A punto de parir, Sabrina Ravelli muestra su súper panza embarazada: el nombre elegido

Sabrina Ravelli, con una panza de ocho meses y contando, se encuentra en la recta final de su segundo embarazo. Un estadío que, más allá de los síntomas propios como el cansancio, le devuelve plenitud emocional. “Estoy de 33 semanas y la panza me pesa más. ¡El bebé ya pesa 2 kilos! Respecto a las emociones, estoy muy ansiosa y con ganas de tenerlo ya en brazos y llenarlo de mimos junto a mi nena”, dice a CARAS la modelo, con fecha de parto para el 3 de julio.

La dulce espera también fue angelada por otros factores. Uno de ellos, el eurotrip soñado por las principales capitales del mundo, con su hija Ainhoa de 3 años y su marido, Maximiliano Minoli donde compartieron un break necesario.

Ravelli, que todavía no cumplía los 7 meses, se regaló un viaje de un mes previo a la llegada del nuevo integrante. “Tenía mucha energía y en ningún momento sentí cansancio, hasta los últimos 4 días que empecé a cursar el séptimo mes y ahora, con siete y me dio, sí siento el cambio. Mi nena también lo disfrutó a pleno, lo que nos facilitó conocer gran parte de Europa”, le dijo a CARAS la modelo que voló a Madrid, Amsterdam, Bruselas, Brujas, Milán, Mónaco, Venecia, Florencia y pasó la mayor parte del tiempo en Roma y Francia.

Ser mamá de nuevo, admite Sabrina Ravelli, era un deseo colectivo que se hizo realidad y que “la nena lo pedía desde hace un año”. Desde las 10 semanas, Sabrina se hizo el test prenatal no invasivo para confirmar, entre otras cuestiones, el sexo.

“Es nene y se va a llamar Giovanni. Ya lo teníamos elegido porque cuando quedé de la nena pensábamos que era nene”, revela la modelo, con el proyecto de mudarse a Nordelta este año y una decisión que repitió en su anterior embarazo: preservar las células madre del cordón umbilical, de la mano de “Bio cells”:

“Ya lo hice con mi nena y lo haré con él. En el momento que estás dando a luz, a los dos minutos pasa una persona al quirófano al momento que van a cortar el cordón umbilical y después congelan las células madre. Eso pue de salvar a la criatura el día de mañana de algo importante o más leve, o incluso a la hermana, los padres”, concluyó feliz, Sabrina.

Texto: Sabrina Galante.

Fotos: Adrian Alvarez retratista