La princesa de los Países Bajos deslumbró a todos con un vestido con brillos (Casa Real Holanda)
Realeza

La princesa Amalia de Holanda brilló con un look de gala en tono lila a puro brillo

La hija de la reina consorte deslumbró a todos con un increíble look con brillos.

Este martes por la noche el Palacio de Ámsterdam abrió sus puertas para una exclusiva cena con las autoridades europeas. Máxima Zorreguieta, Guillermo Alejandro y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, se reunieron para compartir una cena protocolar. Sin embargo, fue la princesa Amalia quien captó toda la atención de los asistentes a la cena por su belleza y el vestido que lució.

La joven heredera de la dinastía Orange posó junto a sus padres con un vestido de gala con capa lleno de brillos y una característica tiara con una referencia a su madre. La princesa veinteañera que el sábado pasado festejó su cumpleaños 21, desperdigó brillos con su look en tonos lila y violeta claro.

La princesa Amalia de Holanda brilló con un look de gala en tono lila

La princesa heredera, deslumbró con un vestido en tonos violáceos claros en la cena protocolar de este martes. La joven portó una indumentaria que destacaba por su sofisticación y detalles. El vestido fue diseñado por Tadashi Shoji, un reconocido artesano textil de origen japonés que se dedica a realizar vestidos de alta costura.

El mismo, confeccionado en un tejido de red joya con pedrería que confería a la pieza sus característicos brillos, fue acompañado de un corte estilo sirena. Además, posee un delicado escote en forma de corazón con una abertura en la espalda. El largo del vestido llegaba hasta los pies de la princesa con una falda de tubo que junto con la capa anticipa la tendencia en moda de alta costura para el invierno holandés 2025.

Además de su imponente vestido, Amalia decidió homenajear a su madre con un detalle que hasta el momento solo los miembros de la familia real se habían percatado. Y es que la princesa utilizó la misma tiara con la que Máxima se casó con Guillermo Alejandro el 2 de febrero de 2002, un año antes del nacimiento de la royal. Esta tiara no solo pasó por el rubio cabello de Máxima, sino que también perteneció a la reina Sofía, la primera esposa de Guillermo III de Holanda.

La princesa no dejó ningún detalle al azar y completó su atuendo con accesorios que fueron cuidadosamente elegidos para resaltar su elegancia. Optó por un collar y pulsera de pequeñas piedras brillantes en color plata, además utilizó unos aros minimalistas que, junto a su tiara, reflejaba la elegancia que la joven heredera adquirió de su madre. 

 

 

C.G

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