FOTOS | Sebastián Estevanez e Ivanna Saccani: "Nunca tuvimos una crisis"
Desde el Caribe, el reconocido actor se confiesa y muestra la intimidad de su familia.
Su disfrute es proporcional a la cantidad de horas que permanecen los cinco juntos. Y mientras esa premisa se respete, para el clan Estevanez no habrá paraíso geográfico en el mundo que lo equipare. “Estar todo el día acompañados es lo mejor que nos puede pasar”, repite Sebastián (49) que en sintonía con su esposa Ivana Sacccani (37) y sus tres hijos, Francesca (12), Benicio (9) y Valentino (4), predican con el ejemplo. “Cuando podemos irnos de vacaciones elegimos el Caribe que nos parece un lugar maravilloso por sus playas y sobre todo por la gente que es muy buena onda. Compartir buenos momentos en familia nos da felicidad”, coincide la pareja cuya estadía en el renovado Meliá Caribe Beach Resort, de Punta Cana, elevó la vara para futuros destinos. No solo por la calidad en servicios de lujo —como “The Level”, el concepto más exclusivo de Meliá Hotels & Resorts que incluye un salón VIP para el registro y salida de huéspedes, acceso preferencial a los restaurantes del hotel y concierge a disposición las 24hs— sino por la variedad de opciones y comodidades pensadas para cada integrante de la familia. “Desayunábamos, después íbamos a la playa, almorzábamos y playa de nuevo. Compartíamos juegos de mesa, fútbol, vóley y nadábamos. No nos quedó nada sin hacer”, resume el actor que devoto del deporte y la vida sana no descuidó las caminatas diarias, en la famosa costa de Playa Bávaro, ni el entrenamiento en el gym privado del resort con su mujer.
Dos décadas de amor en el paraíso caribeño ameritaban tiempo a solas: por eso en plan de fomentar la intimidad de la pareja, Ivana y Sebastián no tuvieron mejor idea que reservar una mesa para dos en uno de los trece restaurantes Internacionales que ofrece el All Inclusive. “Que nuestros hijos estén más grandes también nos da otro aire y por supuesto necesitamos tener nuestro momento y espacios solos. Para ir al cine, al teatro, a cenar. Creo que si el sexo en la pareja fuese un trabajo estaríamos en problemas. Por suerte sigue siendo un placer. La creatividad se alimenta sola: con amor y pasión”, admite el actor al que no le cuesta nada enumerar las cualidades de la modelo que lo enamoró hace casi veinte años en un desfile.“Con ‘ Iva’ formamos una buena sociedad. Es una excelente madre, buena persona, compañera, responsable, trabajadora, más no le puedo pedir a la vida. Es el amor de mi vida. Por suerte nunca tuvimos una crisis. Por supuesto que tenemos peleas como cualquier pareja y discusiones pero nunca duran mucho. Por suerte nos llevamos muy bien: los dos queremos lo mismo y tenemos los mismos objetivos”. Siempre “en bloque” para trasladarse de un lugar a otro, el sólido clan no se privó de explorar las seis piscinas del resort ni de experimentar el novedoso programa Wellbeing 360°: un nuevo concepto de bienestar que ofrece a sus huéspedes una serie de actividades diarias dirigidas por expertos, así como espacios sociales donde realizar yoga, meditación, clases de cocina, tours en bicicleta, talleres de jardinería botánica y ceremonias alrededor del fuego; además de contar con gimnasio totalmente renovado al igual que el YHI Spa.
Orgullosos de los valores que inculcaron en sus pequeños, develan que Benicio tiene más feeling con los deportes mientras definen a Francesca como una apasionada del teatro y del baile. “Es su pasión. El día de mañana si es lo que a ella le gustaría hacer por supuesto que me encantaría compartir la profesión con ella”, promete el hijo de Quique Estevanéz que a la vez expone el lado B de la crianza. “Es muy difícil ahora que están más grandes. Tratamos de hablar mucho con ellos y de estar presentes en todo lo que hacen y quieren, de acompañarlos en todo. Todo es complicado pero si hay un buen diálogo, una buena relación todo es mucho más fácil. Siempre soñamos con tener tres hijos y la verdad es que nos sentimos muy bien así”, dice.
Hasta en los días más nublados o cuando el sol se hacía desear un poco, el área de juegos y consolas de realidad virtual del Meliá era un gran aliado para los varones. Aunque el highlight de su estadía fue sin dudas el Splash Water Park, nuevo parque acuático del resort donde el actor volvió a convertirse en un niño más para disfrutar de toboganes, cascadas y el SplashPad junto a sus herederos.
De regreso en la ciudad, donde los horarios de grabación mandan, el hermano de Sol Estevanez celebra su debut en Polka “una cuenta pendiente” tras diecisiete años consecutivos en Telefé. “Extrañaba hacer televisión pero también soy muy feliz cuando puedo disfrutar todavía más de mi familia, amigos, deportes y sobre todo de proyectos personales”, concluye uno de los protagonistas de “Separadas”.