Meghan Markle y Carlos III (Instagram)
REALEZA

Meghan Markle no deja que Carlos III vea a sus nietos

La duquesa de Sussex mantiene su decisión de impedir el contacto entre el monarca británico y los hijos que tuvo con el príncipe Harry

Meghan Markle volvió a ser noticia por un rumor que alimentaría las tensiones con la familia de su esposo. En medio de una agenda cargada de homenajes y compromisos oficiales, la duquesa de Sussex habría decidido mantener su firme negativa a que el rey Carlos III conozca personalmente a sus nietos, Archie y Lilibet. Su postura, explican fuentes cercanas, responde a motivos de seguridad y privacidad, pero también deja en evidencia la distancia cada vez más marcada entre los Sussex y los Windsor.

Meghan Markle y sus hijos

Las razones por las que Meghan Markle no permite que sus hijos conozcan al Rey Carlos III

Durante la reciente visita del príncipe Harry a Londres, donde participó en los premios WellChild y rindió tributo a su abuela, la reina Isabel II, se esperaba un gesto de acercamiento con su padre. Sin embargo, el encuentro no ocurrió. Meghan habría puesto límites claros: los niños no viajarán al Reino Unido hasta que no existan garantías de protección y confidencialidad absoluta. La medida generó sorpresa incluso entre allegados al matrimonio, que reconocen que la relación con la Casa Real está prácticamente congelada.

Instalada en California junto a su familia, la exactriz de Suits considera que exponer a sus hijos a la dinámica mediática británica sería “innecesario y perjudicial”. Desde su entorno insisten en que su prioridad es brindarles una infancia alejada de las presiones que ella misma experimentó durante su breve paso por la monarquía.

Meghan Markle y su hija, Lilibet

Mientras tanto, el rey Carlos III vive una situación inédita. A sus 76 años, y en pleno tratamiento médico, no ha tenido contacto físico con los niños desde su nacimiento. En el Palacio de Buckingham reconocen que el monarca siente pesar por esta distancia, que se profundiza a medida que las oportunidades de reencuentro se diluyen. En la prensa británica ya lo describen como “un abuelo ausente”, relegado a seguir el crecimiento de sus nietos desde la distancia.

Harry intenta sostener un delicado equilibrio. Cumple con sus compromisos solidarios en el Reino Unido y mantiene una imagen cordial frente a los medios, aunque evita tomar decisiones que puedan alterar la armonía familiar. En los círculos reales crece la duda: ¿quiere realmente reconstruir la relación con su padre o teme contrariar a Meghan?

Según publicó el Daily Mail, Meghan Markle solo aceptaría un encuentro entre los niños y el rey bajo condiciones casi imposibles: seguridad reforzada, entorno estrictamente privado y control total de la narrativa mediática. Por ahora, nada de eso parece cerca de cumplirse. Así, el vínculo entre el soberano y sus nietos continúa suspendido.

 

F.A

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