Desde pequeña, la princesa Charlotte de Gales demostró que no es una niña común dentro de la realeza británica. Con apenas 9 años, la hija del príncipe William y Kate Middleton ya se ha ganado apodos como "la pequeña jefa de la casa" y "la princesa guerrera" debido a su fuerte carácter y su actitud decidida.
Incluso, la propia Isabel II, su bisabuela, alguna vez la describió con cariño como la más mandona de la familia. Pero, más allá de su personalidad arrolladora, Charlotte comenzó a perfilarse con intereses propios, mostrando un lado activo, artístico y aventurero que la diferencia del resto de los royals.
Una pasión por el deporte que rompe con los moldes
Uno de los aspectos que más llama la atención sobre Charlotte es su gran amor por los deportes. La niña demostró una fascinación más tradicional hacia el fútbol, algo que comparte con su padre y su hermano mayor. En varias ocasiones fue vista asistiendo a partidos importantes, lo que demuestra su entusiasmo por este deporte.
Charlotte también fue un paso más allá e incursionó en el rugby, un deporte de contacto que refuerza su imagen de niña fuerte y determinada. Fue Kate Middleton quien reveló que su hija disfruta de los entrenamientos en el colegio y que, lejos de intimidarse, se desenvuelve con soltura en la cancha.
Ballet y música: la faceta artística de la princesa Charlotte
A pesar de su amor por los deportes de contacto, Charlotte también tiene un lado artístico muy desarrollado. Desde pequeña, tomó clases de ballet, una danza que combina la elegancia con la disciplina, y que su familia fomentó activamente. Esta pasión recuerda a la de su abuela, la princesa Diana, quien también fue una gran admiradora del ballet.
Además, la princesa se interesó por la música, algo que ha sido impulsado por su madre. Kate Middleton habló en varias ocasiones sobre la importancia de las artes en la educación de sus hijos y cómo intenta que ellos exploren distintas formas de expresión creativa.
Otro de los pasatiempos que definen a Charlotte es su conexión con la naturaleza. Al igual que su madre, disfruta pasar tiempo al aire libre y participar en actividades relacionadas con el medio ambiente. La familia real ha compartido imágenes de los niños en jardines y parques, cuidando plantas y explorando la vida silvestre, algo que Kate promueve con iniciativas como el jardín "Back to Nature".
Esta cercanía con la naturaleza también forma parte del legado que los príncipes de Gales quieren dejar en sus hijos: el respeto por el medio ambiente y la importancia de desconectarse de la tecnología para reconectar con el mundo real.
VO
