El estilo de Máxima Zorreguieta en el ojo de la tormenta: ¿Exceso o estrategia?

En el mundo de la moda, hay una reina que siempre da que hablar: Máxima Zorreguieta. Reconocida por su estilo exuberante y su preferencia por los looks llamativos, la reina de los Países Bajos ha sido elogiada y criticada a partes iguales por sus decisiones de vestuario. Sin embargo, en los últimos meses, la balanza parece haberse inclinado hacia las críticas, con comentarios que la comparan con una de las figuras históricas más polémicas: María Antonieta.

A lo largo de su vida pública, Máxima demostró ser una amante del maximalismo. Desde tocados imposibles hasta vestidos de alta costura, nada es demasiado extravagante para ella. Su envergadura y porte le permiten lucir prendas que pocos se atreverían a llevar, y ese estilo único cautivó a muchas personas en todo el mundo. No obstante, esa tendencia a la ostentación comenzó a generar controversia.

Máxima Zorreguieta y el vestido que desató la polémica

Recientemente, Máxima volvió a estar en el centro de la tormenta mediática por un atuendo que dejó boquiabiertos a muchos. Durante una visita a una fábrica de Avantium en Delfzijl, donde se produce un componente químico para fabricar plástico circular de origen vegetal, la reina sorprendió a todos al aparecer vestida con un despampanante vestido de alta costura de Óscar de la Renta, acompañado de un sombrero estilo mosquetero y enormes pendientes de zafiros.

Aunque el atuendo en sí era impresionante, el contexto no lo era tanto: la imagen de la reina rodeada de trabajadores con casco y ropa de trabajo generó un desfasaje evidente. Medios internacionales no tardaron en recoger el error de protocolo. La revista alemana Bunte fue una de las primeras en señalarlo, asegurando que Máxima "probablemente decidió que los trabajadores en mono eran la compañía perfecta para lucir un vestido de alta costura".

Máxima, ¿una nueva María Antonieta?

Esta comparación con María Antonieta, la última reina de Francia antes de la Revolución, no es nueva. La leyenda popular retrata a María Antonieta como frívola, derrochadora y desconectada de las necesidades del pueblo, algo que algunos empiezan a ver reflejado en Máxima. El uso de atuendos de lujo en momentos que exigen sobriedad y el contraste entre su estilo de vida y el de los ciudadanos comunes alimentan esa percepción.

La realidad es que la moda ha sido siempre una herramienta de comunicación, y en el caso de Máxima, muchos creen que su uso excesivo de la alta costura en actos públicos tiene un objetivo claro: desviar la atención de los problemas de la familia real.

A lo largo de los últimos años, Máxima ha sido vista con atuendos igualmente llamativos en eventos que quizás pedían una elección más discreta. En la inauguración de un restaurante que contribuye a la integración de refugiados en Ámsterdam, por ejemplo, la reina apareció con otro sombrero gigante y un vestido voluminoso, lo que dificultó su movilidad y generó imágenes incómodas al acompañar al chef en la cocina.

VO