La dura infancia de Dyango durante la posguerra
Dyango, el legendario cantante, rememoró con emoción los años de escasez y represión que vivió en su infancia durante la posguerra española.
Dyango fue el último invitado de la semana de +Caras, el ciclo de entrevistas que conduce Héctor Maugeri en Caras TV. En una charla íntima y profunda, el legendario cantante español no solo recorrió los momentos más brillantes de su carrera artística, sino que también abrió su corazón para hablar de un capítulo difícil de su vida: su dura infancia durante la posguerra española, tras el fin de la Guerra Civil en 1939.
Nacido como José Gómez Romero en Barcelona, en 1940, el famoso compositor adoptó su nombre artístico en homenaje al célebre guitarrista gitano Django Reinhardt. Su debut fue en 1965, pero fue en 1968, durante su primera visita a la Argentina, donde alcanzó la fama antes que en su propio país. Desde entonces, su carrera ha estado marcada por más de 20 millones de discos vendidos y 55 Discos de Oro, siendo justamente en Argentina donde recibió el primero.
La dura infancia de Dyango
Durante la entrevista con Maugeri, recordó los años más crudos de su infancia, marcados por la escasez, el miedo y la represión del régimen de Francisco Franco. Una frase lo acompaña desde entonces, como símbolo de aquellos tiempos difíciles: “papa ha portat un pa blanc”, que en castellano significa: “papá ha traído un pan blanco”.
“Había mucha miseria en la posguerra española y el pan blanco no existía, había muy poco y era para los ricos solamente”, relató el cantante. “Nosotros éramos una familia muy humilde y nos daban un pan de racionamiento, un pan negro que era incomible de lo malo que era”, detalló.
Dyango recordó su dura infancia durante la posguerra.
Con voz cargada de emoción, el artista rememoró una de las imágenes más potentes de su infancia. “Mi papá era músico de profesión y se iba a los pueblos a tocar. Cuando regresaba, a veces, no siempre, traía un kilo de pan blanco, que a mí me parecía un lujo”.
El símbolo del pan blanco —un alimento simple, pero, en aquel momento, inalcanzable para muchas familias humildes— se convirtió para él en un recuerdo indeleble de la supervivencia. “De ahí viene la historia de ‘papa ha portat un pa blanc’. La posguerra fue muy dura”, expresó.
Pero no solo fue el hambre lo que marcó esos años. También la represión se hizo presente en su historia familiar. “Mi mamá, para alimentar a sus hijos, fue a una casa que le daban un poco de racionamiento, un kilo de arroz y de garbanzos. La esperaban la policía abajo y la llevaron presa al cuartel. Yo lloraba y decía ‘la mama está presa’”, relató.
En esta emotiva conversación con Maugeri, Dyango dejó al descubierto los difíciles años que vivió durante la posguerra española. Pero logró transformar el dolor en arte: antes de convertirse en un cantante reconocido a nivel mundial, fue un niño que creció entre la necesidad y la represión.