María Vázquez en la intimidad de su campo de Cañuelas (Caras)
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María Vázquez en la intimidad de su campo de Cañuelas

La mujer de Adolfito Cambiaso cuenta los cuidados para ser una diosa a los 45.

Comenzó como modelo a los 19, y hoy sigue “haciendo cosas”, pero ya no desde la necesidad económica sino desde un lugar que la “divierte”. Incursionó en la TV, fue protagonista de distintos  “Bailando por un  Sueño” y hoy se gratifica cuando la convocan para algún proyecto que pueda canalizar en los pocos meses al año que está en el país. También realiza actividades afines a la moda, como ser la embajadora de una marca de linos o hacer joyas con una socia, pero todo ajustado a sus responsabilidades familiares de acompañar por el mundo a su marido, el consagrado polista Adolfo Cambiaso (45), y de apuntalar a tres hijos en edad escolar.

Y cuando fue convocada por el centro de estética Bace para hacer una campaña publicitaria en plena pandemia, María Vázquez (45) revalidó sus pergaminos de diosa con imágenes para el asombro: “Me cuido y voy buscando cosas nuevas, pruebo lo que me funcione y no tengo fórmulas ni teorías. Soy muy esteta, sí, pero también priorizo mucho mi salud. Me baso en una alimentación sana, pudiendo elegir lo que como, y en una rutina de ejercicios físicos, ya sea entrenando con mi marido cuando viajamos o haciendo acá boxeo, telas y mucho baile. También, si puedo hacerme un mimo con la gente de Bace me lo hago, porque son tratamientos no invasivos que no agreden al cuerpo”, reseñó María.

   Debido a las restricciones que impuso el coronavirus, la modelo armó el set de producción en su campo de Cañuelas y a la distancia, vía Facetime, el fotógrafo Gabriel Rocca compuso las instantáneas. “Previamente le mandé fotos de los lugares donde iba a estar, después ubicás el teléfono y él te indica donde acomodarlo por el tema de la iluminación. Accedí a  hacerlas porque le tengo confianza a Gabriel, sabe ‘hasta donde’ y me cuida un montón”, explicó.
 

Atenta sienpre a los consejos de sus médicos clínicos, nutricionistas y dermátologos, María dice que tomó conciencia de lo importante que es cuidarse cerca de los 30, después de ser madre por primera vez: “Todo lo que hago ahora está enfocado en mi salud, y además de lo estético hay que cuidar nuestros órganos internos, que son los que nos mantienen vivos. Por eso para comer escucho a mi cuerpo y apeló a la variedad, sin quitarme comidas y dándole un medido lugarcito al placer”, argumentó.

 

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