Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover (X)
REALEZA

El verdadero motivo por el que Carolina de Mónaco rechaza el acuerdo de divorcio

A pesar que lleva más de una década separada de Ernesto de Hannover, se niega a firmar el acta de divorcio.

El matrimonio entre Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, celebrado en 1999, se presentó en su momento como una unión digna de la más alta consideración dentro de la realeza europea.

Esta alianza no solo unía a la princesa de Mónaco con uno de los nombres más ilustres de Europa, sino que también representaba la consolidación de una historia dinástica cuyo origen se remonta a la Edad Media. Los Hannover, antiguos soberanos del Reino Unido hasta la muerte de la reina Victoria I, aportaron un linaje cargado de historia y prestigio, haciendo realidad el sueño de Grace de Mónaco para su hija mayor.

El motivo por el que Carolina de Mónaco rechaza el acuerdo de divorcio

Sin embargo, con el paso de los años, lo que parecía un matrimonio de cuento de hadas fue deteriorándose, revelando tensiones profundas y un distanciamiento irremediable. Pese a llevar más de quince años separados, Carolina y Ernesto nunca han formalizado su divorcio.

Carolina de Mónaco 

Esta decisión ha suscitado múltiples teorías, la más plausible de las cuales apunta a la intención de Carolina de preservar el título de Alteza Real, una dignidad que no solo le confiere un estatus superior al de su título monegasco, sino que también le garantiza una posición preeminente dentro de la aristocracia europea.

El título de Alteza Real, que Carolina de Mónaco comparte con su hija menor, Alexandra, ha sido uno de los pilares de su vida dentro de la nobleza. Perderlo podría significar un descenso en la jerarquía social y, quizás más importante, comprometer el legado que Ernesto Jr., el primogénito de la pareja, podría heredar. Este interés en mantener intacto el estatus nobiliario parece ser una de las razones clave para evitar el divorcio, aunque también es necesario considerar las posibles motivaciones religiosas, ella es miembro de una familia profundamente católica, para quien el divorcio podría representar un desafío moral.

AM 

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