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Se conocieron en 2005 e inmediatamente entre ellos se produjo una química tan fuerte como inevitable. Aseguran involuntarios testigos de aquellos primeros encuentros que sólo bastó una mirada entre Juanita Viale (32) y Gonzalo Valenzuela (36) para que todos supieran que iban a protagonizar una historia de amor tan fuerte como convulcionada. Convivencia, hijos, trabajo, amor y peleas tuvieron sus capítulos especiales. La pareja enfrentó escandalosas separaciones con apasionadas reconiciliaciones hasta con un viaje, en 2011, a la paradisíaca playa de Tamarindo, en Costa Rica. “El nuestro fue un matrimonio muy lindo, de muchos años, de gran comunicación; no veo ningún fracaso”, aseguraba el chileno, en julio de 2014, ante la separación que parecía definitiva. Sin embargo, como sirmpre fue, después de cada tsunami, junto a Ambar (12, fruto de la relación de Juanita con Juan De Benedictis), Silvestre (6) y Alí (2), siempre volvían a encontrar la calma en el calor del hogar. Un hogar que, en la última mudanza, la nieta de Mirtha Legrand armó en el tradicional barrio La Providencia de Santiago.
