Ricardo Alfonsín (h), de 37 años, nieto del ex presidente Raúl Alfonsín recibió a CARAS en su oficina de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), donde se desempeña como Secretario de Políticas de Diseño e Innovación Tecnológica de la UBA.
Además es Diseñador en Imagen y Sonido, Profesor Titular de una materia llamada Producción Audiovisual en el Sector Público; y el Director General del Festival de Cine de la UBA.
Posa junto a su mujer, Florencia Mouriño (33), diseñadora gráfica y al frente de un emprendimiento de maquillajes naturales y veganos, y con su hija Clementina, de 11 meses, una de las tantas bisnietas que tendría el icónico político. “De Raúl (así se refiere a su abuelo) heredé valores como la solidaridad, honestidad, austeridad, testarudez, tenacidad…”, confiesa quien además es el hijo de Ricardo Alfonsín (71), actual Embajador Argentino en España.
Cuando Ricardo (H) nació, Raúl Alfonsín ya era Presidente de la Nación
En el momento en que falleció Raúl Alfonsín, en 2009, Ricardo (h) tenía 23 años. “Cuando nací, Raúl ya era presidente. El asumió en el ‘83 y yo nací en el ‘85. Los recuerdos son mínimos. Ibamos todos los fines de semana a la Quinta Presidencial, algo que me cuenta papá con mucha alegría. Papá se había comprado una cámara y por eso tengo videos donde soy chiquito y estoy con Raúl. Quiero hacer una película, yo la produciría. Estoy entrevistando a mucha gente que estuvo muy cerca de él, funcionarios, amigos…”, comenta quien fuera hermano de Amparo, la nieta de Alfonsín de 15 años que en 2004 murió en un dramático accidente, en el Instituto Jesús María, ubicado en la calle Talcahuano al 1200 (el vidrio de una puerta cayó sobre su pierna izquierda, lo que le provocó el seccionamiento de la arteria y los vasos femorales). “Cuando murió mi hermana, yo tenía 19 años. Para mí, Raúl era un hombre invencible, que podía con todo, y esa vez lo vi llorando por primera vez. Estaba desconsolado y para mí fue impactante”, afirma Ricardo (h).
Raúl Alfonsín tuvo junto a su mujer, María Lorenza Barreneche, seis hijos: Raúl Felipe, Ana María, Ricardo Luis, Marcela, María Inés y Javier Ignacio. Además muchísimos nietos y bisnietos. “Nosotros lo llamábamos ‘Otro Papá’. Te cuento porqué: cuando Raúl llegaba a la casa de una tía, ella les decía a los hijos: ‘Prepárense que hoy viene papá a comer’. Y cuando llegaba Raúl, mis primos les decían: ‘Hola papá’. Mi tía les explicaba que no era su papá, que era ‘Otro papá’, o sea su propio padre… A partir de ahí todos los primos lo llamábamos a Raúl: ‘Otro papá’ y también, ‘Otrito’. Es curioso porque a Raúl muchos lo recuerdan como a un padre, el Padre de la Democracia, o sea ‘el Otro Papá’ de todos”, agrega.
Ricardo Alfonsín (h) rememora escenas íntimas vividas con el histórico ex presidente de la Nación. “Recuerdo las tardes en la casa de Chascomús, frente a la laguna. Raúl decía que desde su ventanal veía los atardeceres más lindos. A él le encantaba comer tostadas con atún y mayonesa, y le daba a mi perro con la misma cuchara que usaba él. Y ahí estaba yo, ¡cambiándole la cuchara cada dos minutos! (Risas)”, dice Ricardo (h), que está organizando el Primer Festival Internacional de Cine de la UBA (desde el 25 al 30 de julio). “Vendrán invitados especiales, como el director español Alex de la Iglesia y el premiado documentalista ucraniano Sergei Loznitsay, además de Lucrecia Martel y Manuel Antín, entre otras grandes personalidades”, agrega.
Raúl Alfonsín iba a ver a su nieto cuando se presentaba con su banda de Punk Rock
Sobre su padre, Ricardo Alfonsín, instalado en Madrid como Embajador, el nieto de Raúl dice: “Todo el tiempo estamos en contacto, hacemos videollamadas. Y con el nacimiento de Clementina, mucho más. ¡Todavía no la pudo conocer! Mi viejo es un gran tipo, empezó a dedicarse a la política siendo más grande. Arrancó a los 40. El me inculcó los valores de Raúl: todo lo que sé y aprecio de mi abuelo es por mi viejo”, afirma.
Ricardo (h) sostiene una foto de su abuelo en el marco de las celebraciones por los 40 años del retorno de la Democracia; y recuerda otra simpática anécdota: “Soy fan de The Clash (banda inglesa). De chico y hasta los 26, tuve bandas de punk rock y llegué a tocar en Cemento. Una se llamaba ‘Inadecuados’ y otra, ‘Los Monos de Darwin’. A Raúl le divertía mucho verme. Yo era el guitarrista. Se mataba de la risa. No entendía nada. Una vez me dijo: ‘¡Esa guitarra tiene demasiada distorsión!’”. Y concluye: “¡¿Cuánto lo tienen que querer a Raúl para que le demuestren tanto cariño a su nieto?! Cuando se enteran de mi apellido, todo el mundo me lo recuerda con un infinito amor”.
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Producción: Alicia Blanco
Fotos: M.Dubini/Perfil