sábado 27 de julio del 2024

Carolina Giudice: “Necesitamos trabajar en nuestra vibración personal, para acompañar el proceso de ascensión de la Tierra”

Como terapeuta integral, Carolina ha desarrollado un método a través del cual acompaña a las personas a hacer concientes sus corazas, romper relatos, integrar emociones y desanudar conflictos, para un fin que es tanto individual como colectivo: la evolución. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

Carolina Giudice es abogada. Y le gusta contarlo, aunque ya no ejerza esa profesión que figura en su título universitario y que la tuvo entre expedientes durante más de 20 años. Quizás porque los seres humanos tendemos a etiquetar o encasillar como una forma de interpretar el mundo y a las personas que nos rodean, y necesitamos definir bien los opuestos o dualismos para que la cosa se nos haga más fácil, es que la mayoría de nosotros se sorprendería al descubrir que Carolina, luego de un largo proceso de transformación, hoy se dedica a brindar procesos terapéuticos y acompañar a las personas a conectar con su plano espiritual valiéndose de herramientas como la astrología, la terapia corporal bioenergética y la terapia floral. Un viaje que alguna vez ella también emprendió (y aún lo transita) y que la llevó a encontrar su propósito de vida como terapeuta y comunicadora.

Amante del yoga, de los viajes, el sol y el aire libre, aficionada al dibujo y la pintura al óleo, gran jugadora de tenis y paddle, Carolina es una persona luminosa que disfruta de la vida y de sentirse libre. Y valora el amor y la compañía de sus amigos, primos y sobrinos, y de su ahijada, Jacinta.

“Mi trabajo me conecta con el amor, la sensibilidad, y es un camino de pura exploración y también de sanación personal”, dice rodeada de naturaleza en su casa de Cardales, un sueño cumplido hace 4 años. En todo ese verde corre su perra, India, que no podría llamarse de otra manera: ese camino, al que Carolina hace alusión, se inició cuando a los 10 años abrió un libro, “La India secreta”, como una puerta hacia esa espiritualidad que la acompañaría toda su vida. Un viaje a Machu Picchu y otro a India, la tierra que anhelaba conocer desde esa primera lectura, la transformaron. A su regreso, ya no era la misma.  

Carolina, hoy en día sos terapeuta integral, pero inicialmente te formaste como Abogada. ¿Cómo fue ese proceso de cambio para vos, de una profesión tradicional a otra que parecería ser completamente opuesta?

Sí, Nati. A mis 26 años me encontraba recibida de abogada, profesión que ejercí hasta mis 47 años, donde la dejé de manera total luego de un largo proceso. Durante unos 23 años fui abogada de un Organismo del Estado, y durante 15 años paralelamente tuve mi propio estudio jurídico. Pero, al mismo tiempo que desarrollaba esta profesión, me formé primero como astróloga, comenzando a desarrollar esa actividad paralelamente (luego de 3 años de estudio intensos), y posteriormente hice dos formaciones largas, cada una de 4 años, una de ellas la de Terapeuta Corporal Bioenergetista y la otra como Terapeuta Floral Integrada. La actividad que desarrollo hoy, en sesiones, talleres vivenciales y formaciones que doy, unen estas tres herramientas terapéuticas.

Cuando a los 47 años solté de manera total mi profesión abogadil, ya hacía unos 15 años que paralelamente me desarrollaba como astróloga y me formaba.

¿Sentís que había algo en vos relacionado con lo espiritual o lo terapéutico desde siempre que intentaba manifestarse, o fue un despertar completamente sorpresivo incluso para vos misma?

Como voy contando, la actividad que realizo hoy es consecuencia primero de un proceso personal interno, donde cierro un ciclo como abogada, y luego de un camino de formaciones y de atención en consulta paralelamente.

De alguna manera, siempre cuento que el click fue darme cuenta que detrás de los conflictos legales, estaban siempre los conflictos emocionales de las personas. Con lo cual un día dejó de tener sentido seguir desarrollando tal actividad profesional.

Realmente fue un proceso donde internamente siempre sentí que un día iba a dar un giro total.

Este giro lo di al mismo tiempo que me iba a vivir de la ciudad al campo (actualmente vivo en un Barrio en Cardales), en contacto con la naturaleza.

¿Cómo fue tu camino de descubrimiento de todas las herramientas que hoy utilizas en los procesos terapéuticos que brindas a personas y grupos?

En cuanto a las herramientas que utilizo, la astrología se fue impregnando de lo terapéutico con el correr de los años, con lo cual hoy en día hago una astrología terapéutica que es mucho más rica, contenedora, humana, y puedo integrar el mundo emocional de la persona con ella.

A la par, la terapia bioenergética resulta el complemento perfecto, dado que posibilito a la persona vivenciar su historia desde lugares sensoriales y emocionales. Como siempre digo, el cuerpo es la llave para abordar los conflictos que tenemos, para poder desanudarlos, aflojarlos y mirar e integrar lo que estemos necesitando.

