Mariana Genesio, muy cerca de su ex: "Volvimos por nuestro perro Larry"
La actriz decidió pasar la cuarentena con Nicolás Giacobone para el cuidado de su amado Jack Russell.
Dice que lo que sucede a nivel mundial con el coronavirus es tan relevante que sus aspectos personales pasaron a un segundo plano. Por esta razón, Mariana Genesio (39) decidió volver a convivir con Nicolás Giacobone(45), de quien se separó en noviembre luego de más de una década juntos.
“Sigo soltera pero casada legalmente. En este momento, estamos conviviendo con ‘Nico’. Si bien nos pedimos un tiempo como pareja, nunca nos peleamos. Decidimos compartir la cuarentena primero por nuestro perro ‘Larry’, que al tener la tenencia compartida se iba a complicar. Hace más de 8 años que tenemos a este hermoso Jack Russell. Incluso vivió con nosotros en Nueva York:lo amamos, es parte de nuestro soporte emocional.Y,en segunda instancia, queríamos darnos apoyo y contención en este momento tan especial de la humanidad. Yo viví la historia de amor más hermosa con él y, por eso, quiero que siga siendo parte de mi vida”, confiesa la actriz cordobesa sobre sus días en su hogar del barrio de Cañitas. “No es una reconciliación pero tampoco sé que puede pasar en el futuro. Entre nosotros siempre habrá mucho amor, respeto y buena relación”, agrega quien estará a mediados de mayo en el “Bailando por un Sueño” junto al bailarín Rodrigo Jara y al coach Rodrigo Vallejos.
Mariana destaca que la convivencia también se hace llevadera porque cada uno tiene sus espacios. Mientras Giacobone escribe y trabaja en nuevos proyectos, ella ensaya una obra para un ciclo por streaming de Microteatro con su amigo, Juan Pagliere, y graba por Zoom la serie “Adentro” para YouTube, a beneficio de la Cruz Roja, que trata sobre la cuarentena de un grupo de amigos.“No nos separamos por terceros ni celos profesionales, sino para ver qué nos pasaba. El diálogo es fundamental en nuestro vínculo”, asegura.
La actriz también contó cómo fue su cambio, cuando a los ocho años decidió ser nena. “Me gustaban los juegos de niña y miraba a los nenes, yo quería ser la novia. Ahí empieza una etapa de conflicto porque te preguntás cómo vas a hacer cuando crezcas. Y, en la adolescencia, te vas animando más. Mi cambio fue progresivo: empecé sin darme cuenta a modificar la forma de vestirme, a depilarme la ceja y dejarme el pelo largo. Ya cuando terminé la secundaria tenía toda la apariencia de una chica: iba a los boliches con mis amigas y se me acercaban chicos y cuando me preguntaban cómo me llamaba y yo ingenua les decía mi nombre de varón, no lo entendían. Ahí me di cuenta que el mundo también me miraba como una chica y empecé a llamarme Mariana. Intuyo que elegí ese nombre porque en ese momento estaba de moda ‘Montaña Rusa’ y me gustaba el personaje de Nancy Dupláa que se llamaba así. Un día estábamos en el parque y un amigo me miró a los ojos y dijo: ‘¡Vos no sos gay, vos sos Mariana, en tus ojos hay una mujer!’", confesó sobre esta etapa.
También se refirió a cómo siguió su camino hacia Mariana. " Al comienzo empezó como un juego de doble vida: en el día era el hijo que se ataba el pelo y se vestía de forma andrógina para ir a la facultad donde hacía el traductorado de Inglés y, por las noches, jugaba a ser una diosa como Mariana. Hasta que un día en la facultad un profesor me llamó y preguntó cómo me tenía que llamar para no incomodarme. Ahí me hizo el click y dije esto es para toda la vida. Empecé a exigir que me llamen Mariana siempre”, cuenta y menciona pocas situaciones de discriminación: “Un par de veces no me dejaron entrar a boliches o pidieron que pague como hombre. Pero fueron pocas veces. La discriminación que más me dolió vino por parte de personas que uno quiere y que incluso a veces lo hacen inconscientemente: cuando te tratan de ocultar o piden que uno no aparezca en sus lugares de trabajo. Si bien a veces lo entendés, es súper doloroso", confesó.
Mariana además reveló cómo fue el proceso dentro de la familia y cómo lo tomaron sus padres. " A mis padres les costó bastante, sobre todo a mi papá. Siempre le dije: ‘Esta soy yo, te guste o no’. Por eso, también viví mucho tiempo con mi abuela paterna, quien me complacía por ser su primer nieto que luego se convirtió en nieta. Mi papá me empezó a aceptar cuando me vio en pareja estable con ‘Nico’: vio que era independiente y que podía hacer una vida normal fuera de la marginalidad. También mi reconocimiento artístico ayudó para que me aceptaran. Nunca tuve la puerta cerrada de casa, pero en el último tiempo reforcé el vínculo con mi papá, mi mamá y mis tres hermanas más chicas, que también tuvieron su tiempo asimilación”.Y sobre la maternidad y la posibilidad de operarse, Mariana concluyó: “Nunca tuve el deseo fuerte de ser madre aunque tampoco lo descarto más adelante. Cuando era más adolescente vivía una frustración por no ser mujer y la idea de operarme habrá pasado más veces por mi cabeza. Después crecí y me fui amigando con mi cuerpo y mi condición. Ahora me gusta ser trans, no cambiaría nada de mi cuerpo. Ejercito mucho la autoestima”, cerró.
Producción Sol MIranda
Fotos Federico De Bartolo
Agradecimientos: Makeup: Paola Chianese. Pelo:
Cristian Rey. S-Mode. VyesLuxuryJacket. Davali. Hardem. Robles Sombreros. Locación: Barrio El Naudir, Escobar.