El excesivo monto de jubilación que recibe Paloma Rocasolano
La madre de la reina consorte vive una vida cómoda en Murcia.
Alejada del protocolo real, pero siempre cerca del corazón de su hija, Paloma Rocasolano transita sus años dorados con una serenidad que pocas mujeres de su generación pueden ostentar. No lleva corona ni asiste a galas oficiales, pero disfruta de una vida cómoda y refinada.
Madre de la reina Letizia y abuela de las infantas Leonor y Sofía, Paloma Rocasolano representa esa figura maternal que supo mantenerse firme en las sombras, mientras el foco iluminaba a su hija. Pero más allá del vínculo afectivo, lo cierto es que el destino también le ha sonreído en términos materiales: actualmente, Paloma cobra una pensión de jubilación que se ubica por encima de la media española, permitiéndole un estilo de vida sin sobresaltos económicos.
De enfermera a madre de la reina
Antes de que la vida la colocara en el centro de la esfera pública, Paloma forjó su propio camino. Fue enfermera, primero en Oviedo y luego en Madrid, donde se trasladó en 1991 junto a su entonces esposo, Jesús Ortiz. Allí trabajó durante años en el Sindicato de Enfermería SATSE, una carrera discreta pero constante, como muchas mujeres de su época, marcada por el esfuerzo y el cuidado de los demás.
En 2017, puso punto final a su vida laboral y comenzó a recibir la pensión máxima que permite el sistema español: alrededor de 2.800 euros mensuales. Un ingreso que le ha permitido no solo vivir con tranquilidad, sino también disfrutar de algunos placeres reservados para pocos.
Actualmente, Paloma reside en Murcia junto a su pareja, Marcus Brandler. Lejos de los flashes y los compromisos reales, su día a día transcurre entre paseos tranquilos, cenas en restaurantes de alta cocina y momentos compartidos con su otra hija, Telma, y su nieta, Carla Vigo.
Si bien su presente es tranquilo, hay algo que Letizia extraña profundamente: la cercanía con su madre. La reina ha manifestado en su entorno el vacío que siente desde que Paloma se instaló en Murcia.
Este vínculo no estuvo exento de roces con la familia real. Especialmente con la reina Sofía, quien en más de una ocasión expresó su molestia por no poder ver a sus nietas con la frecuencia deseada, mientras Paloma gozaba de un acceso privilegiado. Tensiones que reflejan, una vez más, que el poder no siempre se mide en títulos nobiliarios.
Hoy, Paloma Rocasolano vive una etapa de retiro que combina afecto, confort y una pizca de lujo, gracias al rol de su hija en la Corona española.
VO