Diego Topa, entre lágrimas: el duro momento familiar que atraviesa
El animador infantil no tiene un buen presente, algo que también tiene de mal ánimo a su heredera.
El encargado de robar sonrisas y hacer pasar buenos momentos durante mucho tiempo a los niños y niñas, Diego Topa, es muy activo en redes sociales, sobre todo, en Instagram en donde cuenta con el verificado (tilde azul) que certifica que realmente es él. Allí, durante los últimos días y con publicaciones con colaboración estuvo contando la triste situación que atraviesa, la cual lo tiene al borde de las lágrimas tanto a él como a su hija de cuatro años.
Diego Topa.
El mal momento familiar que atraviesa Diego Topa
El actor y presentador infantil de 49 años, Diego Topa, utilizó su usuario de Instagram para, mediante historias y publicaciones con imágenes y videos, dar a conocer que está llevando adelante la búsqueda de su gato. La pérdida está afectando y entristeciendo a Mitai, su descendiente de cuatro años que solía ser muy apegada al animal y que ahora lo extraña.
Las mascotas son una parte importante de todas las familias y es por eso que el animador recurre a todos los medios posibles para pedir que colaboren con su propósito mediante programas de televisión o las plataformas digitales difundiendo y publicando tanto fotos como filmaciones de Jesús para que aparezca lo más pronto posible.
En diálogo con “Poco Correctos”, programa que se transmite por El Trece”, Diego Topa se pudo expresar y contar que la pérdida del gato lo tiene con los ánimos realmente muy bajos. “Gracias a todos por darme el espacio para poder buscar a un integrante de mi familia. Me desespera porque me desapareció, chicos. No es de salir mucho, es un gatito muy especial, no tiene pelo, es un gatito esfinge. Salió a las 11 y 40 de la noche y desde ahí no lo vimos más. Yo vivo en un barrio privado donde tengo seguridad”, comentó.
Luego, mencionó que pudo observar el momento en el que salió gracias a las imágenes que proporcionaron las cámaras de seguridad. Por lo que pudo ver transitó por la calle interna y aseguró que “no hay forma de que haya salido de aquí, los muros son muy altos. Sé que se fue por una zona con seis casas y parece que sigue por ahí, porque nunca más salió de ese lugar”.
Topa y su gato.
Diego Topa también dio a entender que no se habría perdido o escapado, sino que cabe la posibilidad de que se lo hayan robado. “No aparece por ningún lado. Desapareció. Nadie escuchó nada, nadie vio nada y desapareció. Por eso digo, se perdió... estoy muy asustado y muy preocupado y enojado”, soltó y posteriormente sumó: “Ustedes me conocen... yo digo que se perdió, pero no se perdió, no es que está escondido. Busqué con todos los vecinos, pedí entrar a cada una de las casas a buscarlo. Todos me dicen que puede ser que esté escondido. Buscamos por cada rinconcito por cada lugar y no está”.
En cuanto a su estado de ánimo reconoció que no está de buenas y que “por suerte el viernes no había ensayado, así que lo busqué todo el viernes. Pero mis compromisos estaban el sábado y el domingo. No había parado de llorar antes de hacer el show”.
“Para mí es muy fuerte esto. Yo le pongo la mejor de las ondas, pero también soy un humano, soy un papá que le tiene que dar explicaciones a su hija. Porque era su mascotita y lo extraña y me pregunta y le trato de pintar un mundo mejor para que no lo sufra como yo. En este momento tengo mucho enojo”, agregó.
El gato de Diego Topa.
Mientras lo fue contando, Diego Topa no pudo aguantar quebrarse y, entre lágrimas, expresó: “Yo no soy seguridad, no soy policía, no tengo nada, pero sí tengo mucho amor y es como que lo siento, siento que está, que está vivo y entonces desapareció. Y yo lo quiero encontrar”.
Diego Topa es un padre de familia, trabaja siendo animador infantil y sabe la importancia que los animales, en este caso Jesús, tienen para los niños y es por eso que también reveló cómo le afecta a su hija: “Me ha encontrado llorar dos veces y le tuve que decir que lo extrañaba, porque me pasa, que también digo la verdad de lo que me pasa. Yo soy muy verdadero todo el tiempo, entonces le digo que estoy extrañándolo. Ella me dice que también, y ella me dice a mí: ‘tranquilo papá, Jesucito va a volver’. Ella me tranquiliza a mí. Quiero que vuelva a casa. Estamos muy mal”.
BL