¿Cuál es el apellido de la familia real sueca?
Aunque en el imaginario colectivo los monarcas suelen ser reconocidos por sus títulos, cada familia real tiene un apellido que refleja su linaje.
La familia real sueca ocupa un lugar destacado dentro de las monarquías europeas, además de su característica estabilidad institucional, resuena también su extensa red de vínculos con otras casas reales del continente. Si bien los miembros de la realeza son comúnmente identificados por sus nombres de pila y títulos nobiliarios, detrás de esa formalidad se esconde una identidad heredada que los conecta con sus antepasados.
En Suecia, esa identidad tiene un nombre muy particular. Para conocer el apellido que acompaña a los actuales monarcas, hay que remontarse más de dos siglos atrás, a un momento clave en la historia del país y de Europa.
El apellido de la familia real sueca
El apellido de la familia real sueca es Bernadotte. Este nombre comenzó a figurar en los registros reales a partir de 1818, cuando Jean Baptiste Jules Bernadotte, un mariscal del ejército de Napoleón, fue elegido heredero al trono sueco y se convirtió en el rey Carlos XIV. El monarca anterior, Carlos XIII, había quedado sin descendencia legítima, y el ascenso del militar francés marcó el inicio de una nueva dinastía.
Desde entonces, los Bernadotte han ocupado el trono de forma ininterrumpida, adaptándose a los cambios políticos y sociales del país. El actual rey, Carlos XVI Gustavo, desciende directamente de aquel inesperado fundador y ha mantenido vivos los vínculos históricos de la casa real sueca con otras familias reales de Europa.
A través de sus abuelos, Gustavo VI Adolfo y Margarita de Connaught, el monarca está emparentado con los Windsor británicos, los Glücksburg daneses y los antiguos reyes de Grecia. Su abuela materna era nieta de la reina Victoria del Reino Unido, lo que convierte al rey sueco en primo carnal de Margarita II de Dinamarca y de Ana María de Grecia.
La princesa heredera, Victoria de Suecia, representa el futuro de la casa Bernadotte. Su formación académica, su paso por Yale y por Naciones Unidas, y su preparación militar la perfilan como una futura reina con una visión moderna, sin perder de vista el legado que su apellido representa.
F.A
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