Ya tenían todo programado para casarse por civil el 29 de abril, incluso ya habían reservado el lugar de zona Norte donde iban a celebrarlo con “contados” familiares y amigos. Pero como la pandemia dispuso otra cosa, Agostina Scioli (36) y su pareja desde hace tres años, un eximio piloto aeronáutico comercial al que sólo identifica como Hernán (40), debieron postergar los planes maritales. De todas manera el destino los recompensó a su manera, dándoles la noticia del embarazo de la periodista ni bien comenzó la cuarentena: “Veníamos buscándolo hace tiempo pero sin apuros, si venía, venía. ¡Y vino en la pandemia! Al principio tuve mucho miedo, era esa época en la que no había nadie en la calle y muy poco se sabía del contagio con las embarazadas. Fue muy atípico tener que ir a hacerme los estudios y las ecografías sola, no poder elegir el obstetra, hacer ahora el curso de preparto on line... Es cierto que también hubo cosas positivas, como que hay otra conexión con tu pareja y el embarazo se disfruta de otra manera. En definitiva la pandemia te separa o te une, y en nuestro caso nos terminó por unir definitivamente”, confiesa la conductora desde hace siete años del noticiero “Argentina en Vivo”, del canal C5N, donde actualmente goza de licencia por su próxima maternidad.
A punto de ingresar en el octavo mes de gestación, la sobrina de Daniel Scioli (63) tiene fecha de parto para mediados de enero. El varón se llamará Benicio, y la ceremonia civil quedó postergada hasta nuevo aviso. Cuidadosa al extremo de los protocolos, Agostina casi que ni sale del departamento que comparte con Hernán en Vicente López. Recuerda que al padre de su hijo lo conoció hace tres años en un supermercado de Olivos, y de inmediato quedó seducida por su personalidad decidida: “Me llamó la atención la manera de acercarse esa vez en el super, después me escribió, fuimos a cenar y ahí empecé a conocerlo. Lo elejí porque es una persona que sabe lo que quiere, que va para adelante y no se conforma. Es un apasionado de lo que hace y eso es fundamental, porque yo soy igual con mi trabajo. Tiene una profesión con mucha adrenalina, sin días ni horarios, y en eso también nos parecemos. No le gusta la exposición y tenemos una buena dinámica de pareja”, contó acerca del hombre que terminó conquistándola.
Acostumbrada a trabajar desde chica e hiperquinética por naturaleza, Agostina admite que no la pasó nada bien cuando se decretó el aislamiento social: “Me costó adaptarme a estar todo el día en casa, ya que por el embarazo pasé a ser personal de riesgo y no pude trabajar de manera presencial. De golpe me encontré con todo un mundo nuevo por venir y con la transformación física de mi cuerpo. Lejos de mi familia y de mis amigas, el único que me abrazó en estos ocho meses fue Hernán. Lo bueno fue que trabajé mucho para las redes y activé proyectos que tenía colgados, pero igual nada que ver con lo que era mi rutiuna diaria”. Triste de que sus seres queridos se pierdan el día a día de su panza, igual asiente que la pasó muy bien durante todo el proceso. Ya en la recta final practica gimnasia vía Zoom, y su médica le prescribió salir a caminar lo más que pueda para acompañar al cuerpo en todos sus cambios. No le preocupan las mutaciones estéticas ni los kilos que pueda subir, ya que sus prioridades hoy son otras. Y no se imagina como será el dar a luz en la era del Covid-19: “Estamos pendientes de cómo evolucionará todo y de cuáles van a ser las condiciones cuando me toque parir. Hoy sólo puede entrar la pareja a la clínica, no se permiten visitas y nadie más puede ver al bebé. Será una situación inédita, pero confió en que si Benicio eligió nacer en la pandemia, por algo es”.
Prod Alejandro Luciani