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Los Registros Akáshicos contienen toda la memoria individual y colectiva del Logos Planetario. Es como una gran computadora que almacena la información de todas nuestras vidas. Imagina que pudieras acceder a una computadora de este tipo y sentarte a ver en la pantalla del monitor las experiencias de esta y todas tus vidas pasadas. Bueno, eso exactamente son los Registros Akáshicos. La palabra Akasha proviene de la antigua lengua sánscrita que podríamos traducir como “sustancia primaria”. En este Registro quedan grabados en forma de energía todas nuestras impresiones, pensamientos, emociones, acciones positivas, y hasta el karma negativo que debemos saldar. ¿Cómo accedemos a estas memorias? A través de una Oración Sagrada que recibió Juan Prochaska de una india maya.
A diferencia de otros lenguajes, como el tarot, la lectura de Registros Akáshicos nos conecta automáticamente con una dimensión espiritual. El consultante no espera recibir predicciones sobre su futuro (el lector no las da), más bien recibe una comprensión más elevada de su existencia, un cambio de perspectiva. Abandonamos el plano material para recordar que vinimos aquí, a la tierra, con un propósito superior, y a desenredar algunos lazos kármicos. Este recuerdo de su origen divino, en el contexto de la lectura de Registro, toca una fibra intima del consultante que lo devuelve a la realidad de su Ser más profundo. Accediendo a nuestros Registros Akáshicos podemos comprender muchas cosas de nuestra vida ¿por qué estamos bloqueados en la pareja? ¿Hubo alguna situación en una vida pasada que hace que en esta vida no encontremos el amor? ¿Y el dinero? ¿Por qué siempre tenemos problemas económicos? Algunas de estas respuestas las encontraremos en los antiguos anales de los Registros del Akash.
