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El historiador, dramaturgo, médico psiquiatra y exsecretario de Cultura de Argentina, Mario Ernesto O'Donnell, conocido popularmente como “Pacho”, explora la tercera edad en su libro La nueva vejez: ¿La mejor etapa de nuestras vidas?. En esta obra, Pacho desafía los prejuicios culturales y temores asociados a la vejez, describiéndola como una de las etapas más largas y, potencialmente, la más plena de la vida.
En una reciente edición del ciclo de entrevistas +CARAS, conducido por Héctor Maugeri, O'Donnell compartió su visión sobre la vejez, abordando sin tapujos el tema de la intimidad en esta etapa. Según el autor, la vejez no debe verse como un periodo oscuro marcado por la enfermedad y la soledad, sino como una oportunidad para mantener el dinamismo, la creatividad e incluso el erotismo, todo dependiendo de la actitud con la que se enfrente.
La vejez y la sexualidad
Al ser consultado por Maugeri sobre cómo se vive la sexualidad en la tercera edad, O'Donnell explicó: “En la vejez hay sexo. No es el mismo de los 20 años; es otro, más basado en la sensualidad, en la caricia y en la espera. Hay sexo hasta el último de nuestros días, tanto para la mujer como para el hombre”.
Además, Pacho señaló el fuerte prejuicio que existe hacia las mujeres mayores que manifiestan deseo sexual, calificadas como "viejas locas", y hacia los hombres mayores, llamados "viejos verdes". “Muchas veces creemos que el sexo es solo para jovenes, pero es importante darse permiso para la sexualidad”, afirmó.
Cómo prepararse para la vejez, según Pacho O'Donnell
O'Donnell también reflexionó sobre cómo prepararse para la vejez, enfatizando la importancia de aceptar el paso del tiempo y mantenerse activos: “La vejez oscura comienza cuando los recuerdos superan a los proyectos. Como viejo, todos los días tenes que levantarte con un proyecto en el que trabajar. El tiempo no se detiene tiñéndose el pelo o frenando las arrugas. Hay una negación del tiempo sobre la que se montan importantes industrias. Hay que aceptar el paso del tiempo y considerar la vejez no como una tragedia, sino como un desafío”.
Finalmente, destacó la necesidad de romper con los prejuicios sociales que asocian la belleza exclusivamente con la juventud: “Hay una idea de fealdad muy condicionada por los prejuicios sociales, donde la fealdad o belleza está ligada a una condición de vida. Hay ancianas muy bellas, pero para eso que romper los prejuicios de una sociedad centrada en la juventud”.
MDP
