Pero lo que no todos saben es que la hija de Grace Kelly mantiene una fuerte enemistad con una princesa del viejo continente.

La enemistad secreta de Carolina con una princesa europea

Luego de la muerte de Grace Kelly en 1982, Carolina de Mónaco tomó un rol protagónico, junto a su hermano Alberto II. Ambos se hacían cargo de los eventos oficiales como miembros oficiales de la realeza. Pero todo cambió en 2011, cuando Mónaco se vistió de gala para celebrar uno de los eventos más esperados del año, el casamiento del príncipe Alberto con Charlene Wittstock.

Lo que debía ser una día de celebración y unión terminó convirtiéndose en el inicio de una gran rivalidad entre la princesa de Hannover y la nueva esposa de su hermano. Si bien los rumores de que ambas se llevaban mal habían iniciado meses antes de la boda, durante el banquete posterior a la ceremonia la chispa entre ellas se encendió por un lugar en la mesa.

Según el protocolo monegasco, la persona más relevante del principado debía ocupar el lugar izquierdo al lado del príncipe, mientras que del lado derecho debía estar el padre de la novia. Carolina, considerada por muchos años la primera dama no oficial, tendría que haberse sentado junto a su hermano, pero en medio de un inesperado giro, este lugar se le otorgó a la Lynette, la madre de Charlene, desplazando a la hija de la actriz estadounidense a un segundo plano.

Lo que inició un gran distanciamiento entre ambas mujeres, que empeoró con el paso de los años. En 2021, cuando la esposa de su hermano presentó algunos problemas de salud, Carolina fue la compañía de Alberto en los distintos actos oficiales que se sucedieron entre ese año y en parte de 2022.

Ante el retorno de la princesa Charlene en 2023, la presencia de la hija más grande de Raniero III se vio relegada. Algunos medios europeos aseguraron que fue la propia esposa de Alberto quien pidió que su cuñada tenga menos participación en los eventos oficiales, y si se encontraba allí, su presencia sea la menos visible.

Esto habría llevado a que la relación entre Carolina de Mónaco y la esposa de su hermano, el príncipe Alberto II, empeorase. La tensión entre ambas es tal que según fuentes cercanas ambas evitan concurrir a eventos en los que se puedan encontrar. Pero en los momentos en los no pueden evitarlo, tratan de mantenerse lejos una de la otra.

VDV