miércoles 11 de diciembre del 2024
ACTUALIDAD 22-06-2020 07:50

La empresaria Liliana Vigil en su casa de Bella Vista

“Mis perros acarician mi alma”, asegura. Galería de fotosGalería de fotos

Liliana Vigil en su casa de Bella Vista
Liliana Vigil en su casa de Bella Vista | caras

Era apenas una niña cuando comenzó su atracción por los animales. Especialmente por los perros. Cada vez que encontraba uno abandonado Liliana Vigil  se ocupaba de alimentarlo, de curarlo o hacer lo que estuviera a su alcance para rescatarlo. Siempre sintió un profundo amor  por ellos y su primera perrita fue “Sisí”. Ella marcó su vida al igual que Gala, otra de sus primeras mascotas. El sueño de ampararlos y protegerlos fue creciendo hasta convertirse en realidad. Hace unos años construyó “Perritos Encantados”, un espacio que empezó de a poco y que hoy alberga a 65 perros rescatados. En la actualidad,  mientras pasa el aislamiento en su casa del Buenos Aires Golf , disfruta  de “esa caricia al alma” que ella siente al verlos crecer tan felices.  

   Liliana es vegetariana desde que comenzó su adolescencia y nunca usó pieles ni cueros. Tampoco hizo alarde de su elección ni juzga a quienes comen carne. La discresión es una palabra que la define en todo aspecto  así como su calidez humana. En los momentos más difíciles, sus mascotas la supieron entender y fueron incondicionales. Cada vez que recibe un nuevo integrante en su refugio, su frase preferida es “Se acabó la mala racha” y el nuevo huésped mueve la cola entendiendo sus palabras. 

Los perros son muy nobles, son pequeños-grandes seres que desconocen el rencor y no recuerdan cuando alguien les hace daño. Siempre tienen la fuerza para mover la cola a quien les hace una caricia y les muestra una señal de afecto. Son eternamente agradecidos. Estos días de aislamiento estoy muy cerca de ellos. Siento que a pesar del horror de esta pandemia, los animales reviven en todas partes del mundo. Tenemos que reflexionar y pensar en el daño que le hacemos al planeta”, comenta. 

Después de consultar a varios veterinarios, Liliana confió en Matías, para atender a todos sus perros y asegura que además de ser buen médico es muy humano. Cuenta que cada fin de año le dejan una caja con cachorros de los que se hace cargo. “Pienso en mejorarles la vida. Es muy fácil amarlos. Ellos te dan mucho sin pedir nada a cambio y cuando  ves los ojos de un perro no podes no hacerte cargo. A veces voy manejando y paro para  levantarlos y los traigo a este lugar que de a poco fui mejorando. Los cobijo para que se sientan parte de una familia y olviden el abandono al cual muchas veces lo someten los seres humanos. Nunca los doy en custodia. Me gusta darles el mejor alimento, y cada uno tiene su espacio para comer. Están separados por tamaño y por carácter para que sea mejor la convivencia. La gente que los cuida todo el tiempo es muy buena. El jardinero que mantiene su parque también se ocupa de las plantas frutales. Hay limones, naranjas, kinotos y pomelos”, cuenta.

En “Perritos Encantados” cada uno tiene nombre de persona: Victorio, Fortunato, Ambar, Romeo, Willy , Muñeca, Chocolate y Aba entre muchísimos otros. Además están Gonzalo (regalo de su marido) que vive con ella al igual que Fermín. Hace poco Liliana rescató a Panky, una perra embarazada que dio a luz en la casita. También inventó, asesorada por expertos,  una bebida exclusiva para perros y          gatos: LIQ. “Casi como un sueño imaginé que lindo sería poder crear algo que  realmente los gratificara, que sea rico y saludable. Es decir, premiarlos y cuidarlos al mismo tiempo, una propuesta sana y nutritiva. Nunca dejaré de amarlos y protegerlos. Quiero devolverles desde este lugar todo el amor que me han dado a lo largo de mi vida”, concluyó.

 

 

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