El encuentro con el embajador de Estados Unidos, Noah Mamet se produjo dos días después de la celebración de la independencia americana, que este año tuvo lugar en el Palacio San Miguel. El lugar fue el famoso Palacio Bosch que en 1929 fue adquirido para darle residencia a los embajadores que representarían a EEUU en nuestro país. Su restauración ha retornado la construcción a sus orígenes, dándole un aspecto cálido a la vez que acogedor, imponente y sobrio. Mamet, oriundo de California, encaja perfectamente con la casa, ya que posee esa ductilidad que rápidamente genera familiaridad y permite que cualquier pregunta sea analizada hasta el último detalle, con la sencillez de quien tiene a su cargo la representación americana en nuestro territorio. Cuenta que el apellido Mamet podría haberse originado en Francia y también reconoce que tiene alguna raíz proveniente de Turquía, donde ha estado y conocido que un héroe de esa nación lleva el mismo apellido con una pequeña variación al insertar la letra “h”. En plena semana de celebración para ambas naciones, dialogó, parte en inglés y parte en castellano y en exclusiva para CARAS y abrió las puertas de su residencia como nunca antes había sucedido con otro embajador de ese país.
Por Alberto Anta.
Fotos: Federico de Bartolo.