Netflix estrena un documental basado en un crimen de la vida real: el asesinato más impactante de la historia policial argentina

En este 2024 se cumplieron treinta y cuatro años del femicidio de María Soledad Morales. Netflix presenta un documental que tiene como protagonistas a las amigas y compañeras de colegio de la víctima. Las chicas de 17 años, en ese entonces, fueron las que lucharon para que la verdad saliera a la luz y son los testimonios más importantes de la película documental.

Esta producción audiovisual está dirigida por Lorena Muñoz y Netflix la estrenará el próximo jueves 10 de octubre. "María Soledad: El fin de silencio" cuenta la historia de uno de los femicidios más impactantes de la historia policial argentina y tiene como protagonistas a las compañeras de colegio de Soledad, las voces de adolescentes de 17 años que lucharon muchísimo para que se sepa la verdad del asesinato de su amiga.

El femicidio de María Soledad Morales

"¿Usted no tiene miedo de andar solita?", contó la periodista Fanny Mandelbaum que le preguntó el entonces gobernador de Catamarca, Ramón Saadi en una de las entrevistas que le realizó a solas en su despacho. Una elección extraña el diminutivo "solita" para referirse a Fanny que, en aquel entonces, tenía más de 50 años.

Fanny no era una niña, pero sí lo eran las adolescentes, las amigas y compañeras de María Soledad, que comenzaban a posicionarse como el enemigo público del poder provincial. Ya que la misma tenía el interés en encubrir la violación grupal y el femicidio que había tenido como víctima a María Soledad y que terminaría conmoviendo al país entero.

Estas adolescentes, compañeras de colegio de María Soledad, fueron las que impulsaron el pedido de justicia. La mayoría de ellas eran menores de edad cuando encabezaron las marchas por el pedido de justicia por el femicidio, en una época donde no existía ese concepto y figura.

El proceso judicial de este femicidio "paró el país", se convirtió en el hecho puntual con el que cambió la forma de concebir los crímenes de esta naturaleza y, además, terminó con la intervención de la provincia de Catamarca. El gobernador que entrevistó Fanny Mandelbaum, con la que tuvo un comentario fuera de lugar, era un hombre de íntima confianza del entonces presidente, Carlos Saúl Menem, quien lo protegió hasta que se dio cuenta que el caso escalaba al punto de poner en cuestión o duda al gobierno nacional. En ese entonces, Menem le soltó la mano a Ramón Saadi e intervinieron los tres poderes de la provincia en el caso.

En el año 1990, a dos días de cumplir 18 años, María Soledad Morales fue encontrada asesinada en un basural y con signos de que había sido violada. Por este caso, hubieron dos juicios. El primero fue televisado y el segundo no. Fueron infinitos e incontables los testigos falsos, las irregularidades y la complicidad de un entramado entre la justicia, el gobierno provincial, y el nacional, los medios de comunicación, que desconfiaron primero que nadie de la víctima, que fueron coordinados para encubrir a los responsables.

María Soledad Morales tenía 17 años y el 7 de septiembre de 1990 fue la última vez que la vieron con vida. Había asistido a un baile, esa noche se realizaba la elección de la "Reina de los estudiantes". Lo recaudado en esa fiesta se iba a destinar para costear el viaje de egresados de cinco alumnas, entre las cuales se encontraba Soledad.

El rol de la directora, Lorena Muñoz, en el documental "María Soledad: El fin del silencio"

Mariana Montero fue la periodista a cargo de la investigación de "El fin del silencio", que luego fue dirigido por Lorena Muñoz, quien recuerda el impacto que este caso tuvo sobre ella porque tenía la misma edad de María Soledad en el año 1990.

"Me acuerdo que llegaba de la escuela a ver qué pasaba ese día con el juicio que se televisaba, a ver los careos, a escuchar los testimonios, las marchas del silencio. También para mí fue 'mi primer caso', algo que sentí que me tocaba internamente. Por ser tan público, y por la identificación que generaba", contó Lorena en una entrevista con Página 12.

Cuando le propusieron a Lorena Muñoz realizar la película documental sobre este caso, además de todo el trasfondo de recuerdos adolescentes, la idea le tocó otro punto sensible de su vida personal ya que en su familia también hubo un caso de femicidio. La bisabuela de la directora y su tía abuela del lado materno, fueron asesinadas en el años 1954 en España.

