Cuál era el verdadero vínculo íntimo de Lyle y Erik Menéndez, según la visión de la serie de Netflix
La nueva serie de la plataforma de streaming deja en evidencia detalles de la escalofriante historia de los asesinatos cometidos por los hermanos.
El true crime es uno de los géneros más aplaudidos en los últimos tiempos. Narrar historias reales es la nueva joyita de las plataformas de streaming, y como no podía pasar de otra forma, uno de los casos más controversiales de mundo arribó a Netflix. Se trata de la historia de los crímenes que cometieron Lyle y Erik Menéndez hacia sus padres en 1989, y que por los que se encuentran en prisión desde entonces, cumpliendo una cadena perpetua.
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, cuenta en detalle la vida de estos dos jóvenes de clase alta que tomaron una terrible decisión para deshacerse de sus padres. Esta nueva narración de sus historias de vida dejó ciertas dudas y una de ellas incide en el vínculo tan cercano que los une, en el que se especuló sobre una relación incestuosa. La serie brinda una mirada al respecto .
La relación de Lyle y Erik Menéndez narrada en la pantalla
El 20 de agosto de 1989 José y Mary Louise Menéndez fueron hallados sin vida en su lujosa mansión de Beverly Hills de Los Ángeles. Ambos fueron asesinados a balazos. Y posteriormente, sus dos hijos Lyle y Erik hallaron los cuerpos, llamaron la policía y demostraron abiertamente su dolor ante las pérdidas. Esa fue la primera versión de los hechos, pero el caso dio un giro inesperado.
Pese a que las investigaciones no apuntaban a los hermanos Menéndez, Erik decidió contar su verdad al psiquiatra que lo atendía: confesó que junto a su hermano planearon y ejecutaron los crímenes de sus padres. De allí, la historia conocida: se comprobó estas autorías, ello indicaron que sufrían abusos por parte de su padre, pero recibieron cadena perpetua.
Lo cierto es que en torno al caso surgieron diversas teorías de lo que sucedía dentro de esa mansión, en los vínculos familiares, luego que en el juicio ambos indicaron que sufrieron abusos por parte de su padre, José, quien era un hombre con una imagen "ejemplar" como director de una reconocida compañía de producción musical.
Una de ellas fue sobre el vínculo muy cercano entre los hermanos, que podría ser de tinte amoroso más que de hermandad. Y este fue un eje en la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, donde en diversas escenas se mostraron los gestos cariñosos entre los jóvenes, hasta se recreó una situación de un beso entre ellos.
Pese a esta recreación de esta cercana relación, podría ser solo una licencia en la narración. Por su parte, el periodista Robert Rand, autor del libro The Menendez Murdersha, opinó al respecto. "No creo que Erik y Lyle Menéndez hayan sido amantes. Creo que esa es una fantasía que estaba en la mente de Dominick Dunne ", aseguró.
Y detalló: "Durante el juicio corrieron rumores de que tal vez había algún tipo de relación extraña entre Erik y Lyle. Pero creo que el único contacto físico que pudieron haber tenido es lo que Lyle testificó, que cuando Lyle tenía 8 años, llevó a Erik al bosque y jugó con él con un cepillo de dientes, que es lo que José había hecho con él. Así que, desde luego, no llamaría a eso una relación sexual de ningún tipo. Es una respuesta a un trauma".
En la actualidad, en la vida real, los hermanos mantienen su vínculo cercano, Al momento de estar en prisión fueron separados y luego de una gran lucha de años lograron volver a habitar la misma cárcel, por lo que volvieron a compartir espacios. Por el momento, decidieron no dar su versión de los hechos tras el lanzamiento de Netflix.