Finalmente las esencias florales es el tercer apoyo terapéutico, ya que con su lenguaje vibracional ayudan al consultante a abrir conciencia, y llevar otros patrones vibratorios que lo ayudan en su camino de evolución aquí en la Tierra.

En este sentido, también debo contar que he estudiado cinco sistemas florales diferentes (Bach, California, Australia, Andreas Korte y Saint Germain) con lo cual brindo un abordaje completo y tan necesario para estos Tiempos de Conciencia tan acelerados. Las esencias realmente a acompañan a las personas a realizar profundos procesos de sanación.
¿Cómo podrías definir tu propio método terapéutico y qué diferencial sentís que aporta a las personas que te consultan?

Mi método terapéutico consiste en asistir a los consultantes a hacer concientes las corazas que los habitan, esas corazas encierran las emociones que hemos guardado durante los primeros años (infancia) como así también las zonas de dolor. El origen de nuestros conflictos es todo aquello que hemos tapado y ha quedado vibrando en nuestro interior, y que a modo de espejo se proyecta afuera.

Una vez que hemos hecho concientes las corazas y nos animamos a abrirnos, es necesario desbaratar los relatos en los que hemos crecido, ya que los mismos sostienen esas defensas.

Allí el consultante se encuentra con sus sensaciones y emociones, la verdad de su historia, su mapa como yo lo llamo, y podrá conectar las vivencias que tiene en el hoy con todo ello. Eso le permitirá mirar e integrar toda la información con la que se encuentre, y al hacer esa tarea las tensiones y los conflictos con el afuera comienzan a “aflojarse” y muchas veces disolverse, dado que se ha tomado nota de lo guardado.

Tomar conciencia de la verdad de nuestra historia y hacer contacto con las zonas de dolor, le permitirá al consultante procesos de crecimiento internos que enriquecerán su vida, y en caso de haber descendencia mejorará su maternidad o paternidad ya que la ejercerá desde lugares verdaderamente adultos y de madurez emocional.

Este proceso se realiza con un eje que es el Amor, el Perdón y la Compasión, primero con nosotros mismos y luego con todos los involucrados en nuestra historia. Sin este eje la tarea no se puede hacer. Y por otra parte el consultante deberá despojarse de toda tarea terapéutica realizada con anterioridad, dada que esta mirada es nueva y requiere para su total eficacia tal nivel de despojo. Este método terapéutico está en sincronía con los llamados tiempos de acuario que transitamos.

En un momento crítico como el que estamos viviendo en muchos niveles, no solamente desde el aspecto económico, sino también las crisis en los vínculos, en los sistemas familiares, etc. ¿Qué dificultades observas de manera más recurrente en las personas? ¿Qué pasa con las señales de nuestro cuerpo y nuestras emociones?

Este método es vital para estos tiempos, y el cuerpo y sus mensajes, síntomas y demás avisos, son la llave para este abordaje que plantea un camino de crecimiento interno para desanudar los conflictos que traemos.

Como decía Edward Bach, el creador de la terapia floral, la enfermedad proviene de la separación entre Alma y Personalidad, por lo que esta tarea de unir es vital.

Se trata también de aplicar este tipo de métodos como prevención de nuestra salud, dado que todo lo que no hemos hecho consciente va al cuerpo y, en síntesis, el dolor interno con el que no hemos contactado se manifiesta tarde o temprano, primero como síntoma y luego como enfermedad.

Por dicha razón nos urge realizar este abordaje. Por otra parte todas las nuevas enfermedades que traen los niños que llegan al mundo, tiene relación con el dolor no abordado por sus padres. El tapar, acallar y no sacar hacia afuera tiene su costo, y es la manifestación en el cuerpo físico de algún síntoma o enfermedad, tanto en el adulto como en la descendencia.

Para finalizar, ¿Qué mensaje te gustaría dejar a las personas que hoy están atravesando situaciones de crisis, angustia o padecimiento?

El mensaje para dejar es que en esta tarea que propongo no hay que resolver nada, debemos únicamente animarnos a mirar y hacer contacto con lo que hemos guardado; las emociones en ese sentido son el gran camino, y poder mirar e integrar lo que venga. Necesitamos trabajar en nuestra vibración personal, para acompañar el proceso de ascensión de la Tierra. Mejorar nuestra vibración a nivel individual producirá consecuencias luego a nivel colectivo. La Tierra necesita ascender, y esto es parte de la tarea necesaria para que como humanidad esto se produzca.

Caro, un placer recorrer con vos tu historia y conocer tu método terapéutico que acompaña a tantas personas en su camino de crecimiento. ¿Cómo pueden contactarte nuestros lectores?

A través de mi cuenta de Instagram @nuevavisionok y también los invito a visitar mi página web www.unanuevavision.com

¡Muchas gracias, Carolina!

Agradecemos a Marco Buenavista por la producción fotográfica

Carolina Giudice

Abogada

Astróloga

Terapeuta Corporal Bioenergetista

Terapeuta Floral Integrada

Comunicadora

Contacto

Instagram: @nuevavisionok

Web: www.unanuevavision.com

 

 

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