Laila Roth, la nueva compañera de Mario Pergolini: el impacto de la muerte de su mamá, el humor como catarsis y el orgullo de su papá

Laila Roth da un paso importante en su carrera al convertirse en la flamante compañera de Mario Pergolini en Otro día perdido, el programa que se estrena hoy por la pantalla de El Trece. La dupla promete un formato fresco, ácido y sin filtros, donde la comediante aportará su particular mirada sobre lo cotidiano, la vida adulta y las emociones más profundas, todo atravesado por su humor distintivo.

Esta nueva aventura profesional llega en un momento de madurez personal y artística para Roth, quien se forjó a sí misma entre funciones de stand-up, giras por Europa y Latinoamérica, y un crecimiento sostenido en redes sociales. Detrás de su tono ingenuo y descontracturado, hay una historia atravesada por el dolor, la reconstrucción y el deseo de transformar las heridas en risa.

Laila Roth, la nueva compañera de Mario Pergolini: el impacto de la muerte de su mamá, el humor como catarsis y el orgullo de su papá

La participación de Laila Roth en Otro día perdido junto a Mario Pergolini no es un dato menor: representa la consolidación de una artista que supo construir su lugar sin abandonar la autenticidad que la define. Con un estilo propio, su llegada a la televisión abierta es una apuesta por lo distinto, por un humor que no busca agradar, sino ser sincero.

Nacida en Ceres, Santa Fe, y criada en Rosario, Laila se formó en un entorno familiar clásico, con un padre médico y una madre con ideas claras sobre lo que “debía ser” una carrera profesional. En su juventud, estudió Estadística, más por mandato que por vocación, pero el llamado del escenario fue más fuerte. Así, abandonó la estabilidad para entregarse al camino del humor, primero en pequeños espacios y luego en escenarios de todo el mundo.

El golpe más duro llegó en la pandemia, cuando su madre falleció por COVID. El duelo, atravesado por el aislamiento, fue un punto de quiebre. “No procesé el duelo normal, lloro y me río al mismo tiempo”, contó. Lejos de paralizarla, ese dolor fue el motor para redoblar su apuesta: volver a la risa como forma de sanación.

A la par, la relación con su padre fue tomando otro color. De cierta distancia inicial, él pasó a ser uno de sus principales apoyos. Esa transformación, tanto personal como vincular, también es parte del material que Laila sube a sus redes, con millones de visualizaciones.

En este presente de crecimiento, Laila Roth demuestra que se puede hacer humor desde lo real, lo imperfecto y lo doloroso. Su desembarco junto a Mario Pergolini en El Trece no es solo una oportunidad televisiva: es el reflejo de un recorrido honesto, emocional y profundamente humano.

MVB