Leo Sbaraglia y Diego Lerman revelan los secretos de El hombre que amaba los platos voladores (prensa Netflix)
EXCLUSIVO

Leo Sbaraglia y Diego Lerman revelan los secretos de El hombre que amaba los platos voladores: el fenómeno detrás de José de Zer

El actor y el director hablaron con revista CARAS sobre la película que estrenará en Netflix y que relata la vida del hombre que marcó un antes y un después en la televisión.

José de Zer fue un visionario. En una época en donde las fake news no existían como concepto y que la televisión necesitaba una visión fresca sobre los hechos, supo plasmar su costado más creativo, cosechado por su trabajo como periodista de espectáculo. En los 80, se convirtió en el hombre obsesionado con los OVNIS que creó toda una narrativa que ahora quedó plasmada en “El hombre que amaba los platos voladores”, la película creada por Diego Lerman y protagonizada por Leonardo Sbaraglia.

Este 18 de octubre, la producción, que ya fue estrenada en los cines, llegará a Netflix. Previo a su estreno, revista CARAS pudo hablar con Sbaraglia y Lerman sobre el trabajo detrás en recrear esta fantasía que logra implantar una duda que es para creer o reventar.

“Hay algo de la película que es como fue pensada, concebida, que tiene que ver con esto de no cerrar posibilidades, ¿no? Obviamente contando la historia de un personaje que viene al mundo del espectáculo, que empieza a inventase un género, una manera, en el noticiero que hace picos de rating, pero que al mismo tiempo, ¿quién sabe si puede existir o no aquello? La NASA el año pasado dijo que va a desclasificar documentos de cosas que tienen, entonces me parece que es algo de las creencias, que atraviesan a la humanidad a lo largo de su historia, ya sea aliens, religiosas, mágicas, brujería, lo que sea, no sé, es algo inmanente al ser humano”, analiza Diego Lerman, quien trabajó en este proyecto por largos años, hasta llegar al resultado final, la épica de un hombre que parece terminar creyendo la historia que se inventó para el entretenimiento del público.

“José de Zer era un creador de ficción también, entonces con todas las licencias que permite un personaje como ese, ¿no? Alguien que no era muy distinto a lo que es un cineasta, que está generando su verosímil, su puesta en escena, su manera, su estilo, algo de la crónica de guerra, ¿no? José generó un género en esto, en estar contándole aquí y ahora con una impronta muy inmediata, muy vertiginosa, entonces creo que le dio a la tele al medio un estilo muy propio, reconocible, particular, que bueno, que marcó una época para que se lo recuerdan como una especie de ícono”, agregó el cineasta sobre la impronta de este personaje/persona que fue De Zer.

Leo Sbaraglia en la piel de un creador de historias

Leo Sbaraglia dejó comprobado con su trabajo a lo largo de los años que no teme meterse en la piel de un personaje. Para encarar a José de Zer, el actor tuvo un cambio estético notorio, cambiando su cabellera con rulos por un peinado casi engominado de un platinado inquietante que sobresale en el paisaje rústico cordobés. El actor, nuevamente se involucró en una búsqueda y se dejó poseer por el “espíritu” de ese personaje que “te está manejando desde algún lugar, desde la imaginación o el más allá”.

“Este tipo de personajes son un regalo porque te da la posibilidad de hablar, de investigar, de caminar, de hacer todo, de crear todo otro sistema, un sistema diferente al tuyo, para ese alma o espíritu que estás empezando a manejar con mucho amor. Y creo que tiene que ver con lo mismo de creer o reventar, porque empezás a incorporar algo que no es tuyo, con una dimensión que ya no está y esto es este filme. Nosotros somos los hombres que amamos la perfección, lhacer historia, creer y generar un intercambio nuevo y original”, le dice Sbaraglia a CARAS.

La película tiene una impronta de no cerrarse a nada, "algo de mamushkas o cajas chinas", reconoce Lerman. “Hay un juego en la creación, simplemente mostrar un abanico de complejidades”, agrega. En este juego no hubo límites, reconoce por su parte Sbaraglia quien cuenta el intercambio y la confianza que tuvieron con la familia de José de Zer, específicamente en Paula, su hija. “Siempre la idea nuestra era hablar desde el amor, como algo de encontrar la esencia del personaje y de José, es algo muy noble. De hecho, Paula, cuando vino a ver la película, estaba muy contenta, emocionada y agradecida, por haber traído el espíritu de su papá otra vez”.

“Está hecha con respeto, pero también mostrando lo que fue un fenómeno con su parte de invento, fábula y también la historia de un hombre que va perdiendo la cordura y se cree su propia invención”, cerró Lerman.

En esta Nota