Las fotos de las vacaciones familiares de Shakira y Piqué en la Costa Brava

Desde hace años Shakira (44) vive tranquilamente en una mansión al pie de la sierra de Coleserolla, en San Just Desvern, a sólo 10 kilómetros de Barcelona. Una casa modelo diseñada especialmente para ella por la reconocida arquitecta Mireia Admeller, que fue construida sobre un terreno de más de 3 mil metros cuadrados, de tres plantas más dos subterráneas en las que se encuentran la bodega y las cocheras.

En ese paradisíaco refugio valuado en un millón de euros, la cantante intenta llevar una vida familiar lo más tranquila posible junto al jugador           Gerard Piqué (33) y a sus hijos       Milan (8) y Sasha (6). Fue precisamente para el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, en 2010, cuando la cantante colombiana y el astro del Barcelona se cruzaron por primera vez. El emblemático “Waka-Waka” terminó uniéndolos para siempre. Aunque ella no se quiere casar. “El matrimonio me asusta. Prefiero que me vea como a su novia…”, dijo y después le compuso una romántica canción, “Me Enamoré”, que sintetizaba todos sus sentimientos.

A pesar de la acusación que recibió en España por evasión de impuestos –en 2012, 2013 y 2014– en una suma que ronda los 14 millones de euros, la familia ama la tranquila vida hogareña que allí llevan alejados de escándalos y flashes.

Sin embargo para terminar sus vacaciones de verano decidieron viajar al ruido de la costa española. Primero disfrutaron de unos días en la casa que poseen en el Parque Natural de Oyambre, frente al Mar Cantábrico. Y dicen que allí Shakira terminó de componer su tema “Don’t Wait Up” con el que prepara su regreso a los shows después de una larga ausencia prolongada aún más por el Covid. También en la paz que le ofrece la zona aprovechó para dedicarse a la lectura de su nueva pasión: la filosofía que comenzó a estudiar este último año.

Allí los pequeños se animaron a probar suerte con sus tablas de surf siempre siguiendo las atentas directivas de su padre mientras la cantante los observaba desde la orilla. Pero como los niños y el propio Piqué son más inquietos y aman las aventuras, la familia alquiló un espectacular yate para navegar por Costa Brava, tal como lo mostró el sitio guacamouly.com. Entre acantilados, playas de arena gruesa y aguas azul turquesa, transcurrieron sus últimos días de descanso con divertidos chapuzones en el Mediterráneo y relajadas jornadas bronceándose en la cubierta del barco.

Shakira sorprendió con su físico privilegiado y en forma gracias a sus duras rutinas de baile, mientras el futbolista no se quedó atrás y        mostró sus marcados abdominales, sus bíceps y tríceps. La pareja demostró que los once años que llevan juntos los han unido más allá de algunos rumores de diferencias entre ellos que nunca llegaron a una separación. Durante toda la jornada hubo besos robados, abrazos prolongados y una pasión que unía sus cuerpos en románticas escenas. Ella también reflejó lo gran madraza que es siempre atenta a las necesidades de sus hijos y a los largas sesiones de mimos. Pero como lo bueno dura poco, la familia debió regresar a Barcelona ya que con el fin de las vacaciones comenzaron las clases y las prácticas en el club.