Ella sentía que si bien el caso de María Soledad fue uno de los femicidios más resonantes de la Argentina, había un punto de vista que nunca había sido considerado. Esa versión que nunca se escuchó era el de las amigas de Soledad. Nunca había sido indagado ni en términos judiciales, comunicacionales y narrativos, el punto de vista de sus compañeras de colegio. Por lo menos, no con sus voces en primera persona.

"María Soledad: El fin del silencio", el documental de uno de los femicidios más impactantes de la historia policial argentina

Los acusados del femicidio de María Soledad Morales fueron Luis Tula, su supuesto novio, quien fue acusado de entregarla a Guillermo Luque, hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque. Este joven la llevó a una fiesta en la que participaron Pablo y Diego Jalil, sobrinos del intendente de la ciudad, Arnoldito Saadi, primo del gobernador Ramón Saadi, y Miguel Ferreyra, hijo del jefe de la policía. En esta fiesta, los acusados y otros hombres abusaron de Soledad.

En 1998, ocho años después, Luis Tula fue condenado a nueve años de prisión por se partícipe secundario de la violación y el asesinato. Por otro lado, Guillermo Luque fue condenado a veintiún años de prisión como autor material del crimen.

Lorena Muñoz dijo sobre este crimen de la década del '90: "Fue una historia con tanta repercusión que yo creo que en un momento 'el caso' le ganó al femicidio. Ganó la 'novela policial'. Volver a las amigas para que la cuenten a María Soledad es volver a ella hoy, a cómo sería ella hoy. Desde un punto muy cercano. Hay mucho material de archivo sobre Ada Rizzardo y Elías Morales, sus papás, y lo importantes que fueron en la lucha contra la impunidad".

Luego la directora agregó: "Pero por fuera de la mamá, el papá y Martha Pelloni, la religiosa al frente del colegio al que iba Soledad. Las amigas nunca tuvieron un lugar de protagonismo". 

Los detalles del documental del femicidio de María Soledad Morales

El documental de Netflix trabaja con voces en off por encima de imágenes de archivo y entrevistas que fueron realizadas especialmente para la película. Sobre todo las que les realizaron a las compañeras de colegio de María Soledad, Martha Pelloni y periodistas que cubrieron el caso, para construir un relato coral.

"A partir de las charlas con Rita Segato y de la lectura de Dora Barrancos, tuve especial cuidado de no espectacularizar el femicidio. Atención en el modo de tratamiento de la víctima y de los victimarios. No entrar en detalles sobre lo que le hicieron. Y sí entrar en detalles sobre quién era ella y lo que se perdió", detalló Lorena Muñoz.

A los culpables y condenados, en el documental, los nombran como "los hijos del poder" y no elaboran, alrededor de ellos, perfiles extraordinarios. Esa fue una decisión a conciencia de la directora, por lo que Muñoz explicó: "Hubo un cuidado en relación a los asesinos de no darles un protagonismo que los volviera espectaculares".

Las amigas y compañeras de María Soledad, quienes hoy tienen más de cincuenta años, todavía la recuerdan llorando. Además, sienten culpa, cuentan en la película, que se sienten responsables. Rosana Medina dice, "Yo la tendría que haber acompañado o tendría que haberle insistido más para que venga a mi casa".

El documental muestra y hace hincapié en cómo se operó para hacer de María Soledad Morales lo que se considera una mala víctima, y también de sus amigas. Algunas de las cosas que se decían, en ese entonces, eran que "Ella sabía que Tula era casado". Marilyn Varela, otra de las amigas de la víctima y vocera del grupo, dice en un momento del documental "no le fallamos a la sole", como si ellas también hubieran tenido esa responsabilidad.

"Hacer este documental (cree la directora) nos permite desmontar algo que todavía es una práctica habitual. Cuando volvemos a mirar estos materiales vemos cómo la Justicia cuestiona y pone sobre la lupa el accionar de la víctima, de una nena prácticamente, que fue al baile con los únicos zapatos que tenía, que era los que llevaba todos los días a la escuela", concluyó Lorena Muñoz.

C.S.