Tecnología aplicada a la vivienda

Tenemos dos grandes ámbitos de aplicación de tecnología para la vivienda:

Materiales y sistemas constructivos

Impresión 3D: utilizada en la producción de edificios, partes y componentes, permite construir incluso elementos estructurales mediante capas de material, reduciendo residuos, costos y tiempos.

Prefabricación: si bien es un concepto ya consolidado, la novedad es que utilizando tecnologías y materiales actuales se logran niveles de calidad excelentes y mayor cantidad de opciones disponibles.

Materiales sustentables: se trata de opciones que usan materias primas renovables y que generan menos contaminación. Bambú, adobe estabilizado, corcho, aluminio, maderas y plástico reciclado (ladrillos de PET y otros) son algunos ejemplos.

Hormigón autorreparable:contiene bacterias o microcápsulas que reaccionan al contacto con el agua y se activan ante la aparición de fisuras internas, sellándolas y extendiendo sensiblemente la vida útil del hormigón y reduciendo costos de mantenimiento.

Materiales de Cambio de Fase (PCM):se utilizan fundamentalmente en función de aislantes térmicos, en forma de paneles, baldosas, aditivos y otras. De momento, su utilización está limitada a las caras interiores de la envolvente. Funcionan almacenando y liberando energía térmica al cambiar de estado, ayudando a mantener estable la temperatura interior.

Equipamiento e instalaciones

Instalaciones sanitarias: canillas con tecnología touch o contactless, duchas con válvulas termostáticas, depósitos de descarga selectiva, materiales antibacteriales, estrategias de reutilización del agua, equipos hidroneumáticos eficientes, etc.

Instalaciones eléctricas e iluminación: la utilización masiva de la iluminación led es un hecho, y su reemplazo ya está a la vista (tecnología OLED, led orgánico). Las nuevas instalaciones integran redes inteligentes formadas por iluminación led, sensores de movimiento y control automatizado.

Calefacción y refrigeración:los sistemas HVAC se vuelven más eficientes mediante el uso de bombas de calor, energía solar y control inteligente, adaptándose al uso real y reduciendo emisiones.

Domótica:la automatización de funciones como iluminación, climatización, control solar y seguridad aumenta la eficiencia energética y el confort. Sistemas como Google Nest, Alexa o Loxone pueden gestionar funciones desde tablets o smartphones.

Electrodomésticos: los electrodomésticos inteligentes se conectan a la red para optimizar el consumo, auto diagnosticarse y mejorar la experiencia del usuario. Son clave en hogares sustentables.

Conclusión

Si bien todas estas tecnologías (y otras que no reseñamos) son importantísimas, por su ahorro energético y beneficios ecológicos, todavía se trata de poder encontrar el equilibrio entre inversión y retorno, ya que los costos pueden ser elevados aún.

 

 

Arq. Fernando Dalmasso
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