Juan Luppi, el nieto de Federico Luppi y sobrino de Boy Olmi, brilla en el teatro y revela el otro lado del mundo del espectáculo

Juan Luppi, el nieto de Federico Luppi y sobrino de Boy Olmi, se consolidó como una figura emergente en el teatro argentino. Desde la intimidad del escenario, el actor muestra una mirada distinta sobre el mundo del espectáculo, cerca de una pasión que lleva ya tres generaciones dentro de su familia.

Juan Luppi se consolida como la tercera generación de actores en su familia

Juan Luppi se consolida como una de las destacadas figuras en alza en el teatro contemporáneo. Es nieto del reconocido actor Federico Luppi e hijo de Gustavo Luppi y Marina Olmi, lo que lo deja como la tercera generación en encontrar su vocación sobre los escenarios. Su familia, marcada por la actuación, la dirección y las artes plásticas, le dio una base sólida para construir una carrera distinguida.

Desde su niñez, el actor se vinculó con el mundo del espectáculo; su debut se dio en la telenovela Verano del 98, teniendo aún ocho años. Con el correr del tiempo, su trayectoria creció en España, donde participó de varias exitosas producciones como Los Serrano, Cambio de clase y La pecera de Eva.

A pesar de su reconocimiento en Europa, Juan Luppi regresó a Argentina, donde continuó trabajando en televisión, cine y teatro, con una mirada cada vez más personal sobre el arte y sus desafíos. En distintas entrevistas dio detalles sobre su recorrido y como  lleva con orgullo el peso de su apellido, considerando también las presiones que esto conlleva en su carrera.

Actualmente, el joven actor se desempeña como protagonista y director en Mucha mierda, una comedia teatral que se presenta en El Tinglado, Palermo (Buenos Aires). Esta es una obra, escrita por Ben Ashenden y Alex Owen, que fue adaptada por él y deja al descubierto el lado B de la actuación: bambalinas, frustraciones, egos y vínculos detrás del telón. Junto a Maximiliano Zago, interpreta a cómicos callejeros que representan a dos leyendas del humor en una sala tradicional.

Por otro lado, el joven mantiene una reflexiva postura sobre la industria teatral, en sus declaraciones siempre evita caer en el ‘divismo’ y se muestra cercano a la visión ‘artesanal’ del teatro. “Aprendí de mi abuelo a trabajar con precisión, sin florituras. Me interesa el buen actor sin purpurina”, expresó en una nota de Perfil.

Con 35 años y más de dos décadas de oficio, Juan Luppi se posiciona como una voz propia dentro del espectáculo argentino. El nieto de Federico Luppi y sobrino de Boy Olmi, se consolidó como una figura que brilla sobre el escenario y deja ver en sus producciones el otro lado B de la actuación.

VDV