Te levantás temprano, preparás un par de mates, café, té o cualquier infusión que te guste, y salís para el trabajo. Todo empieza normal. Los primeros clientes que se acercan, un par de problemas en la cocina y la lista de pedidos habituales. Hasta que, de pronto, se abre la puerta y aparece Máxima Zorreguieta. Eso, que puede parecer un cuento, es lo que vivieron Nina y Marisol hace algunos días, cuando la propia Reina de Holanda decidió almorzar en su panadería, sin protocolo ni aviso previo.
Las pasteleras argentinas contaron cómo fue la llegada de Máxima Zorreguieta a su local
“Ayer vivimos uno de esos momentos que te dejan temblando de emoción. En medio del caos lindo de la cocina… entró la Reina de Holanda: Máxima”, escribieron en la cuenta oficial de la pastelería: Amtersdam Baking Company, un negocio llevado adelante por Marisol y Nina, dos chicas argentinas. Como no podía ser de otra manera, la publicación se llenó de comentarios y apoyo.
Según cuentan ellas mismas, se encontraban grabando unos reels cuando Máxima Zorreguieta entró al negocio. No hubo aviso previo, no hubo protocolo. Solo entró y se sentó a almorzar, como una clienta más. Su único pedido, amable, eso sí, fue que por favor no la grabaran. “Ella fue tan amable, tan sencilla, nos pidió que no la grabáramos, claro, y aunque justo estábamos en pleno rodaje, decidimos guardar los teléfonos y respetar ese momento.””
Nina y Marisol intentaron volver al trabajo normalmente. Fueron a la cocina y pretendieron seguir con lo que estaban haciendo, pero no hubo forma. La emoción y los nervios estaban a flor de píel y les ganaban. Mientras, detrás de ellas, los clientes entraban y se repartían entre los que reconocían a Máxima y los que no.
El pedido de Máxima Zorreguieta
Como si a la situación ya no le faltaran nervios, Máxima Zorreguieta se acercó a conversar con ellas directamente y a hacerles preguntas sobre el local. “En un momento ella misma se acercó a la cocina y empezó a preguntarnos por las máquinas, por los hornos y, por supuesto, hacer su pedido.”, comentaron.
Ese encuentro cara a cara, terminó con un pedido muy especial por parte de la Reina, que Nina y Marisol cumplieron con cierto orgullo. “Lo más lindo fue cuando agarró con toda la emoción del mundo unos alfajores de maicena que teníamos en la estantería navideña (…) Nos dijo que le encantaban y que le hacía mucha ilusión llevarse este sabor tan nuestro a su casa. Fue como ver volver por un ratito a ese pedacito de Argentina que todos llevamos encima cuando estamos lejos, incluso ella.”, agregaron.
Para finalizar su visita al local, Máxima Zorreguieta les regaló una foto que, por supuesto, ya integra la cuenta de Instagram de la pastelería. Un gesto que sirvió como broche de oro a una jornada que ninguna de las dos va a poder olvidar.
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